Las diez murgas que superaron la Prueba de Admisión afinan espectáculos que combinan humor, crítica y reflexión, en un Carnaval marcado por regresos de títulos históricos.
El 16 de noviembre se cerró en el Teatro de Verano una de las Pruebas de Admisión más comentadas y exigentes de los últimos años. Estuvo marcada por regresos esperados, figuras de trayectoria y un par de batacazos. Las 19 murgas que se midieron ante el jurado eran conscientes de la dificultad, así que redoblaron esfuerzos y dejaron todo en la cancha. Finalmente, solo 10 conjuntos lograron meterse en el Carnaval 2026 y celebraron el pase como un verdadero mimo a meses de ensayo, escritura y trabajo colectivo.
El 2025 fue atípico y Dios Momo no tuvo descanso: las noticias de retornos anhelados, bajas y pases bomba no cesaron ni siquiera en los meses fríos. Ahora, con la primera fase cumplida, crece entre los carnavaleros la ilusión por un Concurso Oficial que promete espectáculos de alto vuelo y presencia fuerte en los tablados. En medio de esta efervescencia, El País conversó con las diez murgas clasificadas para conocer cómo vivieron la Prueba, en qué estado están sus espectáculos y un adelanto de lo que presentarán cuando se abra el telón.
La vuelta de títulos históricos al Carnaval
Cuatro regresos sonaron con fuerza por el peso de sus trayectorias, en una edición donde quedaron afuera dos murgas emblemáticas: La Reina de La Teja y Araca la Cana.
Patos Cabreros, con dirección responsable de Nelson Ferro, volvió tras casi una década y el grupo desborda alegría. Más allá de haber salido primeros en la Prueba, celebran la conexión con el público.
"Es un título que solo escrito en un pizarrón ya genera mucho, así que es un honor", resume a El PaísMaxi Pérez, director artístico, que repite dupla de letras con Christian Ibarzábal.
El espectáculo Sin dudas gira en torno a interrogantes sobre la vida y la actualidad. Un filósofo, interpretado por Luis Ortiz, plantea preguntas mediante recetas y frases, mientras que Lucía RodríguezFigura Máxima del Carnaval 2023 aporta una mirada más cercana al sentir popular. La retirada, en cambio, llega con certezas.
En Falta y Resto, pasar la Prueba confirmó que este año de "reencuentro, ternura y esperanza", como define Raúl Castro, dio frutos. "Estuvimos en el podio y es mucho más de lo que esperábamos cuando arrancó el proyecto", dice el director responsable, que armó un plantel de élite con figuras como Edú "Pitufo" Lombardo, Pinocho Routin o el Zurdo Bessio.
A juzgar por los nombres, la Falta es candidata, pero su regreso después de ocho años lo impulsa el reencuentro con la gente en los barrios. Castro afirma que "todo muta en Carnaval" y que la idea inicial del "nadie se salva solo" quedó contenida dentro de un espectáculo más amplio: Amor de murga.
"Incluirá los profundos temas del hombre, los mismos que abordaron Carlitos Soto o el Pepe Veneno", adelanta. Es una apuesta al humor, la crítica, la reflexión, la emoción y la autocrítica un sello de la murga, siempre con trasfondo político. "Tenemos el 90%, pero ese 10% que falta tiene que ser la frutilla de la torta", asegura.
Otra vuelta que conmueve es la de Don Bochinche, murga decana, con dos títulos (1919 y 1921), pero sin registro sonoro ni visual. La idea de reflotarla surgió en un asado en marzo y, desde entonces, se armó un staff con legendarios como Claudio Rojo y Ángel "Marquito" Gómez, Figura de Oro en 2023.
Pasar la Prueba era la primera meta, pero Nicolás Conti admite que la actuación dejó claro que deben trabajar más de cara al Concurso. Para fortalecer el texto sumaron a Sebastián Rivero, y avanzan en el espectáculo Juan, que aborda temas cotidianos el trabajo, la religión, los vínculos, la inteligencia artificial con humor, y sin descuidar el mensaje social y político.
La vuelta de Diablos Verdes es especial porque varios históricos tendrán la dicha de compartir escenario con jóvenes que crecieron al lado de la murga. "Es un orgullo y una responsabilidad volver a representar la voz de La Teja", afirma Charly Álvarez.
Bajo la pluma de Marcel Keoroglian preparan Revoluciones, un repaso por hitos que marcaron cambios desde la rueda a la inteligencia artificial, sin olvidar al propio Carnaval. La memoria, un pilar de esta murga obrera, será parte del discurso.
La Prueba y las sorpresas que movieron el tablero
El segundo puesto de Mi Vieja Mula fue el gran batacazo de la Prueba de Admisión. El colectivo llegó con 50 ensayos y aunque no lo esperaba, vivió el resultado como una caricia.
En su espectáculo, Una murga de la Unión, interpretan personajes que llegan desde la Unión Soviética al Uruguay de hoy y usan la murga como herramienta de protesta, con la ironía como sello.
Romina Repetto adelanta que habrá un salpicón con crítica al gobierno de turno, un cuplé sobre vínculos e ideología y otro sobre la procrastinación. Resta escribir un par de bloques y la retirada.
Jorge, la Revelación del Carnaval 2025, también se sorprendió con el cuarto puesto obtenido. Cristian Rodríguez cuenta que vivieron la prueba como "la actuación de sus vidas" porque se midieron con títulos de peso y ahora no dan más de la alegría.
Para febrero aprontan Este año hacemos de náufragos, donde una tripulación varada en una isla reflexiona sobre cómo empezar de cero una sociedad. Hurgan en temas como la familia y la política.
Títulos que consolidan su crecimiento
A la Bartola vivió su quinta Prueba con alegría, consciente de los pesos pesados que tenía enfrente. Pasarla fue síntoma de que son merecedores de hacer Carnaval, opina Pedro Alfonso.
En Profundo, su nueva propuesta, cada murguista encarna un personaje marino y es la excusa para pensar en lo que son y lo que quieren ser. Incluye un cuplé sobre el plástico, otro sobre la crisis de los 40 y una canción dedicada a la salud mental.
Un Título Viejo también celebró el pase: "Bajamos sintiendo que habíamos cumplido con la exigencia", asegura Fabricio Speranza.
En Bienvenidos los que no, la murga busca atraer gente nueva al Carnaval, y recorre escenarios cotidianos y absurdos. En la Prueba presentaron un cuplé donde viajan a la Luna para sumar adeptos. Su mirada editorial es de izquierda, pero no se limita al oficialismo, según su director.
En La Margarita vivieron la Prueba con nervios, pero seguros de su espectáculo. No tengo pruebas pero tampoco dudas está un 85% avanzado y trata sobre esos hábitos o conductas que repetimos por costumbre o presión social. "A veces estamos manejados por hilos que no vemos", dice María José Gardiol.
Por último, Gente Grande ensayó intensamente y pulió su texto hasta último momento. Clasificar décimos fue un logro.
Su espectáculo, Con eso no se jode, se mete con temas polémicos e incómodos: un cuplé sobre el porno para romper tabúes, otro sobre traumas de la infancia y una canción sobre el impacto del genocidio en Gaza. Hay un bloque previsto sobre la eutanasia.
La letrista Sofía Zanolli explica que buscan mezclar humor, crítica, reflexión, y sobre todo generar diálogo: "Queremos desmitificar eso de que hay cosas de las que no se habla".