León pide la paz en Medio Oriente y el diálogo en la guerra de Ucrania
El Papa retomó, además, tras más de 30 años, la tarea de encabezar la misa de Navidad.
El Papa León hizo del llamado a la paz y la reconciliación el centro de su primer mensaje de Navidad como líder de la Iglesia, en una bendición Urbi et Orbi (A la Ciudad y al Mundo), en la que invitó a "superar los conflictos", tanto entre personas como a nivel internacional.
Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, y frente a decenas de miles de personas que se reunieron en los alrededores a pesar de la lluvia, León pidió "justicia, paz y estabilidad para el Líbano, Palestina, Israel y Siria", y envió un saludo a los cristianos de Medio Oriente. "He escuchado sus temores y conozco bien su sentimiento de impotencia ante las dinámicas de poder que los superan", afirmó.
El Pontífice tuvo palabras especiales para algunas de las principales zonas golpeadas por conflictos en esa región, al recordar a "quienes ya no tienen nada y lo han perdido todo, como los habitantes de Gaza", y a "quienes padecen hambre y pobreza, como el pueblo yemení".
Con la guerra en Ucrania encaminándose hacia su cuarto aniversario, en medio de negociaciones impulsadas por EE.UU. para que Kiev y Rusia logren un acuerdo de paz, el Papa llamó a que "cese el estruendo de las armas y las partes implicadas, con el apoyo de la comunidad internacional, encuentren el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa".
León también pidió por las personas en conflictos "olvidados", como los de Sudán, Sudán del Sur, Malí, Burkina Faso y la República Democrática del Congo, y por quienes "huyen de su tierra en busca de un futuro en otra parte, como los numerosos refugiados y migrantes que cruzan el Mediterráneo o recorren el continente americano".
El retorno de una tradición
El mensaje del Papa llegó justo después de que encabezara la misa de Navidad, una tradición que León recuperó tras 30 años sin que un Pontífice la realizara. El último en haber oficiado una de estas misas fue Juan Pablo II, en 1994, una misión que posteriormente fue delegada a distintos cardenales.
En su homilía, León subrayó que la paz solo puede surgir a través del diálogo. "Habrá paz cuando nuestros monólogos se interrumpan y, enriquecidos por la escucha, nos arrodillemos ante la humanidad del otro", manifestó el Papa, el primero en la historia de origen estadounidense.
Desde el interior de la basílica de San Pedro, el Papa denunció la "absurdidad" de los discursos belicosos y las "heridas abiertas" que dejan las guerras en el mundo. "Frágil es la carne de las poblaciones indefensas, probadas por tantas guerras en curso o terminadas dejando escombros y heridas abiertas", afirmó el Pontífice.