Nadine Sierra: "Confíen en sus instintos"
La elogiada soprano estadounidense habla de su debut en nuestro país, con el apoyo de la Fundación Ibáñez Atkinson, este jueves,
en el Teatro Municipal de Santiago.
La soprano Nadine Sierra (1988) es una de las voces del momento. La intérprete que nació en Fort Lauderdale, Florida, en el seno de una familia de inmigrantes, de madre portuguesa y de padre ítalo-portorriqueño, hoy canta en las principales casas líricas del mundo.
Artista exclusiva del sello Deutsche Grammophon, ha ganado los premios de la Fundación Marilyn Horne y el Richard Tucker, y es considerada una de las mayores sopranos de coloratura (de gran agilidad vocal), brillante en papeles de gran exigencia como Violeta, en "La Traviata", de Verdi.
Hace unos días recibió grandes aplausos en el Metropolitan Opera House de Nueva York (MET) en el papel de Amina, en "La Sonámbula", de Bellini. Sobre ese recibimiento, señala que resultó "increíblemente bien", aunque hubo momentos en que no podía creer que lo estuviera logrando. "Para ser sincera -admite-, fue una experiencia que casi me arrebata un exmánager. Esta persona intentó cancelar el contrato a mis espaldas con el director general del MET, Peter Gelb". Añade que logró salvar esta producción y el ejecutivo del teatro neoyorquino se alegró de que se hubieran reunido en persona para asegurar el contrato. "Ese apoyo y esa determinación fueron clave para el éxito de 'La Sonámbula'. Demostró que aún podía cumplir mis sueños. Me demostré algo muy importante que gritaré a los cuatro vientos a todos los cantantes: '!Escuchen su instinto¡'", apunta la cantante.
Primera vez en Chile
Sierra se prepara para debutar en nuestro país este jueves, a las 19:00 horas. Gracias al apoyo de la Fundación Ibáñez Atkinson, actuará en el Teatro Municipal de Santiago junto a la Orquesta Filarmónica dirigida por Constantine Orbelian y con un pianista invitado: Bryan Wagorn (más información de las entradas en www.municipal.cl). El programa permitirá a sus seguidores aquilatarla en sus especialidades, a través de arias como " Ah, je veux vivre " de "Romeo y Julieta", de Charles Gounod; " Caro nome " de "Rigoletto", de Verdi y " Chi il bel sogno di Doretta " de la ópera "La rondine", de Puccini.
"Por lo que he oído, ya que nunca he estado en Chile, es que es un país precioso. Me emociona mucho explorarlo por primera vez y a través de la música. !Esa es la mejor parte¡ Y, por supuesto, con la compañía de mi gran amigo y colaborador, desde hace 20 años, Bryan Wagorn. Será una experiencia inolvidable", apunta.
Sobre sus inicios en el canto lírico, recuerda que su madre portuguesa fue quien la introdujo en este arte siendo muy niña y por dos razones. "Una, porque no paraba de cantar en casa; empecé a tomar clases de canto a los 6 años. Y la otra razón fue que ella notó ciertas similitudes entre mi voz y la de su madre. Mi abuela Suzette había querido ser cantante de ópera en su juventud, pero mi bisabuelo no se lo permitió. Nunca cumplió su sueño".
Historias de vida
-¿Cómo siente que ha evolucionado su voz?
"Creo que algunos clasificarían mi voz como soprano lírica ligera, pero la verdad es que he recibido muchas opiniones diferentes en los últimos años. Siempre me he sentido más influenciada por las voces líricas y la música que se ajusta a este registro. Aunque he cantado mucho bel canto y he tenido que alcanzar muchas notas agudas, creo que mi verdadera vocación se inclina hacia las líneas más líricas y legat o. Ya veré qué me depara el futuro con mi voz y mi cuerpo; por ahora, me estoy cuidando lo mejor que puedo".
-¿Qué destacaría del repertorio que abordará en Santiago?
"Es difícil destacar una sola cosa porque muchas piezas están ligadas a historias muy valiosas de mi vida. Sin embargo, me encanta el aria de Violeta de 'La Traviata'. Siempre es maravilloso cantarla para un público que la escucha fuera del contexto de la ópera. Siento que puedo transportarme a mi propio mundo, a la Violeta que creo que es".
-¿Qué reto supone cantar "È strano... Ah, fors'è lui... Sempre libera", de "La Traviata"?
"Es realmente increíble. Supongo que los retos son más internos. No se trata tanto de lo técnico. Para mí, es más bien mostrar al público hasta el más mínimo detalle, a través de la interpretación. Hay tanto que decir y expresar en esta aria que muchas veces la interpreto como si tuviera una cámara enfocándome. Quiero que el público entienda a Violeta en este momento, y cada gesto, expresión facial y dolor interno que me permito sentir tiene que ser genuino y surgir de mi corazón".
-¿Qué valora de los papeles femeninos (Violeta, Gilda y Julieta) que cantará en Santiago?
"Son mujeres con las que he tenido el placer de crecer, literalmente. La primera vez que aprendí los papeles de Julieta y Gilda tenía 13 años. Violeta llegó después y sigue formando parte de ese proceso de crecimiento que he experimentado a lo largo de mi vida".
-¿Qué consejo le daría a la nueva generación de sopranos?
"Una vez más, que siempre escuchen su intuición. Confíen en sus instintos, sean honestas consigo mismas, busquen un profesor de canto o un profesional de confianza y tengan paciencia. Además, mantengan siempre los pies en la tierra y sean humildes y agradecidas. Creo que todo esto es fundamental".