Viernes, 28 de Noviembre de 2025

Triple homicidio: la línea temporal del crimen y el motivo por el que se concluyó que el homicida es inimputable

UruguayEl País, Uruguay 28 de noviembre de 2025

El imputado fue examinado por un psiquiatra forense que afirmó que no puede "autodeterminarse"; el informe indica que, para él, el crimen lo habían cometido otras personas

En uno de los crímenes más sangrientos de los últimos tiempos, la lectura de pericias toma gran parte del tiempo de la audiencia. En su mayoría, autopsias de las tres víctimas: el padre (62 años), madre (61 años) y hermano (24 años) de quien la Fiscalía pretendía imputar. Cuando la fiscal adscripto Pablo Bardino lee los extensos documentos, menciona desde las heridas más leves escoriaciones hasta las más graves, aquellas que determinaron la muerte de esta familia, como los traumatismos en la cabeza.

Piera Minoli, la jueza suplente que tomó la audiencia miró con atención a Bardino, mientras él relataba cada golpe. A medida que pasaban los minutos, y notaba que varias de las heridas se repetían, atinó a mirar al hombre de 27 años al que la Fiscalía le atribuía ser causante de ese horror que sacudió al barrio 18 de mayo (Canelones).

Él declarado inimputable parecía oír atentamente lo que decía la Fiscalía que encabeza Mariana Rodríguez. No habló ni intentó moverse, pero si lo hubiera intentado tampoco hubiera podido. Estaba rodeado de cinco funcionarios policiales y llevaba esposas en los pies y en las manos. En los momentos en los que parecía distraerse un poco, apretaba y daba vuelta las cadenas que llevaba.

Es joven y de estatura media. No es demasiado alto ni robusto. Tiene el pelo largo negro, una barba tupida del mismo color y unos lentes de ver que aparentan ser de alta graduación. Aunque no habló en ningún momento, sus palabras fueron protagonistas de la audiencia.

Lo que dijo ante el perito psiquiatra que lo analizó, junto con un estudio detallado de su historia clínica, hizo que el profesional le diagnosticara preliminarmente una patología comprometió "su juicio crítico y autodeterminación".

El homicidio

Las autopsias mostraron que la pareja fue asesinada entre tres y cinco días previos al examen médico de los cuerpos. La investigación que llevó adelante Rodríguez apunta a que el joven primero mató a su madre y, poco después, a su padre. A su hermano se lo vio con vida por última vez el sábado 22 de noviembre a las 22:27 horas. Su autopsia confirma que murió entre 36 horas y cinco días antes de la pericia, pero estiman que ocurrió aproximadamente 48 horas antes.

Cuando la policía ingresó a la vivienda, al primero que vio fue a él. Estaba caído a pocos centímetros de la puerta de la cocina. Se notaba a simple vista que había sufrido varios golpes y puñaladas. El propio imputado guió a los funcionarios a un dormitorio del medio en el que estaban los restos de sus padres, que habían sido seccionados.

Las cámaras de seguridad mostraron que el viernes 21 de noviembre, cerca de las 13 horas, el imputado salió del galpón del fondo con un martillo. Al día siguiente, sábado, y el lunes se lo vio sacando dos tarrinas y cargando una carretilla tapada con una tela, elementos que luego utilizó.

El arma homicida principal fue una "maceta o marrón de mango de madera" que los policías hallaron cubierto en sangre. También utilizó una motosierra y una cuchilla. Las autopsias de las víctimas confirman que todas las muertes fueron producto de traumatismos.

Estos hallazgos pudieron alcanzarse gracias a que los oficiales inspeccionaron al detalle la casa. En primera instancia, porque el propio imputado los dejó ingresar el martes por la tarde cuando funcionarios de la seccional aparecieron en su casa. Él, al principio, contestó con evasivas a la pregunta de dónde estaban sus padres. Estaba nervioso y relató en forma confusa los hechos, pero dijo algo que hizo saber a los policías que todos dentro de la casa estaban muertos.

En ese momento, llamaron a un funcionario de rango superior que volvió a preguntarle qué había pasado. Él volvió a interrogar al imputado, quien le dijo: "Mataron a mi familia. Eso fue lo que pasó. A mis padres y a mi hermano". Indicó que la tragedia había ocurrido el sábado por la noche y que precisaba que lo ayudaran.

Pero más allá de su relato, decidieron llevárselo detenido porque tenía heridas que a juicio de los policías parecían recientes y podían ser de defensa. Tenía lastimado el antebrazo, las piernas y los pies. El médico forense que lo analizó concluyó luego que la mayoría de ellas eran por "arrastre" de objetos.

Voces, "odio" y una conclusión certera: "No fue capaz de comprender el carácter ilícito de sus actos"

Al momento del crimen, que duró varias horas y se cobró tres vidas, el imputado no era capaz de "determinarse libremente", concluyó el psiquiatra que lo perició. Su "enfermedad mental alienante" no le permitió controlar sus impulsos, comprometió su juicio crítico, autocuidado y está claro que sufrió una descompensación.

El psiquiatra expresó en su informe, reproducido en audiencia por la fiscal adscripta María José Olivera, que el joven le relató su versión de los hechos. Este tiene tres puntos principales, que en cierto punto se contradicen entre sí. En primer lugar, contó que él estaba convencido que eran "los hombres de negro" los que estaban atacando a su familia, pero en algunas imágenes que describe de la situación, se pone a sí mismo como agresor.

Explicó que primero él estaba discutiendo con su madre y aparecieron los "hombres de negro" e involucra la maceta que terminó siendo el arma homicida. Al rato, declaró, apareció su padre y la misma escena se volvió a repetir. Por último, llegó su hermano, se peleó con él y pasó otra vez lo mismo. "Yo nunca ataqué a mi familia, eran los hombres de negro con gorro", aseguró.

Sin embargo, cuando el psiquiatra refirió a que tiene "ideas delirantes de daño", indicó que el imputado dijo que oía voces que lo instaban a agredirlos e incluso escuchaba golpes que en realidad no existían de otras personas al lado de la puerta. Incluso llegó a decir que estaba siendo "acosado por entidades del mal" y tenía el don de la "clarividencia". "Veo mucho 666, no puede ser casualidad", expuso.

En otro momento, dijo "odiar" a su familia, aunque sentía empatía por ellos. Para el profesional que lo examinó, es claro que el imputado no era capaz de comprender ni limitar sus actos al momento de haberlos ejercido, por lo que sugirió declararlo inimputable.

El proceso

La Fiscalía pidió atribuirle preliminarmente, en calidad de inimputable, un delito de homicidio muy especialmente agravado por el concurso (por haber sido tres) y el desmembramiento y especialmente agravado por el parentesco. Al haber sido considerado inimputable, no irá a prisión, pero Rodríguez solicitó que fuera internado en un centro de asistencia psiquiátrica para cumplir con las sugerencias del perito y se lo continúe monitoreando.

Al argumentar las solicitud de internación, la fiscal Rodríguez dijo: "No creo que haya circunstancias, en cuanto a la naturaleza del hecho de mayor gravedad, que el delito que se está imputando en este momento".

La defensora pública del imputado, Steffani Ferre, no se opuso a las solicitudes de la Fiscalía, que fueron aceptadas por la jueza.

A partir de ahora, la Fiscalía cuenta con un año para seguir investigando y para preparar el juicio oral. Aunque la mayoría de los casos a nivel nacional se resuelven por acuerdos abreviados o simplificados, en los casos con personas inimputables esto no es una posibilidad, puesto que se entiende que no están en condiciones de consentir. Por ese motivo, debe resolverse sí o sí vía juicio oral.


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