Mirtha
A sus 92, su retiro parece inimaginable
A sus 92, su retiro parece inimaginable. Y aunque un problema intestinal obligó a internarla y operarla de urgencia, el domingo, un día antes, hizo su programa nocturno de dos horas con algo de fiebre y los síntomas bien escondidos. Como siempre, sus eternos seguidores la vieron el sábado con su sonrisa de bienvenida y su estilo inconfundible, al que con el tiempo incorporó preguntas sin filtro que desconciertan a los entrevistados.
Ninguno de sus invitados notó su padecimiento y, dicen, gran parte de su equipo tampoco lo supo. Ante ellos actuó con el mismo rigor profesional de cada programa. Su hija, Marcela, comentó que cuando el domingo a la mañana le planteó ir a hacerse estudios que le impedirían llegar a conducir durante dos horas, el domingo al mediodía, respondió, preocupada: "¿Qué va a decir la prensa?".
No se imagina sin trabajar y persiste para desmentir cada año un retiro que viene anunciando desde finales de la década del cuarenta.
Más de cincuenta años en pantalla haciendo un programa de entrevistados que disimulan comer para no atragantarse con una respuesta. Un menú a prueba del tiempo convertido en un clásico como su creadora.