El béisbol invernal da señales de vida

Mañana arranca una nueva temporada de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) y, por primera vez en mucho tiempo, percibo algo de expectativa en ese termómetro que son las redes sociales.
La administración liguera, finalmente, entendió que su producto no se puede vender por sí solo, considerando la ausencia de estrellas entre los jugadores. Se necesita un buen apoyo de redes sociales y un trabajo de mercadeo que debe realizarse desde antes que se cante el primer playball.
En las pasadas semanas, he visto muchísima actividad por parte de la liga y de los equipos en todos mis canales de redes sociales. Los Cangrejeros de Santurce e Indios de Mayagüez celebraron por separado actividades para compartir con fanáticos en sus respectivos estadios y publicaron las imágenes en sus perfiles de redes sociales. Mientras, los Criollos de Caguas tenían pendiente una firma de autógrafos ayer en la tarde en una cervecería de su pueblo.
Son actividades que quizás se han dado en años anteriores, pero ahora se están difundiendo mejor.
La liga, como ente central, también ha trabajado en promocionar su arranque de temporada y esta semana tuvo a Carlos Baerga como su representante en varios programas de radio y televisión.
Además de los Cangrejeros y los Indios, en esta temporada también estarán activos los Criollos de Caguas, Gigantes de Carolina y Atenenienses de Manatí, un aumento de los cuatro equipos del año pasado y otro elemento que hará más atractiva esta campaña 2019-2020.
Como cereza en el pastel, la Serie del Caribe del 2020 será en el estadio Hiram Bithorn, por lo que la fiesta beisbolera en la isla continuará más allá de la serie final de la LBPRC.
¿Tendrá todo esto algún efecto y mejorará la asistencia a los parques? No espero ver un impacto inmediato, pues es muy difícil convencer al fanático casual de un día para el otro. Sin embargo, el mero hecho de que la liga se ha metido en la conversación antes de que inicie la campaña es una señal de que el béisbol invernal está vivo y coleando.