Viernes, 19 de Abril de 2024

Más allá de las promesas de Trump, las deportaciones disminuyeron este año

Costa RicaLa Nacion, Costa Rica 17 de diciembre de 2019

Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas arrestaron a cerca de 143.000 inmigrantes al interior del país entre octubre de 2018 y setiembre de 2019, un 10% menos que el año fiscal previo.

Washington. Los arrestos y deportaciones de inmigrantes no autorizados en zonas lejanas a la frontera estadounidense se redujeron durante el último año, de acuerdo con información publicada el 11 de diciembre. Esto representa un contraste marcado con los "millones" de deportaciones que el presidente Donald Trump prometió este verano.

Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) arrestaron a cerca de 143.000 inmigrantes al interior del país entre octubre de 2018 y setiembre de 2019, un 10% menos que el año fiscal previo. Este es el nivel más bajo de arrestos desde que Trump asumió la presidencia, según las declaraciones que hicieron funcionarios de ICE este 11 de diciembre.

Las deportaciones desde el interior también se redujeron un 10%, de 95.360 a 85.958.

Matthew Albence, director en funciones de ICE, atribuyó los declives a la reasignación de recursos a la frontera con México, donde el aumento de los inmigrantes que buscan asilo ha exigido mayores recursos federales. En mayo, las autoridades arrestaron a más de 144.000 inmigrantes en la frontera, la cifra mensual más alta en más de una década.

"Como resultado directo de lo sucedido en la frontera, tuvimos que disponer de recursos, lo que resultó en menos arrestos dentro de Estados Unidos", dijo Albence.

Los agentes de ICE ayudan con frecuencia a los funcionarios fronterizos con el transporte, el procesamiento y la deportación de inmigrantes. De los 267.258 inmigrantes deportados por ICE en la frontera y en el interior de Estados Unidos, el 68% fueron inmigrantes arrestados por agentes fronterizos. Los funcionarios de inmigración también tienen permitido agilizar deportaciones en la frontera, una opción que no está disponible para aquellos capturados en el interior de Estados Unidos. En la actualidad, el gobierno está luchando en los tribunales para ampliar estas "expulsiones aceleradas".

Trump ha presionado para que el Departamento de Seguridad Nacional aplique políticas estrictas que restrinjan la inmigración dentro de Estados Unidos y deporten a aquellos sin estatus legal. Sin embargo, su gobierno sigue rezagado en comparación con la presidencia de Obama, la cual expulsó a 409.849 personas en 2012, una cifra récord.

En junio, Trump sorprendió a muchos funcionarios de inmigración cuando anunció a través de Twitter que ICE se estaba preparando para "iniciar el proceso de expulsión de millones de extranjeros ilegales que han conseguido entrar a Estados Unidos de manera ilegal". El presidente y Mark Morgan, que era el director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en aquel momento, afirmaron que se iban a realizar redadas a nivel nacional contra familias que hubiesen cruzado la frontera recientemente.

La operación demostró ser poco eficaz. Solo unas cuantas decenas de inmigrantes fueron arrestados en las semanas siguientes a las redadas.

Albence afirmó el 11 de diciembre que en 2019 su agencia había deportado a más de 5.700 inmigrantes que llegaron a Estados Unidos acompañados de un familiar, un incremento comparado con los 2.711 del año anterior.

Si bien las deportaciones y los arrestos disminuyeron en el último año, la población retenida en las cárceles de ICE continuó elevándose debido a los inmigrantes capturados en la frontera y a los esfuerzos del gobierno para restringir el número de inmigrantes puestos en libertad.

En un día promedio en 2019, más de 50.000 inmigrantes estuvieron bajo custodia de ICE, un incremento del 19% con respecto al año anterior. Más de 3,2 millones de inmigrantes sin estatus legal permanente se han integrado a la sociedad mientras sus casos con ICE siguen en curso. El retraso de los trámites en el tribunal de inmigración también sobrepasó el millón de casos a principios de este año.

"Eso quiere decir que hay un montón de personas en el país que están aquí con el consentimiento del gobierno, esperando a ver qué sucede con sus casos", afirmó Theresa Cardinal Brown, directora de inmigración y política transfronteriza del Centro de Políticas Bipartidistas.

Los críticos afirman que el gobierno sigue demasiado enfocado en deportar inmigrantes que tienen infracciones leves y no representan una amenaza para la seguridad. Algunos demócratas y defensores de inmigrantes han pedido que ICE sea abolido, criticando sus tácticas de detener inmigrantes en los tribunales y arrestar a cientos en redadas en los lugares de trabajo.

El órgano de investigación de ICE, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, también ha sido blanco de críticas recientemente por haber creado una universidad falsa con el fin de reclutar de manera engañosa a cientos de estudiantes nacidos en el extranjero que buscaban permanecer en el país, y luego detener a muchos de ellos.

Albence mencionó "los retos que estamos enfrentando con las llamadas ciudades santuario" como parte de la razón por la que han disminuido los arrestos y las deportaciones. Esas localidades se rehúsan a cooperar con las solicitudes de ICE de entregar inmigrantes no autorizados que están detenidos en centros de la región.

Albence afirma que ese tipo de solicitudes de ICE reducen las amenazas a la seguridad pública. Sin embargo, no se ha encontrado evidencia en varios estudios de que exista un vínculo entre la inmigración ilegal y la delincuencia.

En los años finales del gobierno de Obama, ICE le dio prioridad a expulsar inmigrantes no autorizados con antecedentes criminales. Trump, sin embargo, firmó una orden ejecutiva en 2017 que instruye a los agentes a no ser selectivos con las deportaciones. De los 143.099 inmigrantes arrestados por ICE el año pasado, el 64% había sido condenado por un delito.

Si bien los funcionarios del gobierno resaltan los delitos violentos cometidos por inmigrantes no autorizados, la mayoría de las sentencias penales de los deportados eran infracciones de tráfico o por haber conducido bajo la influencia del alcohol.

"Estos no son delitos que las personas considerarían graves, el tipo de delito que hace que la gente enfurezca", afirma Brown, un exfuncionario de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. "Ellos mencionan muchos casos de homicidios o abuso sexual, pero los números muestran que la mayoría de las personas con sentencias penales habían cometido infracciones menores".

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