Olivier Guez: "Europa está en el centro de todos los problemas"
El escritor francés Olivier Guez
De visita en la Argentina para presentar su nueva novela de trasfondo histórico, Mesopotamia (Tusquets, $35
El escritor francés Olivier Guez
De visita en la Argentina para presentar su nueva novela de trasfondo histórico, Mesopotamia (Tusquets, $35.900), y la adaptación cinematográfica de La desaparición de Josef Mengele , dirigida por el ruso Kirill Serebrennikov, el escritor y periodista francés Olivier Guez (Estrasburgo, 1974) habla con entusiasmo acerca de la vida "increíble y trágica" de la escritora, arqueóloga, geógrafa, aventurera, políglota y "súper espía" británica Gertrude Bell (1868-1926), protagonista de Mesopotamia .
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"Conocía bien el terreno, la geografía, y a los hombres -dice a LA NACION sobre Bell-. Es la base para ser una espía: hablar, recorrer, juzgar, pagar, corromper". La "madre de Irak", que gracias a sus conocimientos estableció los límites de la Mesopotamia, en Oriente Medio, tras la Primera Guerra Mundial , fue una mujer conservadora de clase acomodada, sin fortuna en el amor, sin hijos, antisufragista y funcionaria leal del Imperio británico. En la portada de "Mesopotamia", de Olivier Guez, se ve a Gertrude Bell con Winston Churchill y T. E. Lawrence ante la Esfinge de Giza
Escribir la novela le llevó seis años. "Sobre todo, para entender la psicología de Bell y de todos esos personajes tan importantes, como Winston Churchill, T. E. Lawrence [otro espía], St. John Philby, el rey Faisal, una galería de seres interesantes y complejos. Y se necesita mucho tiempo para entrar en una época tan lejana", señala. Trabajó con una estructura firme en la que cada capítulo se sitúa en un momento histórico determinado, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, en Bagdad, Basora, Teherán y Puerto Saíd, entre otros enclaves coloniales. Un productor francés ya adquirió los derechos para convertir la novela en una miniserie.
No viajó a Irak. "La Buenos Aires de los años 50 de La desaparición de Josef Mengele aún se puede ver en la actual ciudad, pero la Bagdad del siglo pasado no tiene nada en común con la del presente -afirma-. Es una creación literaria, como hizo Marguerite Duras con Indochina y André Malraux con la India. Y hubo un trabajo de documentación muy grande, que consta al final de libro".
Después de la presentación, este jueves, en la sede porteña de la Alianza Francesa, el escritor viajará a Rosario, Córdoba y Mendoza para conversar con los lectores. Si consigue entradas, irá a ver el partido de Boca-Argentinos Juniors el fin de semana. Guez, que se define como "un apasionado" por la Argentina, desistió de conocer a la plana mayor del mileísmo, que nunca respondió sus mensajes . Olivier Guez describe a Gertrude Bell, protagonista de su nueva novela, como un personaje "increíble y trágico"
-¿Por qué le dedicaste seis años a Gertrude Bell?
-Su trayectoria es increíble, es un personaje enorme, de novela, que tiene todo: los amores perdidos, la gloria y el poder, la mujer en el desierto, una familia rica que se arruina, sus amistades. Quise recrear además el mundo del Imperio británico , el más grande de toda la historia.
-¿La novela ilumina algún aspecto de los conflictos actuales en Oriente Medio ?
-No fue la motivación principal, porque no es un libro sobre la historia de la región; es un libro que puede ayudar a entender un poco mejor el presente, pero se trata de una novela en la que tuve que presentar emociones y situaciones a los lectores.
-¿Cómo pudiste conocer a fondo a la protagonista?
-A través de sus papeles íntimos: cartas, documentos, fotos, y mediante los testimonios de otros personajes. Ha dejado mucho, tal vez demasiado. Curiosamente, es un personaje olvidado. En Gran Bretaña hay personas que la conocen, desde luego, pero ha sido olvidada por la mayoría porque nadie recuerda hoy a los grandes jefes de la administración civil colonial británica . Es un mundo que ha desaparecido y que no tiene una memoria oficial. Las causas de toda esa gente, previas a la Segunda Guerra Mundial, dejaron de existir.
-¿Se puede decir que todo lo que pasa en Oriente Medio es, en gran medida, responsabilidad de los británicos?
-En parte. Esa región estuvo siempre gobernada por grandes imperios, en connivencia, más o menos fuerte, con varios pueblos, religiones, sectas y clanes. Después del final del Imperio otomano, hubo un vacío que fue imposible de llenar, porque no había fronteras naturales ni naciones. Entonces, los británicos, como los franceses, mediante el poder imperialista, decidieron ocupar ese vacío. Y luego siguió una dinámica regional. Oriente Medio está en el centro del mundo ; entonces, no son solo problemas locales los que hay resolver, sino además conflictos globales. En Oriente Medio, los grandes poderes hacen todo para que los problemas locales no se solucionen. Eso hizo Inglaterra hace un siglo: crear a monstruos geopolíticos sin legitimidad.
-En la novela, los británicos quieren apropiarse de los recursos naturales, en especial, del petróleo.
-Y también proteger a la India, porque está en la frontera, y controlar las rutas del comercio mundial, como el canal de Suez.
-¿Gertrude Bell inventó Irak?
-Es la madre de Irak. Es una historia increíble para contar. Era una mujer imperialista que creó un país ; no era feminista, sino conservadora, dura, pero también un personaje muy triste y trágico, lleno de ambigüedad; esto último es para mí la definición de la literatura. Para Guez, si la ultraderecha triunfa en las elecciones de 2027 en Alemania y Francia, Europa del Este podría quedar en manos de Rusia
-¿ Mesopotamia se tradujo al inglés?
-Todavía no. Se tradujo a muchos idiomas, incluido el árabe. A los ingleses no les gusta mucho que un extranjero escriba sobre la historia de su país.
-¿La rivalidad entre franceses e ingleses todavía continúa?
-Ahora es una rivalidad entre amigos, porque en el siglo XX, franceses y británicos lucharon juntos, por primera vez en la historia, contra el nazismo. Antes la rivalidad era muy fuerte. Bell y Lawrence también tenían esa visión de Francia como un país corrupto, revolucionario , inestable.
-¿La revolución iraquí de 1958 fue anglófoba?
-Fue una revolución nacional, socialista y laica, y antioccidental, como todo el nacionalismo árabe de los años 50, 60 y 70. El actor que llega después es el islamismo, algo que el movimiento de secularización occidental no tuvo en cuenta. Bell era conservadora, pero no religiosa, lo que le impidió entender la dinámica del mundo árabe. Ella y Lawrence tenían pasión por el mundo beduino.
-En la novela se da a entender que los dos terminan devorados por el personaje del "viajero".
-Fue una pasión de los dos para escapar de la realidad, para vivir en el mito. Ella, para huir de su condición de mujer soltera, en una sociedad rígida donde los papeles eran muy claros. Tenía que irse.
-¿Ella se suicidó o no?
-No lo sé. La única certeza es que Bell no tenía más razones para vivir. No sé si tomó demasiados somníferos para dormir o los suficientes para morir. Además, estaba muy enferma.
-¿Tu obra se está volcando cada vez más a la historia?
-No quiero encasillarme en la novela histórica. Me gusta hacer lo quiero y esa libertad la tiene el escritor, el artista. Cambiar de género, de perspectiva. Ahora empecé una novela contemporánea, una tragicomedia; también dirijo una colección de cuentos eróticos de diez autores franceses como Leïla Slimani, Mirwais y David Foenkinos , para una coedición de Grasset y Séguier.
-¿Cuál es la situación que se vive hoy en Europa?
- Europa está en el centro de todos los problemas: Rusia, el "amigo americano" que no es amigo, el islamismo. Hay un miedo muy fuerte, una ansiedad enorme. La guerra con Rusia ya lleva varios años. El jefe del ejército francés, Fabien Mandon, ha dicho días atrás que los franceses deben estar preparados para perder a sus hijos en la guerra contra Rusia. Es algo de ciencia ficción. Vladimir Putin no va a dejarse convencer muy fácilmente por Donald Trump; Putin tiene la eternidad, Trump tiene seis meses . Son visiones muy diferentes. Temo que si la extrema derecha gana en Francia y en Alemania en 2027, el Este de Europa le quedará a Rusia.
-¿La ultraderecha tiene ese proyecto?
-Es algo que se escucha en Europa: "¿Por qué tenemos que defender a Ucrania? ¿Por qué tenemos que defender a Lituania?". Es como en 1939. Muchos prefieren vivir con el gas y el petróleo ruso barato y, para Estados Unidos, es más importante su competencia con China.
-¿Cómo le está yendo a la película basada en La desaparición de Josef Mengele en Francia?
-Se estrenó en toda Europa hace algunas semanas y le está yendo muy bien; es una propuesta de cine fuerte. No quise trabajar en la adaptación como guionista. Solo hice algunas propuestas al director, pero no quise volver a empezar.
-¿Estás de acuerdo con la hipótesis de Giuliano da Empoli sobre la importancia del factor digital en la transformación de la realidad?
-Con lo digital se puede cambiar la realidad. Hubo un cambio: antes la realidad jugaba con lo digital; ahora, lo digital juega con la realidad. Estamos ante un cambio de civilización.
-¿La deuda colonial europea se saldará en algún momento o es impagable?
- Vivimos en un mundo creado por la deuda colonial europea. El conflicto entre Rusia y Ucrania es un buen ejemplo. Las posiciones son claras, pero la perspectiva anticolonial tiene peso en la toma de partido de muchos países. De América Latina, me interesa la lucha entre China y Estados Unidos por tomar el control ; es otro episodio del Gran Juego entre poderes. No sé quién va a ganar, pero creo que China tiene una gran sed de venganza contra Occidente.
Para agendar
Hoy a las 20, en la Semana del Cine del Festival de Cannes , en el cine Gaumont (avenida Rivadavia 1635), se estrenará La desaparición de Josef Mengele , dirigida por Kirill Serebrennikov . Tras la función, Olivier Guez y el cineasta Thierry Frémaux hablarán sobre la película.
Y este jueves, a las 19, en la sede de la Alianza Francesa (avenida Córdoba 946), el escritor presentará Mesopotamia en diálogo con el escritor y periodista Javier Sinay.