La ciudad que siempre está vigente
La tendencia es clara: Medellín sigue abriéndose un espacio en la mente de viajeros nacionales y extranjeros, y las cifras son contundentes
La tendencia es clara: Medellín sigue abriéndose un espacio en la mente de viajeros nacionales y extranjeros, y las cifras son contundentes. Según el Sistema de Inteligencia Turística de Medellín, en lo que va de 2025, por el punto migratorio del aeropuerto internacional José María Córdova han llegado 1.156.596 pasajeros, de los cuales el 59,4 por ciento corresponde a visitantes no residentes. Esta cifra representa un aumento de 12,6 por ciento frente al mismo periodo de 2024. Estos números reflejan el protagonismo que la capital del departamento de Antioquia ha consolidado en los últimos años en el panorama del turismo en Colombia, con base en una combinación entre cultura, entretenimiento y riqueza natural. Un aspecto de Medellín que se ha ganado un espacio entre los turistas es la vida urbana, gracias a sus calles, muchas de las cuales se han convertido en museos a cielo abierto en las que se cuentan historias de resiliencia y transformación. Por eso, en barrios entre los que figuran Manrique, Moravia y la Comuna 13 abundan mosaicos, murales, grafitis, esculturas, instalaciones comunitarias y corredores culturales en los que se destacan el amor y el orgullo que sienten las comunidades por su ciudad. Un transporte eficiente Un destino es tan bueno para los visitantes como lo es para sus habitantes. Es por esta razón que la forma de moverse en una ciudad contribuye a dejar una huella en los turistas, y en el caso de Medellín la experiencia que se llevan es positiva. En el valle de Aburrá, el sistema integrado de transporte del metro de Medellín está cumpliendo 30 años de haber sido inaugurado y hoy es un modelo eficiente que conecta a las personas con diversos destinos a los que se ha vuelto muy fácil llegar. El Sistema Integrado Metro opera las líneas férreas A y B, a las que se han sumado el Metrocable, el Tranvía de Ayacucho, el sistema Metroplús, las bicicletas públicas EnCicla y una red de buses alimentadores que enlazan barrios, comunas y municipios del valle de Aburrá. De esta manera es posible viajar desde Itagüí hasta Bello; desde la Comuna 13 hasta el centro de Medellín o desde el barrio Popular hasta el parque Arví, una reserva natural a donde se llega por la línea L del metrocable. Esta conectividad ha acercado a las comunidades y ha facilitado la movilidad de los turistas. Estos últimos, gracias a la amplia variedad de conexiones disponibles, pueden visitar sin problemas sitios icónicos como el Museo de Antioquia y la Plaza Botero (estación Parque Berrío); y la Comuna 13 (metrocable San Javier - La Aurora). El metro permite bajarse en la estación Universidad, punto de partida para ir hasta dos lugares emblemáticos: el Parque Explora y el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe. El primero, en pleno corazón de la ciudad, es un pulmón urbano de 13 hectáreas donde los visitantes se relajan al recorrer senderos rodeados por cerca de 2.000 árboles y se acercan a la laguna Francisco José de Caldas, en la que nadan algunos patos. En el segundo es posible apreciar alrededor de 2.000 peces de unas 250 especies que habitan en el Acuario Explora, un espacio de educación, conservación e investigación de la vida que recrea ríos, selvas amazónicas inundadas, arrecifes de coral y otros ecosistemas acuáticos. Es tan importante el metro para el turismo en Medellín, que hace poco la prestigiosa revista Condé Nast Traveler lo incluyó entre los nueve mejores sistemas de transporte del mundo, al lado de los de Hong Kong, Londres, Washington y Estocolmo. La publicación destacó, además de su funcionalidad, el impacto que tiene en la percepción y en la experiencia del visitante. La gastronomía ayuda al turismo Una demostración de que la gastronomía contribuye a posicionar a Medellín entre viajeros de todo el mundo es la reciente publicación de la revista británica Time Out, que se deshizo en elogios para referirse a la bandeja paisa en un artículo en el que escogió a esta capital como una de las 20 mejores ciudades del mundo para comer. En dicho texto, Medellín apareció al lado de urbes como Marrakech (Marruecos), Osaka (Japón), Nápoles (Italia) y Lima (Perú). En el escrito, Time Out afirma: "Por ejemplo, la bandeja paisa: el plato que, según los locales, se debe probar. Es un plato abundante elaborado con ingredientes locales y alimentos colombianos básicos, incluidos arroz, fríjoles, aguacate, chicharrón, arepa, plátano, hogao y chorizo". Así como la bandeja paisa es todo un símbolo de Medellín y de Antioquia, existen otras opciones más sofisticadas. Es por esto que la buena mesa tiene en restaurantes como Elcielo una muestra de creatividad, innovación y alta cocina en la ciudad. Con sedes en Medellín, Bogotá, Miami y Washington D.C. (esta última obtuvo una estrella Michelin el año pasado), Elcielo "refleja el profundo compromiso de Juan Manuel Barrientos con la promoción de la alta cocina colombiana en el mundo, elevando el nombre de Colombia en la gastronomía global". Elcielo se destaca por su cocina colombiana moderna y de autor, basada en la neurociencia aplicada a productos locales, y se especializa en servir menús degustación que crean experiencias sensoriales y gastronómicas. Los platos están inspirados en la cocina ancestral colombiana, con técnicas creativas de vanguardia, y les permiten a los comensales emprender un viaje de sabores por todas las regiones del país. Otra propuesta similar es la de Carmen, un restaurante que, según la página web https://www.theworlds50best.com, se concentra en brindar platos de cocina contemporánea en los que se resaltan ingredientes biodiversos de Colombia. La publicación menciona que en el lugar se ofrece un menú degustación de siete pasos. El chef ejecutivo de Carmen, Juan José Cárdenas, se inspira en la comida callejera y en la comida tradicional del país para crear nuevos sabores. La carta incluye platos como la cazuela con cangrejo, mariscos y viche tumaqueño, entre otros ingredientes; y el pez palma, acompañado con risotto de arroz con coco, palmitos del Putumayo y salsa de chontaduro. De otro lado, Samboni Bistró Local, bajo el liderazgo del chef John Zárate, funciona desde 2018 con un énfasis en darles protagonismo a productos locales. De acuerdo con https://wwwtheworlds50best.com, en este lugar el menú cambia cada semana con el fin de incorporar nuevos ingredientes producidos por campesinos de la zona. La carta cuenta con platos como pollo asado con hongos shiitake, flan o ñoquis de yuca.
Un paraíso para las compras
Además de contar con centros comerciales como Santa Fe, Oviedo, Unicentro, San Diego, El Tesoro y Monterrey, Medellín sobresale por ofrecer espacios de compras más tranquilos, en ambientes al aire libre, en los que es frecuente hallar boutiques con sello propio, así como mercados llenos de talento creativo que ofrecen experiencias de moda auténtica y con identidad. Entre ellos cabe incluir a Manila, un barrio de El Poblado donde se encuentran casas residenciales transformadas en cafés, reposterías, hoteles boutique, restaurantes, espacios de coworking y tiendas de emprendedores y diseñadores locales. Son especialmente atractivos allí los talleres de creación donde se venden ropa, joyas y accesorios. Es imperdible también la Vía Primavera, un pequeño distrito comercial en El Poblado, muy cerca del parque Lleras, reconocido por su enfoque en moda y diseño, donde se encuentran tiendas boutique, galerías de arte, restaurantes y cafés. Por supuesto, no pueden faltar tampoco el Museo de Arte Moderno y el Museo de Antioquia, que alberga la colección más grande de Fernando Botero.