"Un monopolio de casinos en Punta del Este es inconveniente", afirma el exviceministro de Turismo
Remo Monzeglio, destacado experto en turismo y hotelería, analizó el panorama económico, el gobierno de Yamandú Orsi, una nueva temporada de verano y la explotación de los casinos en Punta del Este.
El panorama económico, el gobierno de Yamandú Orsi, las expectativas ante el comienzo de una nueva temporada de verano, las oportunidades de inversión en el sector hotelero y la explotación de los casinos en Punta del Este motivaron el análisis de Remo Monzeglio, ex subsecretario del Ministerio de Turismo y actualmente consultor senior en MHM - Monzeglio Hotel Marketing, empresa que brinda servicios de asesoría y gestión de emprendimientos.
Desempeñó un rol clave durante la pandemia en el Ministerio de Turismo del gobierno anterior. "Quebraron gran cantidad de hoteles en todo el mundo y nosotros salimos adelante", afirmó en entrevista con El País.
Monzeglio hoy está abocado a trabajar con sus tres hijos, todos ellos profesionales de la hotelería y el turismo. Bari, el mayor, se ocupa de la Dirección de MHM y participa en los Directorios de los hoteles donde familiarmente integran el grupo inversor. Martín es el director del ITHU - Instituto Turístico Hotelero del Uruguay, institución que cuenta con más de 600 alumnos y donde han egresado los gerentes de los principales hoteles del país. Valentino, de 21 años, egresó este año de la principal escuela de Hotelería de Italia, donde Monzeglio se graduó hace medio siglo y hoy trabaja en el Hotel Park Hyatt de Place Vendome en París.
-¿Qué han dejado tantos años dedicados a la actividad política en el Partido Nacional?
-Este año puse fin a esa etapa de mi vida. Llegué a diputado suplente en dos legislaturas, siempre con una visión positiva y apoyando el desarrollo del país. Siempre traté de aportar y junto con Jorge Gandini, presentamos desde la oposición la iniciativa Tax Free, que permite la devolución del IVA a las compras que realiza un turista una vez que abandona el país. Esta propuesta fue de recibo del entonces ministro (Héctor) Lescano, quien la incluyó en la reforma tributaria y de impuestos que impulsó Tabaré Vázquez. En el año 2020, el presidente electo Luis Lacalle Pou me convocó para formar parte de su equipo de trabajo. Yo tenía un buen vínculo con Lacalle Pou desde el año 2008, siempre asesorándolo en materia de turismo. Fue un honor el haber integrado el elenco del gobierno anterior como viceministro de Turismo. Fue la culminación de prácticamente 50 años trabajando en hotelería y turismo en muchos países y en varias posiciones de distintas organizaciones. Me siento orgulloso de esa trayectoria y que hoy mis tres hijos sigan esos pasos.
-¿Qué recuerda en tiempos de pandemia en el Ministerio de Turismo con fronteras cerradas?
-Fue un desafío enorme pues se buscó impulsar la actividad dentro de ciertos límites muy restrictivos, logrando que el turismo interno creciera significativamente. En lo personal significó un cambio radical en mi vida pues me tocó seguir proponiendo una visión positiva en tiempos tan aciagos. Aún hoy mucha gente me saluda y me recuerda que de alguna manera fui la imagen optimista del gobierno hablando de turismo, de los pasaportes sanitarios, de los cruceros, cuando muy poco se sabía que nos depararía el destino. Yo siempre hablé que íbamos a salir de ese periodo tan oscuro; que iba a haber una luz al final del túnel y que estaba cerca. Así nosotros logramos salir adelante, magullados sí, pero no malheridos y eso es lo que hace que hoy podamos seguir viendo con optimismo el turismo pues en el 2023, post pandemia, logramos prácticamente igualar las cifras del mejor año en cantidad de turistas, que fue el 2017.
-¿Cómo observa la marcha de la economía y la gestión del gobierno de Yamandú Orsi?
-Con tranquilidad y cautela, deseando que nos vaya bien pues yo no le voy poner piedras a un gobierno del color que sea porque apuesto al futuro del país. Mi familia está actualmente vinculada con cuatro hoteles en Uruguay; tenemos además la Escuela de Hotelería y Turismo más grande del país y quiero que le vaya bien al Uruguay y al turismo, en particular. En la transición tuvimos un buen diálogo con las nuevas autoridades y yo antes que nada soy hincha del turismo uruguayo, independientemente del gobierno que esté. Yo creo que hemos adquirido una cierta madurez y que el turismo tiene que estar aislado de todos los avatares de la política.
-¿El nivel de competitividad, el costo del país, el precio del dólar preocupan al sector?
-Es un combo bastante difícil. Además se suma, como es una tradición en todas las administraciones, el presupuesto previsto para promover el turismo, que siempre es menguado: es lo que queda en la gran bolsa al final de la instancia parlamentaria. En Uruguay todos los que hemos pasado por el Ministerio de Turismo, durante los últimos gobiernos, coincidimos en que es ínfima la inversión del Estado respecto a los millones de dólares que genera la actividad, con impacto en varios puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
-¿Los argentinos son los que mueven la aguja en la dinámica del turismo en Uruguay?
-Los argentinos son los que mayoritariamente determinan una buena o mala temporada. Es un país con 48 millones de personas, que tiene el mismo idioma y las mismas costumbres ellos se sienten como en su casa; es un factor muy potente. Para esta temporada de verano a nivel general existe un optimismo razonable y esperemos que el mismo se concrete.
-Previo a la pandemia hubo un auge de aperturas de hoteles en todo el país. ¿Cómo define el momento que afronta el sector?
-Hay síntomas que nos hacen ser optimistas, en MHM actualmente estamos asesorando, en una etapa primaria, a dos grupos inversores para el desarrollo de dos nuevos hoteles, uno en Montevideo y otro en Punta del Este. Mientras tanto, a nivel del Poder Ejecutivo, se avanza en la reglamentación de la Ley de Alquiler de Vivienda Vacacional, en la que tuve una activa participación desde el inicio de nuestra gestión en el Ministerio de Turismo. Junto con mi asesor de aquel momento Julio Facal, abogado especializado en turismo, nos reunimos con las gremiales en marzo de 2020 y elaboramos el proyecto que después de varias modificaciones, con el empuje de Tabaré Viera de regreso al Senado, finalmente se aprobó y ahora está en etapa de reglamentación.
-Uruguay está ante la posibilidad de contar nuevamente con una aerolínea de bandera. ¿Cuál es su opinión?
-La aerolínea de bandera también es algo que se viene anunciado ya desde hace un tiempo. La concreción de esta iniciativa sería un motor para el desarrollo del sector turístico. Se propone una aerolínea de bandera uruguaya fundamentalmente desde la actividad privada. Hay optimismo pero hay que ver después las concreciones. No es fácil manejar una línea aérea. En el mundo, las principales compañías aéreas de bandera, en general, tienen apoyo de países muy poderosos, como los países árabes, por ejemplo, pero es una situación que está muy lejana de nuestra realidad. No es una tarea fácil, pero apoyamos que privados promuevan una aerolínea de bandera uruguaya.
-¿Cuál es su visión sobre el proyecto del Cipriani Resort, Residences y Casino, en el predio ex Hotel San Rafael en Punta del Este?
-Es un proyecto muy interesante más allá de las distintas opiniones y enfoques que pueden existir sobre el diseño. Este proyecto ha trascendido los distintos gobiernos. El mismo significa una importante incorporación de habitaciones al mercado y eso es siempre saludable, sobretodo bajo una grifa como Cipriani conocida a nivel internacional. Lo que aún no está del todo claro es el tema de la licencia para operar el casino privado.
-¿Cuál es la situación planteada con los casinos en Punta del Este?
-Hasta el momento la única licencia de casino privado la tiene el Hotel Enjoy Punta del Este y se otorgaba una nueva licencia de casino privado al proyecto de Cipriani bajo la exigencia de invertir un monto mayor que en su momento realizó Enjoy, ex Conrad. En ese escenario se proyectaba una competencia a nivel del hotel y del casino que es altamente saludable. Al ofertar Cipriani por la adquisición de Enjoy, aparentemente también quedaría bajo su operación la licencia del casino del hotel. Estimo que ya se expresarán las autoridades correspondientes pues el tema del juego es muy significativo, inclusive es mucho más importante que la propia explotación hotelera.
-¿Cuál sería el efecto si ambas licencias de los casinos de Punta del Este quuedan en manos del mismo operador?
-Es de presumir que la competencia desaparecería si en los hechos hay una sola licencia cuando el objetivo era que existieran dos, lo cual puede generar caer en un monopolio de casinos en Punta del Este, que no sería conveniente, Lo que se buscó mediante la ley es justamente lo opuesto, que hubiera competencia para ofrecer mejores productos los que finalmente terminan beneficiando a los clientes y al turismo del Uruguay.
-Después de tanta actividad empresarial y política, alejado ya de esta última, ¿cómo sigue su vida ahora?
-Ahora tengo más tiempo para dedicar a mi familia, a mis hijos y mi señora, en particular; volví al tenis diario con los amigos de toda la vida y estoy aprendiendo a jugar golf. Ya algún profesor ve futuro en mi, otro me dijo que me siguiera dedicando al turismo (risas).