Lunes, 22 de Diciembre de 2025

El salario pleno

ColombiaEl Tiempo, Colombia 22 de diciembre de 2025

Padre Diego Marulanda
Para aprender lo esencial se requiere humildad

Padre Diego Marulanda
Para aprender lo esencial se requiere humildad. Lo esencial no lo venden ni lo importante se puede comprar. La vida físico-biológica es muy corta. Sin darnos cuenta vivimos ‘afuera de la vida’. Gastamos el tiempo, nuestro mayor activo, en conseguir cosas para luego tener que defenderlas. Tal vez este sea la causa de tantas formas de violencia en las que todos somos actores. Como humanidad somos más indiferentes a la vida, al dolor del otro, a la belleza que revela la naturaleza. La sabiduría, que trasciende el conocimiento, consiste en aprender a volver al origen, a lo natural, a lo genuino. Quienes aprenden a vivir en el tiempo interior, están siempre prestos a agradecer hasta el más pequeño detalle que revela la vida. La plenitud nos llega de la economía de la gratitud: una sonrisa incondicional de quien pasa por la calle, un saludo alegre de un extraño, la lluvia que llega sin llamarla, los colores de la naturaleza que visten de belleza lo ordinario. Estas manifestaciones plenas no tienen precio porque hacen parte de la economía de lo que nos es dado, es decir, de lo que tiene valor. Si nos detenemos en esa vida profunda y en la interioridad, nos asombramos de que lo que nos hace realmente felices es lo que no tiene precio. Este es un tiempo para aprender que la humildad, cuando toca nuestra carne, nos ayuda a responder la pregunta: ¿dónde estoy? Pareciera que hay muchos tiempos y lugares por donde pasa nuestra vida, pero escasea la misma vida como tiempo y lugar. Vamos tan rápido que no tenemos tiempo para agradecer lo recibido. Este presente es una gran oportunidad para un nuevo nacimiento en tu familia, en tu empresa y en los lugares donde te enseñen y aprendas que es el valor de la vida el que nos inspira a presupuestar el salario pleno para el 2026. Como dice el apóstol Juan, "si no alcanzas el salario pleno, tu trabajo se pierde". No podemos aspirar sólo a lo mínimo sino, sobre todo, a lo pleno, que no es sinónimo de mucho, sino de lo esencial que hace viable nuestra realización como seres humanos. Lo justo hay que pensarlo de forma más integral; no solo en términos económicos, pues es algo esencialmente vinculado a los anhelos más profundos del corazón humano e incluye el reconocimiento de la dignidad del otro, la promoción de sus talentos, el equilibrio entre vida familiar y trabajo. De cara al cierre de este año y al inicio del que llega es necesario redefinir las aspiraciones como colombianos. Fuimos creados para la plenitud. Repensemos lo que es realmente básico, que no se reduce a lo económico, sino que implica esperanzas más profundas y ricas de la vida humana, que se resumen en lo que canta el villancico: "El mundo muere de frío, el alma perdió le calor, los hombres no son hermanos, al mundo le falta amor". ¡Feliz Navidad, Colombia!
Rector General Universidad Pontificia Bolivariana.
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