Sábado, 15 de Noviembre de 2025

Paredón de las manos: el arte rupestre de los nómadas de la Patagonia

ChileEl Mercurio, Chile 15 de noviembre de 2025

En medio de la Patagonia, a unos 3 kilómetros de Villa Cerro Castillo, los antiguos habitantes dejaron plasmadas sus manos en la pared rocosa

En medio de la Patagonia, a unos 3 kilómetros de Villa Cerro Castillo, los antiguos habitantes dejaron plasmadas sus manos en la pared rocosa.
El sitio ahora es llamado el Paredón de las manos y es un lugar de interés arqueológico y turístico que, a diferencia de lo que pasa con muchos de estos sitios, sí ha sido puesto en valor por las autoridades.
De fácil acceso, el paredón puede ser visitado por familias. Con lo primero que se encontrarán es con la Escuela Museo Villa Cerro Castillo, que "fue construida en 1953 para los niños de la zona, muchos de los cuales tenían que llegar a caballo. Funcionó hasta 1975", dice Nibaldo Calderón, guía y conocedor del arte rupestre de la zona.
La escuela, remodelada y convertida en museo, es la puerta de partida para una visita al paredón. Allí se puede conocer el contexto en qué vivían las poblaciones de la Patagonia hace miles de años, pero también cómo fue la colonización reciente de la zona, cuenta Calderón.
Un camino de unos 500 metros lleva hasta el paredón, una formación rocosa donde se pueden ver las cientos de manos que dejaron como herencia los antiguos habitantes.
Un catastro reciente da cuenta de que hay 141 manos en negativo y 25 manos en positivo, cuenta la arqueóloga Amalia Nuevo-Delaunay, investigadora del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia.
La arqueóloga explica que las manos en negativo se logran pintando alrededor de ellas con pigmentos de colores, "predominantemente el rojo, pero también encontramos el amarillo y el color verde, que no es muy frecuente. Se pudo haber usado varias técnicas: como pintar con la boca como si fuera un spray, que esparce el pigmento, o con algún elemento que servía para aplicarlo", explica.
Hay muchas manos de adultos, pero también de niños, algunas a una mayor altura, lo que hace suponer que los levantaban para dejar marcadas sus huellas.
"Como suele suceder, el sitio era conocido por los lugareños. Pero su estudio científico comenzó en la década de los años 70, por el arqueólogo Felipe Bate. Posteriormente hubo un trabajo importante del arqueólogo Francisco Mena y su equipo especializado en arte rupestre y luego, nosotros en la década del 2000", cuenta Nuevo-Delaunay.
La arqueóloga, junto a un equipo, escribió un artículo compilatorio del arte rupestre de Aysén en los que contabilizó 122 sitios.
En el lugar no se han realizado excavaciones, explica la arqueóloga, que permitan dar un contexto y una datación a las pinturas. "Por otros sitios de la región, en los que sí se ha hecho fechado, se estima que podrían tener una antigüedad de 3 mil años".
Para Nuevo-Delaunay este podría ser un sitio de confluencia de los cazadores-recolectores que habitaban la Patagonia por lo menos hace 9 mil años. "Eran grupos pequeños, una familia ampliada de unas 20 a 25 personas, altamente móviles y que cambiaban de ubicación varias veces en el ciclo anual. Probablemente, siguiendo a grupos de animales que cazaban".
La especialista dice que una de las teorías que se baraja es que estas representaciones de manos eran usadas para marcar lugares de paso o lugares en que la gente podría haberse reunido en alguna época del año a hacer intercambio de bienes o conocer nuevas parejas.
El sendero que conecta el museo con el paredón fue reacondicionado recientemente con carteles explicativos, tanto del arte rupestre como de la flora y fauna del lugar. No tiene grandes pendientes, por lo que lo pueden hacer niños pequeños y personas de la tercera edad.
A tener en cuentaA tener en cuenta
Cómo llegar: El recorrido en auto desde Villa Cerro Castillo demora de 5 a 10 minutos, por camino asfaltado.
Horario: El Museo Escuela Villa Cerro Castillo abre de 10:00 a 18:00 horas, salvo en verano, cuyo horario es desde 9:00 hasta las 21:30 horas. Está abierto todos los días.
Precios: Los menores de 16 años no pagan, los adultos pagan $4 mil por la visita al museo y al paredón. Los adultos mayores pagan $2 mil por ambas visitas.
Qué llevar: En el lugar hay baños, pero no se venden alimentos. Puede llevar algo de comer y agua para el recorrido.
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