‘Existen muchos espacios para innovar en fintech’: Krealo

En un momento en el que el capital de riesgo en América Latina atraviesa una etapa de mayor cautela, Krealo, el brazo de corporate venture capital del Grupo Credicorp, refuerza su apuesta por la innovación financiera en la región. Así lo explica Adolfo Vinatea, CEO de Krealo, quien destaca que, más allá de invertir en fintech, el objetivo es construir alianzas estratégicas que generen valor tanto para el grupo financiero como para los emprendedores. ¿En qué se enfoca Krealo? Krealo es el brazo de corporate venture capital de Credicorp. Nuestro rol es invertir en startups, principalmente fintech, pero con un propósito dual. Por un lado, buscamos retornos financieros; y por otro, catalizar la innovación dentro de Credicorp a través de alianzas estratégicas con las startups en las que invertimos, lo que llamamos partnerships. Creemos firmemente en una lógica gana-gana. Credicorp accede a nuevas tecnologías y modelos de negocio, mientras que las startups se benefician del acceso a clientes, canales de distribución, conocimiento regulatorio y expansión a nuevos mercados. Aunque nuestro equipo está basado en Lima, invertimos activamente en Perú, Colombia, Chile y México. ¿Cómo ve el ecosistema colombiano? En América Latina, Brasil y México concentran cerca del 70% del capital de venture capital, pero Colombia se está posicionando claramente como un tercer polo muy relevante. Tiene talento técnico de alta calidad, descentralizado en varias ciudades; una industria activa de inversionistas; apoyo institucional y regulatorio; y un historial creciente de rondas relevantes. Además, Colombia ha sido protagonista en tendencias clave como open finance, pagos digitales y billeteras electrónicas, así como en la llegada de grandes jugadores fintech globales. Todo esto nos confirma que es un mercado donde están pasando cosas importantes y donde vale la pena estar muy presentes. ¿Cuáles son hoy los principales retos? El venture capital enfrenta dos grandes desafíos. El primero es la disponibilidad de capital. El segundo reto es un mayor énfasis en los fundamentos. Tras los excesos de 2021 y 2022, hoy los inversionistas son mucho más rigurosos en analizar sostenibilidad y viabilidad de los modelos. ¿En qué verticales están concentrando hoy su estrategia de inversión? Fintech sigue siendo una prioridad, pero es un universo muy amplio. Por eso trabajamos con dominios estratégicos alineados con la agenda de innovación de Credicorp. Invertimos en pagos, préstamos a personas y empresas, infraestructura financiera y soluciones especializadas. ¿Cuánto está invirtiendo Krealo actualmente en la región? No podemos revelar montos específicos de Krealo, ya que Credicorp es una empresa listada en bolsa. Lo que sí puedo compartir es que el grupo destina hasta el 1,5% de su ROE (Return on Equity) anual a iniciativas de disrupción, lo que incluye a Krealo, laboratorios de innovación y otros vehículos. En términos de actividad, el año pasado realizamos dos inversiones nuevas y varios follow-on (oferta subsecuente). Este año cerraremos entre ocho y nueve transacciones, lo que refleja un ritmo muy activo. Nuestros cheques iniciales van desde US$1 millón hasta US$10 millones, con flexibilidad para liderar rondas, acompañarlas o incluso realizar inversiones de control cuando se justifica. ¿Cómo logran el vínculo entre las startups y Credicorp? Ese es uno de nuestros principales diferenciales. No solo invertimos, sino que trabajamos activamente para generar sinergias reales. Un ejemplo reciente es Welli: además de invertir, estamos explorando un piloto para llevar su modelo a Perú, apalancándonos en la red de servicios financieros y de salud del grupo. Muchas startups han encontrado en Credicorp a sus primeros grandes clientes o socios estratégicos. Por eso nos consideramos inversionistas activos, participamos en juntas, advisory boards y promovemos una colaboración constante. ¿Cómo ve el panorama del venture capital? Somos optimistas. Los ciclos políticos existen, pero no determinan nuestras decisiones de largo plazo. Colombia, en particular, no está sobrecalentada, hay competencia, pero aún existen muchos espacios para innovar, especialmente en fintech de infraestructura, pagos transfronterizos, soluciones B2B y servicios financieros especializados. El ecosistema colombiano es cada vez más completo, tanto en soluciones para personas como para empresas, y creemos que todavía hay mucho por construir. ¿Qué consejo le daría a los emprendedores fintech? Primero, entender profundamente la regulación y anticiparse a sus cambios. En muchos equipos exitosos vemos fundadores con experiencia legal o regulatoria, y eso marca la diferencia. Segundo, comunicar claramente cómo su innovación se traduce en un negocio sostenible. Hoy no basta con crecer rápido; los inversionistas quieren entender cómo se genera valor a largo plazo.