Sábado, 27 de Abril de 2024

Dos técnicos, un sueño por cumplir

ColombiaEl Tiempo, Colombia 15 de julio de 2018

Zlatko Dalic nació hace 51 años en Livno, en la antigua República Federativa Socialista de Yugoslavia, hoy, territorio de Bosnia-Herzegovina

Zlatko Dalic nació hace 51 años en Livno, en la antigua República Federativa Socialista de Yugoslavia, hoy, territorio de Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, tras la división de las repúblicas yugoslavas, este entrenador, considerado héroe y milagro se ve como uno más de los cuatro millones de croatas. Es un hombre que se ha hecho a puro pulso, con un bajo perfil, pero que en tan poco tiempo ya ha brindado las satisfacciones que logró el seleccionado vatreni (fuego) hace 20 años, cuando finalizó en el tercer lugar en Francia 98. "Junto a Uruguay somos el país más pequeño en disputar la final de un mundial. Hemos escrito nuestros nombres en la historia en la que quizá sea la gesta deportiva más grande de nuestro deporte. Y nuestro eslogan en el autobús lo dice todo: ‘Un país pequeño, grandes sueños’. Eso es lo que nos identifica", anticipa Dalic antes de la final contra Francia. Hace menos de un año, Dalic era casi un don nadie, había dirigido equipos con los que logró títulos, pero su nombre no era de los más reconocidos. Hasta que el presidente de la federación croata, Davor Suker, lo llamó de emergencia para que dirigiera el último partido de la eliminatoria de Croacia frente a Ucrania. "Es el carácter nuestro, está en nuestro ADN el que seamos tan competitivos. Pero la clave es la unión. Otras veces hemos tenido grandes individualidades y no logramos nada. Ahora ha llegado nuestra gran oportunidad, nuestro reto, y no la vamos a desaprovechar. Nuestro camino ha sido largo, difícil y con sufrimiento, pero así han sido nuestras vidas. Estamos acostumbrados a eso y tenemos el coraje para lograrlo", aseveró el DT.
Dalic, el entrenador milagroso de Croacia
redacción deportes@ELTIEMPO
Didier Deschamps saborea la final del Mundial de Rusia. Está a pocas horas de buscar el título mundial, el mismo que él ganó como jugador en el 98. Ahora en lo único en lo que piensa es que esta generación de futbolistas logren ese mismo trofeo. "Tengo un equipo muy joven, con un margen de progresión importante. Los jugadores que están aquí serán todavía más fuertes dentro de dos o cuatro años, pero ya ahora son competitivos. No hacemos todo bien, pero estoy muy orgulloso de ellos, de su carácter. Con un espíritu así se puede hacer de todo", se felicitó. "Podía parecer presuntuoso que algunos dijeran antes del torneo que querían ser campeones, pero se han regalado esa posibilidad. Puede que lo seamos, aunque todavía no lo somos", dijo. Capitán de la Francia que levantó su único trofeo mundial en 1998 y ahora a un paso de conseguir el segundo desde el banco, Deschamps quiso destacar la importancia de sus jugadores. "Hay que vivir su tiempo. Yo no les hablo nunca de mi historia. Ellos la conocen, algunos ni siquiera habían nacido, solo vieron imágenes. Ahora estoy con ellos para escribir una nueva historia, la más bella posible", aseguró. El equipo dirigido por Deschamps cayó en la final de la Eurocopa del 2016 contra la Portugal de Cristiano Ronaldo. Recuperada y rejuvenecida, Francia llegó a este Mundial como una de las candidatas al título. "No es poco dos finales en dos años. El deporte nos da el poder de dar felicidad a la gente, de compartir esto con los hinchas franceses. Vamos a hacer lo posible para que todavía haya más felicidad. No nos sentimos favoritos, por eso hay que trabajar", dijo.
Deschamps va ahora por el título como DT
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