Colectivos de instituciones destacan la sostenida caída demográfica y el "corrimiento" de la población con mayor poder adquisitivo a Canelones y Maldonado, entre los motivos que impactan en el sector.
Seis colegios anunciaron este año su cierre a partir de 2026, entre ellos una institución que permaneció activa por 158 años. Esto reavivó el debate sobre la sostenibilidad de los centros privados, en medio de un
escenario de caída de nacimientos desde hace una década, lo cual impacta también en las aulas de escuelas públicas.
El
cierre del Colegio y Liceo Inmaculada Concepción, "
Los Vascos", por problemas económicos y baja matrícula, fue el caso más sonado, ya que la institución abrió en 1867. Pero también bajarán la cortina el
Instituto Gaia (Maldonado), el colegio
Rosa Mística, dependiente de la congregación católica las Hermanas de las Providencia; el colegio de la
Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), el colegio
Sonrisitas y la escuela especial
Clínica del Cerro, todos por motivos similares.
La cifra de
colegios privados que notificaron este año su retiro se mantiene con respecto a la reportada en 2024. En los últimos años, se ha visto que el cierre es de centros católicos y no confesionales, con decenas de alumnos, ubicados en Montevideo y el interior, que cobran una cuota escolar media, pese a las facilidades que brindan varias instituciones.
En todo el país, hay unos 360 colegios habilitados y 18 autorizados. Un 15% de la población escolar uruguaya asiste a centros privados. En 2025 totalizaban 70.505 alumnos entre Inicial, Primaria y Especial privada, según datos oficiales. Esto supuso una caída frente a los 71.016 que asistían en 2024, según datos del
Observatorio de la Educación (ANEP).
Con proyecciones oficiales que marcan un
descenso de la población en edad escolar local en los próximos años, sumado a las declaraciones que realizó sobre el tema el cardenal
Daniel Sturla en entrevista con El País, se reavivó la siguiente interrogante: ¿los colegios privados están en crisis?
El presidente de la Asociación de Institutos de Educación Privada (
Aidep),
Alejandro di Lorenzi, y el director nacional de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (
Audec),
Ignacio Cassi, indicaron a El País de que no se podría catalogar de crisis, y que mientras algunos centros cierran, otros abren. Ambas asociaciones nuclean a unos 220 centros.
"No creo que haya una crisis en el sector. Sí hay un tema demográfico que es ajeno a los colegios, pero que termina impactando aquí. Las inscripciones en términos generales vienen bien", indicó Di Lorenzi.
"Sería demasiado tremendista hacer una declaración de crisis", señaló, por su parte, Cassi. El directivo planteó que además del aspecto demográfico, también está en juego la movilidad de la población entre departamentos, pero que la situación de los colegios es "heterogénea".
"Hay alerta para algunos y para otros una oportunidad. Hay colegios en Canelones y Maldonado que están creciendo, y que seguramente sigan creciendo, porque la población con mayor poder económico está migrando hacia allí", sostuvo Cassi.
"Los cierres de los colegios fueron situaciones puntuales, que tenían que ver de pronto con propuestas pedagógicas que no pudieron aggiornarse adecuadamente y esas comunidades fueron decreciendo paulatinamente. No hubo nada abrupto, fueron procesos en los que terminaron cerrando", puntualizó Di Lorenzi.
Además remarcó que no advierten una crisis, sino un "reordenamiento" en el sector, en virtud de un "impactante" descenso poblacional. "Desde 2017 a 2024, la educación privada tuvo un 30% menos de matrícula en el nivel inicial", marcó Di Lorenzi. Quien también ponderó la migración desde Montevideo hacia zonas costeras y más al este, como Maldonado, lo que también genera el "corrimiento" de algunos centros hacia allí. "Los colegios se están readecuando a esta nueva realidad demográfica", enfatizó.
"Muy reduccionista"
Consultado sobre el cierre de colegios católicos, Sturla dijo a El País que tienen una "traba" con el pago por antigüedad que se paga a los docentes. "Plantear la antigüedad como el epicentro de los factores de estrés del funcionamiento del sector es muy reduccionista y atenta claramente contra los derechos laborales", respondió el integrante del sindicato de colegios (Sintep),
Sergio Sommaruga a El País.
"Va a abaratar más la mano de obra, que ya está abaratada con respecto al público, y no va a resolver el problema", apuntó el sindicalista, que llamó a hacer un análisis de las "condiciones estructurales" del sector. Por un lado, cuestionó que "cualquier persona pueda abrir un colegio, en cualquier momento", por el "desfasaje" que entre la cifra de instituciones y la matrícula.
Sommaruga además cuestionó la "asimetría gigantesca" entre el sector público y el privado, por la distancia de unos $ 1.200 entre el valor hora semanal mensual (HSM) de los colegios, frente a un cargo grado 1 -el más bajo- de docente en la escuela pública. En ambos casos sobre 20 horas semanales de trabajo.
Si bien reconoció que hay un "sobrelaudo" de los colegios, es decir, que pagan por encima del umbral mínimo fijado, destacó que son "contados con los dedos de una mano" los privados que pagan por encima del laudo público. "Si en el sector privado eliminas la antigüedad o la reducís, aumentas más la brecha remunerativa", dijo.
También planteó que el sistema público paga antigüedad a partir de los grados de los docentes por la carrera funcional, que en el sistema privado no existe y Sintep insiste con aplicarla. "Hay una brecha salarial, una brecha con respecto a la antigüedad, que es mayor que la que paga el sistema privado, y una brecha de profesionalización", agregó.
"Mayor sinergia con el Estado"
Frente a este panorama de caída poblacional, se abre la "oportunidad" de una "sinergia con el Estado mayor a la que hemos tenido, tanto con la infraestructura como por los servicios complementarios que se pueden ofrecer, para que la situación sea más viable", dijo el presidente de Audec, que nuclea a unos 150 colegios.
Consultado sobre si el valor de la cuota escolar actual puede estar afectando a los colegios privados, Cassi valoró que de registrarse un descenso en la matrícula no se puede explicar "mayormente" por eso. Hay colegios con cuotas que superan los $50.000 por mes, pero varios instituciones ofrecen becas hasta completas a sus alumnos, según cada caso. Los institutos de enseñanza privada tienen exoneración de impuestos, de acuerdo al artículo 69 de la Constitución.
"Algunos colegios tienen menos de 200 alumnos y otros de casi 2.000, con contextos geográficos y socioeconómicos bien distintos", agregó. "Si el centro es chico y está muy justo, perder unos 20 alumnos es mucho, pero para un colegio más grande esa cantidad no mueve (la aguja) por volumen", puntualizó el directivo.
Unos 70.500 niños inscriptos a colegios privados
La matrícula de colegios privados (habilitados y autorizados) en este año llegó a 70.505 alumnos en todo el país, según datos oficiales. En diferente proporción, en línea con la población, hay alumnos en los 19 departamentos.
Del total de anotados en colegios privados, 21.136 estaban inscritos en Inicial, 47.697 en Primaria común y 1.675 en Educación Especial. La mayoría de los estudiantes del privado se concentran en Montevideo (40.694), Canelones (10.991) y Maldonado (6.412).
Tomando en cuenta solo Inicial de colegios privados, 233 bebés estaban en nivel 0, 4.629 niños estaban en nivel 3 y 6.227 en nivel 5. En centros de Montevideo (11.522) asisten la mayoría de los 21.136 que van a jardinera privada, seguido de Canelones (3.378) y Maldonado (2.090).