Viernes, 05 de Diciembre de 2025

Módulos creados en Chile darán más confort en la base Glaciar Unión, en el corazón de la Antártica

ChileEl Mercurio, Chile 5 de diciembre de 2025

Entre sus características están soportar vientos sobre 270 km/h y bajísimas temperaturas, hacer uso eficiente de la energía y ser amigables con la naturaleza. Son parte de un proyecto que llevará cuatro años concluir.

Entre cinco a siete días le toma cada año a la misión de avanzada de las Fuerzas Armadas habilitar la Base Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, ubicada a 1.129 km del Polo Sur, en la Antártica profunda. Primero a punta de pala y, luego, con maquinaria tienen que desenterrar construcciones que permanecen bajo nieve en el invierno.
Pero eso está pronto a cambiar. Nuevos módulos, que están en proceso de instalación, darán mayor confortabilidad a los habitantes de esta base y permitirán que su proceso de apertura se haga más rápido.
Los módulos fueron diseñados por la arquitecta Karin Jara, directora de la empresa Sustérmica, de Concepción, la que se adjudicó la licitación de la Fuerza Aérea, entidad encargada del proyecto y quien lo financia. "Este es un esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de quienes se desempeñan en esta zona, entregando instalaciones de tipo rígida, con una mejora en el espacio y el confort, como en la eficiencia energética y en el uso de energías renovables no convencionales", dice Jara.
"Es un proyecto que comenzó a principio de año. La idea es invertir para dar apoyo a este campamento y al trabajo de los científicos. Queremos mejorar la calidad de vida de los que están viviendo aquí y los que vivan a futuro. La idea, además, es que no sea tan difícil abrir y cerrar este campamento y que las personas que vengan tengan a su disposición lo básico para comenzar a operar", dice el Comandante de Grupo (A) Pablo Jorquera Cordero, a cargo de la instalación.
Los micromódulos, como los llama Jara, fueron construidos en Concepción y tienen patente de invención "por su composición estructural con un sistema mecano de prearmado que usa principalmente acero galvanizado, que es inoxidable y que resiste bajas temperaturas", explica.
Los espacios, dice la arquitecta, están pensados para soportar vientos de hasta 270 km/h y temperaturas de hasta -57 °C.
La instalación no ha sido fácil. Los módulos se transportan en partes y tienen que ensamblarse en el Glaciar Unión, en condiciones extremas: temperaturas bajo los -15 °C y un terreno irregular cubierto de nieve. Personal de la Fuerza Aérea con la ayuda de la empresa ALE, que opera un campamento turístico en el glaciar, se las han ingeniado para hacer cuadrar los módulos, sellarlos y dejarlos operativos.
Primer paso
Los primeros cinco módulos que se instalarán este año son de baño y el de duchas (ambos mixtos), además de tres módulos de comedor que pueden unirse y quedarán habilitados este fin de semana.
Jorquera explica que los baños y las duchas son una necesidad urgente en Glaciar Unión y por eso se pensó en ellos como primera prioridad. Actualmente se usan casetas de baños químicos modificadas y las necesidades biológicas se hacen en bolsas plásticas.
Los nuevos baños son similares a los convencionales, con un WC que al tirar la cadena comienza un proceso de triturado de los desechos ocupando un mínimo de agua, ya que esos desechos se envían a Punta Arenas.
Tanto las duchas (de agua caliente) como los baños tienen un sistema de derretimiento de nieve en su interior, por lo que hay que ingresar con baldes llenos de nieve para cargarlos.
El comedor tiene una doble función, explica Jorquera. Durante la campaña se usará como un espacio para comer, pero al finalizar la campaña muchas de las cosas necesarias para la apertura del próximo año se almacenarán ahí, como si fuera una bodega. Por eso sus paredes laterales se pueden sacar para permitir la entrada de vehículos.
Los módulos no están a ras de suelo y tienen patines (especies de esquíes) que permiten moverlos y transportarlos a un lugar alto para que pasen ahí el invierno. Según el glaciólogo Ricardo Jaña, eso aminora la posibilidad de que la nieve se deposite y comience a cubrirlos.
Actualmente el comedor es un domo de acero y PVC que, con el tiempo, ha quedado enterrado a cinco metros de la superficie. De ahí que la habilitación de los módulos, dicen desde la FACh, aportará a una mayor seguridad de las operaciones.
Jara explica que algunos módulos están equipados con paneles solares (ahora se usan generadores eléctricos), lo que en verano permitirá aprovechar las 24 horas de sol.
Y al acelerar el proceso de apertura y cierre, dice Jorquera, "ganamos tiempo para que los científicos aprovechen la corta temporada para investigar".
Desde la FACh dicen que esta es la primera fase de un total de cuatro para dotar a la base de construcciones permanentes pensadas para cuarenta personas. La segunda fase contempla cocina y enfermería. La tercera, dormitorios; mientras que en la cuarta se habilitarán más dormitorios y bodegas.
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