Lunes, 10 de Noviembre de 2025

Rauschenberg: El artista que se adelantó al pop y expuso en Chile

ChileEl Mercurio, Chile 9 de noviembre de 2025

Uno de los artistas visuales más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, figura clave del pop, expuso en 1985 en el Museo Nacional de Bellas Artes, no sin polémica. Su vanguardismo es reconocido precursor de prácticamente todos los movimientos de la posguerra. Ahora, cuando se celebran los 100 años de su nacimiento, el Museo Guggenheim de Nueva York y la Fundación Juan March, en Madrid, presentan notables exposiciones.

Corría el año 1985. Era el tiempo en que comenzaba una intensa movida cultural y de arte en la Plaza del Mulato Gil de Castro; Carmen Waugh volvía e inauguraba en Chile una celebradísima nueva galería de arte en Bellavista, en la Casa Larga, con muestras notables; eran los años de las exposiciones de Lily Lanz. Había espacios de "resistencia cultural", como El Trolley o Matucana. Y hasta hace poco se desarrollaba el Concurso de la Colocadora Nacional de Valores en el Museo de Bellas Artes, que instaló a artistas visuales fundamentales de hoy, en la escena.
Eran tiempos de Pinochet. Nena Ossa dirigía el Museo de Bellas Artes. Y en julio de ese año se inaugura la monumental exposición de Robert Rauschenberg, pilar fundamental del arte pop, en el MNBA. Llegaron 250 obras en gran formato. Vino él mismo a Santiago. Se convertiría en una de las más significativas muestras internacionales de la historia del arte reciente en el país de un artista clave, vivo y en la plenitud de su carrera.
Robert Rauschenberg (1925-2008) era una figura ícono de la vanguardia, cuyo trabajo redefinió lo que podía ser el arte e influyó en diversos movimientos. Había creado los "Combines", en donde reinventa el collage , subvierte lo conocido e incorpora en sus trabajos pictóricos y escultóricos los más diversos objetos de desecho y la serigrafía.
Polémica en artistas
En 1985, era la segunda visita de Rauschenberg a Chile. Un par de años antes había venido para recolectar imágenes y preparar la muestra itinerante por algunos países de Latinoamérica. Sin embargo, la llegada a Chile de esa exposición levantó polémica, por razones políticas, de parte de artistas que no compartían que viniera en ese momento de nuestro país. Pero no de todos ellos; incluso más de algún teórico del conceptualismo comentó la vergüenza que le daba la actitud de algunos artistas. El hecho es que la muestra en sí era un homenaje a la libertad creativa. El trabajo vanguardista de Rauschenberg extendía y desdibujaba los límites del arte, cruzaba pintura, dibujo y escultura con objetos, textos y materiales de desecho.
El artista visual tenía entonces 60 años. No entendía bien el castellano, pero su personalidad distendida, libre y sencilla, poseedora de un gran humor y con actitudes performáticas, conquistó a quienes estuvieron con él. Se recuerda cuando se subió arriba de los medallones del museo con la idea de hacer o montar una obra.
"Yo pinto para la vida y la vida no para", decía. Había incursionado en teatro, danza, vestuario y la música. El paisaje y geografía del lugar lo apasionaban. En Chile incorporó el cobre como soporte de varias obras, que estuvieron en el museo, práctica que siguió después en series. Hay obras en cobre en algunos de los más importantes museos de Estados Unidos y Europa, como sus "Cabezas grandes de cobre".
Han pasado cuatro décadas desde su visita y este año se celebran en diversos países los 100 años de su nacimiento; en Santiago se han realizado encuentros en el Museo de Bellas Artes y en D21. Pero lo más llamativo son hoy dos notables exposiciones con obras clave: la del Museo Guggenheim de Nueva York, recién inaugurada, que expone su monumental "Barge" y "Collectio"; y la de Madrid, en Fundación Juan March, que desarrolla una tesis sobre su uso de la fotografía como elemento esencial para entender mejor su trabajo. Exhiben más de 30 creaciones emblemáticas.
"Albers fue clave".
Su obra es un "vasto fresco de nuestra época. Y su exuberante fantasía creadora es capaz de convertir en poesía plástica materialidades descartadas", escribe entonces Waldemar Sommer. El hecho es que al incursionar en los más diversos temas, estilos, materiales y técnicas, se hizo merecedor del calificativo de precursor de prácticamente todos los movimientos de la posguerra, desde el expresionismo abstracto americano, como bien señalan en el Guggenheim.
Rauschenberg había tenido una formación bastante especial. Hijo de un médico inmigrante de Berlín y de madre india cheroquee, partió en el Instituto de Arte de Kansas, región donde había nacido. Fue compañero en esa escuela de Jackson Pollock. Viajó a París en busca de nuevos horizontes y se encontró con que "el mito había desaparecido. El mundo que Picasso, Matisse, Brancusi y Giacometti habían construido, ya no existía. Ellos eran ya clásicos y los estudiantes discutían sobre la psicología del arte", recordaba en el encuentro con el crítico Waldemar Sommer.
Decidió volver a Estados Unidos a estudiar con el gran maestro Joseph Albers, "a pesar que él odiaba mi obra". Pero le enseñó el "respeto por el color. Me hizo aprender que no podía elegir arbitrariamente entre un color y otro, no me permitía hacerlo. Le interesaba, por ejemplo, que usara el rojo para hacer más brillante el verde, pero yo me enamoraba del rojo, después del verde y resultaron todas esas obras monocromáticas que considero mis primeros trabajos maduros". Famosas son sus series en rojo y las blancas.
Duchamp y el dadá fueron también esenciales. "Nunca había visto un collage hasta que yo mismo me encontré exhibiendo collages en Nueva York". Ello fue a fines de los años 40, cuando se instala en Nueva York y plantea un desafío directo a la estética moderna dominante. En sus famosos "Combines" introduce imágenes y objetos de la vida real en el reino de la pintura abstracta y desdibuja las diferencias entre pintura y escultura, establece un diálogo entre el ready made y lo artesanal, entre el gesto del pincel y la imagen mecánicamente producida.
Profundizó en el concepto ready made de Duchamp yuxtaponiendo objetos que no tenían que ver, como animales disecados. Y a fines de los años 50 y 60 incorporó a sus dibujos imágenes fotográficas de diarios y revistas. Hace obras pictóricas serigrafiadas.
El famoso músico y artista plástico John Cage también fue clave en él. Lo conoció en Black Mountain y tenían una afinidad especial: "Me contaba que él debió estudiar para llegar a ser zen, pero que yo era zen natural... Lo admiro por su curiosidad, por su respeto ante la investigación y búsqueda exhaustiva". Rauschenberg trabajó con él con la compañía de Merce Cunningham. "Merce hacía la coreografía y yo no la veía; yo era el encargado del vestuario y Merce no lo revisaba. Tal vez intercambiamos notas. Era una colaboración de confianza total. Viajamos por numerosos países, incluso a través de la Cortina de Hierro...". Rauschenberg reflexionó al respecto: "Una de las últimas posibilidades que tiene el mundo para establecer contacto es a través de las artes... Mis obras tienen el objeto de llevar a la superficie de una nueva realidad. Es una invitación y no hay en mi trabajo ningún elemento que pretenda significar otra cosa, lo que enfurece muchísimo a los críticos estructuralistas".
"Tormenta de imágenes" hoy
La llegada o regreso, desde el Guggenheim de Bilbao, de la monumental obra de Rauschenberg: "Barge" (barcaza) se ha vuelto protagonista de la muestra en Nueva York. Se han realizado hasta filmes de los procesos de desembalaje y del montaje de esa obra esencial.
La notable muestra -abierta esta semana y hasta mayo de 2026- con el título que cita el sentir del artista: "La vida no puede detenerse", exhibe esa "Barcaza" pictórico-serigráfica de casi 10 metros de ancho, que realizó entre 1962 y 1963. Y que seduce al espectador que va descubriendo diversas y extrañas imágenes, temas y técnicas, en medio de trazos pictóricos maestros.
El artista utilizó, en "Barge", la serigrafía para incorporar fotografías ampliadas de diarios y revistas. Y mezcló imágenes como cometas, camión y una cita a la pintura "La Venus del espejo" de Velázquez. "Su trazo pictórico es muy gestual y artesanal, con áreas pintadas a mano y superposiciones tipo collage que lo diferencia del arte pop más frío", dicen curadores del museo.
El cineasta Isaki Lacuesta reflexiona junto a la curadora Lehka Hileman sobre las similitudes entre el cine y la pintura ante la obra "Barcaza": "Es una tormenta de imágenes de periódicos, revistas, anuncios o cómics con las que el artista refleja el caos del mundo". En tanto, con la exhibición de "Collectio" (1954-55), el Guggenheim muestra uno de los ejemplos icónicos de los "Combines", los innovadores collages o ensamblajes de Rauschenberg que quebraron el concepto tradicional del soporte, en los que fusiona elementos de la "alta y baja cultura", incluyendo reproducciones de pintura, envases de alimentos y otros objetos desechables. En los "Combines", la fotografía se integra en una combinación de pintura y objetos.
La fotografía es también la protagonista de la exposición en la Fundación Juan March, en Madrid. La muestra busca entender mejor su obra a través del uso de esta. Y exponen cómo las imágenes fotográficas influyeron y se integraron en las creaciones del artista visual: transfería las fotografías a través de serigrafías.
Exploró diversas imágenes: las fotografías de prensa ocupan un lugar esencial. Tomaba imágenes de la publicidad, fotografías mismas y cómics. La serigrafía le permitió transferir imágenes a escalas superiores a las publicadas originalmente. Así, aparecen ante el público de hoy mezclas de fotos de bandas musicales, aviones, paraguas, edificios, multitudes, junto a trazos de pintura y a veces objetos que incomodan y seducen en su lenguaje vanguardista. Todo ello, en momentos en que muchas voces advierten la falta que hace en el arte y la cultura -del siglo XXI- el surgimiento de vanguardias; como decía, hace ya un tiempo, el influyente excurador del MoMA, de la Bienal de Venecia y decano de arte de Yale, Robert Storr: "Se necesitan urgente nuevos movimientos vanguardistas que se anticipen y se refieran a lo que está pasando, es algo que le haría muy bien a la sociedad".
Subvierte los límites entre pintura, escultura, objetos ready made y la serigrafía.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela