El Comercio, Perú
21 de junio de 2019
Antigüedad ? Como si se tratara de una ciudad moderna, los habitantes de un antiguo asentamiento en Turquía tuvieron que lidiar con una dieta alta en carbohidratos, violencia interpersonal e insalubridad.
Por Richard García?El Mercurio? de Chile
Una dieta mayormente basada en carbohidratos, sedentarismo, potencial exposición a enfermedades infecciosas, hacinamiento, alto riesgo de violencia interpersonal. Parece la descripción de la vida de ciudadanos de una metrópolis del mundo moderno, pero en realidad se trata del perfil de los habitantes de Çatalhöyük, uno de los primeros y mayores asentamientos del Neolítico, en lo que hoy es Turquía, hace unos 8 mil años.
La reconstrucción de este momento clave de la historia ha sido posible gracias al análisis biológico, químico y morfológico de los restos de 742 personas de distintas edades y sexos que habitaron este asentamiento entre 9100 a 7950 años antes del presente.
?Espejo del futuro?
La investigación fue liderada por el antropólogo Clark Larsen, de la Ohio State University (EE.UU.).
Se trata de un asentamiento que resulta uno de los mejores ejemplos de la transición desde la caza y recolección de alimentos a la agricultura, y el surgimiento de las sociedades.
Los habitante de Çatalhöyük residían en casas rectangulares de adobe sin calles. Se accedían a estos hogares desde el techo, por escaleras, y los que ahí dormían no necesariamente estaban emparentados entre sí.
?Parece probable que hubiera habido algún tipo de estructura en la comunidad. Todos los indicadores basados en la cultura material y la vivienda sugieren que era de tipo igualitaria?, comenta Larsen a ?El Mercurio?.
?La comunidad de Çatalhöyük es un espejo de los problemas de la sociedad moderna, especialmente respecto de muchos lugares del mundo donde hay aglomeraciones, problemas con el saneamiento, la violencia interpersonal y la dependencia de dietas altas en carbohidratos derivados de granos domesticados?, asegura.
A partir de la edad de muerte y características físicas de los restos, la investigación reveló que, a medida que la comunidad se fue desarrollando, se produjo un aumento de la fertilidad y la tasa de natalidad. Esto llevó a un incremento de la población de 3.500 a 8.000 individuos en un lapso de apenas 200 años (entre el 8700 y 8500 antes del presente).
Este explosivo incremento en Çatalhöyük habría influido negativamente en el entorno ambiental. Es así como disminuyó la disponibilidad de madera para la construcción y combustible, y aumentó la superficie de pastoreo necesaria para cubrir la demanda de sus habitantes.
La agricultura consistía en trigo, cebada, centeno, guisantes y lentejas. Los trituraban y preparaban en la forma de panes y papillas.
El consumo de estos carbohidratos vegetales incidió en la generación de caries y otras infecciones periodontales. La dieta animal incluía principalmente cabras y ovejas, a las que se sumaban además asnos, liebres, ciervos, pescados y mariscos.
El hacinamiento que alcanzó Çatalhöyük también derivó en un aumento de la exposición a patógenos, especialmente derivados de las ovejas, ya que había una mínima separación entre las viviendas y los sitios donde las guardaban.
El análisis reveló en el mismo período un aumento de la violencia interpersonal debido a las condiciones de hacinamiento, que se refleja en el aumento de heridas traumáticas. De 93 individuos analizados, 25 presentaron fracturas en el cráneo causadas por objetos duros y redondos. Las más afectadas fueron las mujeres, que además habrían sido agredidas en varias ocasiones.
10 mil
años atrás los cazadores recolectores se establecieron para convertirse en agricultores.
