Inyecciones y edición genética prometen transformar el control del colesterol
Ya no se trata solo de tomar una pastilla diaria: nuevas terapias se aplican dos veces al mes o incluso de forma semestral, lo que facilita la vida de los pacientes. Algunas ya están disponibles en el país, pero el precio aún es una barrera.
Durante décadas, el control del colesterol "malo" (LDL) se ha apoyado en una idea simple: una pastilla diaria -estatinas- para reducir el riesgo de infarto y accidentes cerebrovasculares.
Pero ese modelo está empezando a cambiar. Hoy existen tratamientos más potentes y más fáciles de cumplir, porque apuntan a objetivos mucho más específicos dentro del organismo, lo que aumenta su efectividad. Además, se administran con menor frecuencia.
Así, inyecciones -e incluso terapias basadas en la modificación genética - están empujando una transición desde el tratamiento diario del colesterol elevado hacia esquemas más fáciles de sostener en el tiempo, algo clave en un problema silencioso pero masivo: la baja adherencia a los fármacos.
"Muchos pacientes olvidan tomar sus pastillas, que han sido muy buenas terapias para reducir el colesterol durante décadas. Pero además a muchas personas, quizá hasta 15%, les provocan dolores musculares y no pueden tolerarlas. Algunos tienen molestias tan severas que incluso con una o dos dosis deben suspenderlas", explica a "El Mercurio" Scott Wright, cardiólogo y profesor de Medicina de la Clínica Mayo (Minnesota, EE.UU.).
Wright es reconocido internacionalmente en el mundo de la cardiología, y ha liderado investigaciones en miles de personas, con foco en enfermedad coronaria -el daño en las arterias que irrigan el corazón- y descontrol del colesterol, áreas en las que ha contribuido a redefinir estrategias de prevención cardiovascular.
El experto visitó recientemente Chile para participar en el Congreso Chileno de Cardiología y Cirugía Cardiovascular en Santiago.
-¿Cómo funcionan las nuevas terapias para controlar el colesterol?
"Algunas de estas alternativas comenzaron a desarrollarse a inicios de los 2000 y lo que hacen es remover el colesterol de forma más eficaz de la sangre. Las opciones principales apuntan a una proteína llamada PCSK9, que regula cuán eficientemente el hígado elimina el colesterol LDL de la sangre. Inhibir esta proteína permite reducir el colesterol de forma mucho más potente que las estatinas tradicionales. Actualmente, tenemos tres terapias dirigidas a esa proteína, dos de ellas son anticuerpos monoclonales que se administran mediante inyecciones cada dos semanas y logran reducciones del colesterol LDL de entre 50% y 60%. La tercera es un fármaco más reciente que funciona como una especie de vacuna. Se administra solo dos veces al año y actúa directamente en el hígado, bloqueando la producción de la proteína PCSK9. Estas opciones son interesantes, porque, para la mayoría de las personas, recibir una inyección cada cierto tiempo es mucho más simple que acordarse de tomar una pastilla todos los días".
Varios de estos tratamientos se utilizan cada vez con más regularidad en Estados Unidos y Europa. Wright explica que si bien algunos están disponibles en Chile, su acceso sigue siendo limitado debido a su costo para el paciente.
"Estamos hablando de varios miles de dólares al año. Por otro lado, los sistemas de seguros todavía no los cubren completamente", advierte. Evolocumab, por ejemplo, es un anticuerpo inyectable que se aplica cada dos semanas y está disponible en el país. Su precio ronda los 600 mil pesos mensuales.
Wright comenta: "Es muy útil e importante que los países trabajen en mejorar el acceso, porque hoy sabemos que reduciendo el colesterol de forma temprana podemos retrasar el desarrollo de la enfermedad coronaria más allá de los 100 años. La idea es que las personas vivan sanas hasta edades avanzadas y mueran de viejas, no de un infarto".
-En los últimos años, la edición genética ha sido presentada como una posible solución definitiva para el colesterol alto. ¿Cuánto se ha avanzado en esto?
"Hoy, la terapia génica para el colesterol es más una aspiración y una promesa que una realidad clínica. Existen distintas estrategias en investigación, como la edición directa de genes para sustituir ciertos aminoácidos y reducir el colesterol de forma efectiva. Hay un estudio sobre esto que mostró reducciones de entre 50% y 60% en colesterol y triglicéridos, pero incluyó solo a 15 personas y hubo una muerte durante el seguimiento, aunque no se sabe si esto estuvo relacionado con la terapia génica. Además, entre 20% y 30% presentaron efectos adversos severos. A diferencia de enfermedades graves, como la anemia falciforme, donde la terapia génica ha mostrado ser útil y salvar vidas, en el caso del colesterol ya tenemos tratamientos muy efectivos y seguros inyectables. Por eso, hoy es difícil justificar el cambio en los genes, modificación que es permanente".
-De acuerdo al rumbo de las investigaciones, ¿cómo imagina que será el tratamiento del colesterol en 15 años más?
"Hace 25 años usábamos teléfonos fijos conectados a la pared. Hoy llevamos un smartphone en el bolsillo que nos hace más fácil la vida. En cardiología está ocurriendo algo parecido. El futuro estará marcado por terapias más específicas, más seguras y de administración poco frecuente, más fáciles de aplicar. Pero la prevención sigue siendo clave. Reducir el colesterol lo antes posible, no fumar, hacer ejercicio y mantener un peso saludable siguen siendo lo más importante para evitar un infarto".
-¿Ha visto algún cambio significativo en los últimos años respecto de quienes se ven afectados por problemas al corazón?
"Hemos visto que cada vez más personas jóvenes llegan con síndromes coronarios, y gran parte de esto se explica por obesidad y consumo excesivo de bebidas energéticas. Es un problema importante. También se suma el consumo de marihuana. Hemos observado muchos infartos en personas jóvenes asociados a su uso. No es una sustancia segura para el corazón. También influye la falta de ejercicio, pasar demasiado tiempo frente al teléfono o a los videojuegos, no jugar al aire libre, no correr ni andar en bicicleta, todo eso impacta directamente en la salud cardiovascular. Si los padres quieren ayudar a niños y adolescentes, es fundamental fomentar la actividad física, incentivar el deporte, salir a caminar juntos los fines de semana o andar en bicicleta. Mantenerse activos hace una diferencia real".
Mujeres y corazónWright comenta que en los últimos años también se ha determinado que la enfermedad coronaria no se manifiesta de la misma forma en hombres y mujeres. Según múltiples estudios, en muchas mujeres no hay obstrucciones visibles en las arterias principales, sino alteraciones en vasos más pequeños o en el flujo sanguíneo. Esto hace que los síntomas puedan ser distintos al dolor torácico clásico, como falta de aire, fatiga marcada, náuseas o dolor en espalda, cuello o mandíbula. El llamado es a consultar.