Autoridades de la comuna dieron a conocer en la Junta Departamental el borrador de un documento que pronto será publicado en la web, y que hace énfasis en la importancia de un "cambio cultural" de parte de la ciudadanía.
La
limpieza es un tema central en
Montevideo. Desde hace años forma parte de debates políticos, que recrudecen en época electoral, y es una preocupación constante y de las principales que tienen los ciudadanos de la capital.
En la última campaña el asunto ocupó titulares y fue parte central de las promesas de los contendientes, así como del programa del que terminó ganando, el actual intendente frenteamplista
Mario Beragra.
El
Plan departamental de limpieza y Gestión de Residuos (2026-2027) cuyas partes centrales se han ido describiendo y haciendo públicas a lo largo de las primeras semanas de la nueva gestión del Frente Amplio ya está prácticamente pronto, y un borrador del documento final que se pondrá a disposición de la gente en la web de la comuna en los próximos días fue presentado este martes en la Junta Departamental de Montevideo
Lo que la comuna busca aclarar al inicio, en un texto de unas 43 páginas que fue discutido en la
comisión de Medio Ambiente y Salud de la Junta capitalina y que defendió el director de Desarrollo Ambiental,
Leoanrdo Herou es que este plan se trata de un "instrumento central de planificación de la política departamental" en materia de limpieza. Se propone un "horizonte operativo de dos años y una proyección a cinco y 10 años, incorporando una mirada desafiante y transformadora: repensar el modelo de limpieza y gestión de residuos de Montevideo, pasando de un esquema lineal basado en el enterramiento a un modelo circular, inclusivo y ambientalmente sostenible".
El trabajo, como destaca el documento, es en parte producto de un esfuerzo de participación colectiva "el proceso involucró a una amplia diversidad de actores y espacios territoriales, como por ejemplo equipos de la Defensoría de vecinos y vecinas" y tiene como foco "los residuos domiciliarios" y aquellos "generados en los espacios públicos, que constituyen la competencia directa de la Intendencia de Montevideo y donde hoy se concentran los principales desafíos vinculados a la limpieza pública y la baja recuperación de materiales".
Pero la mirada de la IMM va más allá, procura ser integral precisa, como ya se verá, de cambios culturales en la ciudadanía para lograr así "la transformación estructural del sistema de limpieza y gestión de residuos", lo cual "exige alinear actores, recursos y esfuerzos para prevenir y reducir la generación de residuos, aumentar su reutilización y valorización, y minimizar el enterramiento".
En la oposición, sin embargo, entienden que el plan presentado es excesivamente "abstracto", y se reclama, entre otras cosas, la falta de información. El edil nacionalista
Gonzalo Gómez, por ejemplo, aseguró que preguntó a Herou en comisión por los
costos implicados en el plan, acerca de si serán necesarios
procesos licitatorios o por "la cantidad de camiones" que se utilizarán, pero todas esas preguntas "no fueron respondidas" por el jerarca.
Los objetivos, a mediano y largo plazo
El plan incluye qué visualización de las metas tienen las autoridades de acuerdo a tres referencias temporales: 2035, 2030 y 2027.
Para dentro de 10 años, la IMM confía en tener una "economía circular" convertida "en una política transversal del gobierno departamental", y en que esté instaurado un "modelo de gestión de residuos" que sea "referencia regional, al integrar eficiencia, inclusión e innovación", entre otros resultados.
Para 2030 se apuesta a tener "un sistema de limpieza y gestión de residuos consolidado" con "
calles, barrios y espacios públicos limpios y cuidados de forna sostenida y permanente", así como alcanzar una "disminución progresiva de los residuos que ingresan al sitio de disposición", una "
ciudadanía activa y corresponsable, que participa y separa en origen como práctica cotidiana y extendida en todo el territorio" y resultados que sean "medibles" con "menor cantidad de residuos enviados a disposición final, más hogares cubiertos por recolección intradomiciliaria e intrapredial, y mejoras sostenidas en los indicadores de limpieza".
Cuando llegue el 2027, la actual administración se compromete a "reforzar y mejorar la calidad de limpieza en todo el departamento, con
menos basurales, calles y espacios públicos cuidados y libres de residuos" y a "adaptar la recolección domiciliaria a las particularidades de cada barrio, fortaleciendo el vínculo con vecinos y vecinas, con más contenedores intradomiciliarios e intraprediales y una reducción progresiva de los contenedores en vía publica".
Además, hay un compromiso a "avanzar en la mejora de la disposición final, mediante la ampliación del relleno sanitario y la evaluación de alternativas tecnológicas al enterramiento", entre otros puntos.