La reforma tributaria avanza entre resistencia y dilaciones
En medio de una agenda apretada y que parece no tenerla como una prioridad, la reforma tributaria surte su trámite en las Comisiones Económicas Conjuntas del Congreso, donde, pese a los esfuerzos del Gobierno, por ahora el ambiente no es favorable para esta iniciativa, vital para financiar el gasto del próximo año
En medio de una agenda apretada y que parece no tenerla como una prioridad, la reforma tributaria surte su trámite en las Comisiones Económicas Conjuntas del Congreso, donde, pese a los esfuerzos del Gobierno, por ahora el ambiente no es favorable para esta iniciativa, vital para financiar el gasto del próximo año. Tres ponencias negativas y una modificatoria, además de la del Minhacienda, hacen parte del paquete legislativo que han venido analizando los senadores y representantes al frente de este proceso. La eliminación del IVA a los combustibles, de los impuestos a las iglesias y de las modificaciones a la renta de personas naturales, son parte de las de novedades de la reforma, luego de las reuniones previas con coordinadores ponentes. También destacan la caída del IVA a la cerveza, así como de los gravámenes a vehículos eléctricos, a software y servicios en la nube, conciertos y a las ganancias de los accionistas. Uno de los momentos más álgidos de este proceso se dio durante el anuncio formal del proyecto, luego de que la oposición denunciara que se está viciando la votación por no haber aprobado el orden del día del pasado martes, 25 de noviembre. Dicho impasse fue atendido por las directivas del Legislativo, quienes señalaron que todo se hizo bien. La meta del Ministerio de Hacienda es recaudar $16,3 billones para completar el Presupuesto General de la Nación del 2026. Sin embargo, no hay que olvidar que diversos centros de análisis señalaron que este monto es insuficiente, dado que el hueco fiscal para el próximo año superaría los $30 billones, si el ritmo económico avanza como hasta este momento. El gobierno Petro ha sido enfático en que se está trabajando sobre una propuesta más focalizada, priorizando las medidas con mayor impacto fiscal para 2026 y que se mantienen los ejes centrales y se ajustan componentes que iban a ser nocivos para el bolsillo de los colombianos. No hay que olvidar que a la par de este proyecto, el Ejecutivo viene trabajando en un plan B, enfocado en beneficios tributarios que estimulen el recaudo. Al cierre de esta edición, el Congreso votaba los impedimentos de quienes advirtieron posibles conflictos de intereses.