Papeleros y cartoneros con una visión más ecológica

Desde la primera vez en la historia de Colombia que se tiene registro del reciclaje de papel y cartón, en 1944, el crecimiento no lista solo de la consciencia por parte de los consumidores, sino también de este negocio que ha ido en aumento. De acuerdo con la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la Andi, solo en 2018 la recolección de papeles y cartones fue de 887.789 toneladas, y el consumo de desperdicios de papeles y cartones para la producción de nuevos materiales de este tipo fue de 1.022.02 toneladas, de las cuales 135.528 toneladas fueron importadas. Por su parte, el incremento en el consumo de fibra secundaria, respecto al 2017, fue de 11 por ciento; y las tasas de recolección de papel y cartón fueron del 50 por ciento, de reciclaje, 58 por ciento y de empaques, 72 por ciento. Como lo demuestra el gremio, las tasas de reciclaje en el país son comparables con los estándares internacionales, en total se registran en Colombia 920.622 toneladas de papel y cartón reciclada, de las cuales el 89 por ciento son de origen nacional y el 11 por ciento importadas. Isabel Cristina Riveros Pineda, directora de la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la Andi, explica que "el reciclaje hasta antes de la última década fue promovido por actores privados: empresas transformadoras que toman los residuos de papel y los convierten en nuevos empaques o papeles suaves, recicladores de oficio, bodegueros, entre otros". Hoy en día también avanzan políticas de tipo gubernamental que lo fomentan entre la población. Muestra de ello es la Alianza nacional para el reciclaje inclusivo, iniciativa que desde el 2014 busca promover la formalización y fortalecimiento de los recicladores de oficio a nivel nacional, que este año la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la Andi lidera con el apoyo del Ministerio de Vivienda. Dentro de las líneas de acción de este programa se encuentran: incentivar las cadenas de valor inclusivas, fomentar los sistemas urbanos de reciclaje inclusivo y fortalecer de manera integral las organizaciones. Un compromiso ambiental El origen de la fibra virgen y reciclada que utilizan las empresas del sector no solo garantiza la protección de bosques naturales sino que contribuye a disminuir impactos ambientales. Es por eso que cabe resaltar algunas buenas prácticas que impactan directamente en fabricación de estos materiales, pero todo empieza por la materia prima, cuyas fuentes son sostenibles. Entre otros, se involucran en el proceso productivo insumos como madera de plantaciones forestales certificadas internacionalmente en manejo responsable; bagazo de caña, residuo de producción agroindustrial del azúcar, la panela y etanol; y la fibra secundaria, residuos de papeles y cartones. En Colombia, el 60,81 por ciento de la celulosa que se fabrica es fibra reciclada, un 26,75 por ciento fibra de madera, un 12,42 por ciento fibra de bagazo de caña, y un 0,01 por ciento proviene de otras fibras, según cifras de la Cámara de la Industria de Pulpa, Papel y Cartón de la Andi. "Es importante resaltar que para que el ciclo de vida del papel se mantenga, es necesaria la incorporación de fibra virgen al ciclo, ya que el reciclaje de una fibra es limitado (entre 5 y 7 veces). Estudios indican que si únicamente nos dedicáramos en el mundo al reciclaje tendríamos suministro de productos de papel por tres meses", agrega su directora. Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO y RISI indican que en el mundo se fabrican 409 millones de toneladas de papel y cartón anualmente, de estas el 40 por ciento provienen de fuentes maderables, 57 por ciento fibras recicladas y 3 por ciento fibras alternativas, de ese 3 por ciento el 0,6 por ciento de la producción es con fibra caña de azúcar. Y precisamente con este último insumo mencionado es que compañías como Carvajal Pulpa y Papel, que participa del 65 por ciento del mercado colombiano y exporta 29 por ciento de su producción, ha fortalecido su propuesta de valor, la cual se focaliza en ofrecer al mercado papeles y cartulinas fabricados con bagazo de caña de azúcar. La tendencia mundial es a preferir productos sostenibles, asimismo ocurre en la industria del cartón, como lo señala Julián Arévalo, gerente comercial de Cartonera Nacional. "La demanda de corrugados crece dependiendo de lo bien que vaya el sector industrial en general, pero en Colombia viene creciendo en consumo de corrugados jalonado por algunos sectores como el agrícola y alimentos. En nuestro caso trabajamos con materiales 100 por ciento reciclados". Con molinos en Ecuador, cuentan con la tecnología para fabricar papeles de alta resistencia con fibras recicladas del tipo DKL (provenientes de recortes de cartón que se aprovechan después de fabricar cajas para banano) y OCC (cartón recuperado de varios usos). "Una ventaja competitiva por el tipo de DKL, el cual se compone de recortes de cajas para banano que a su vez son fabricadas con especificaciones de alta resistencia, es que en todos los nichos que atendemos se puede utilizar el cartón reciclado", comenta Arévalo. La sostenibilidad se ha convertido en la bandera dentro los planes estratégicos de la industria colombiana de pulpa, papel y cartón, la cual en su rol en la promoción del reciclaje y el consumo de material reutilizado, es un actor clave para cumplir las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.