Domingo, 06 de Julio de 2025

Un siglo de la tragedia aérea de Octavio Espinosa

PerúEl Comercio, Perú 14 de febrero de 2020

Avioneta del periodista y piloto se estrelló en el fundo Oquendo.

Por claudia sovero



El periodista y piloto Octavio Espinosa Gonzales recibió un inusual regalo en 1919, cuando tenía 41 años. Se trataba de una avioneta comprada gracias a una colecta de amigos, miembros del Club Nacional, el punto de reunión de la aristocracia peruana durante los siglos XIX y XX.





Fue en esa aeronave estadounidense, el Curtiss, que murió el 14 de febrero de 1920, luego de estrellarse en el fundo Oquendo, entre Ancón y Lima.





?Él era un autodidacta. Desde los 13 años empezó a escribir poesía y le gustaba la literatura. Dos años después de terminar el colegio, empezó a trabajar en la Biblioteca Nacional junto a Ricardo Palma, con quien tuvo mucho acercamiento. Cuando él fue director de la revista ?Actualidad?, compartían cartas en las que le pedía que escribiera en ella?, cuenta su nieto, el abogado Francisco Espinosa, quien a 100 años de la muerte de su abuelo sigue resguardando su legado.





Como periodista, bajo el seudónimo de ?Sganarelle?, personaje de una obra teatral italiana, Octavio Espinosa empezó a escribir crónicas, poemas y artículos políticos en El Comercio y otros periódicos. Se comprometió tanto con su labor que la dirección para recibir sus encargos y cartas era la del edificio de este Diario, ubicado en el Centro de Lima.





?En el aire?





Su acercamiento con las naves aéreas empieza en 1919, cuando llegó el teniente Guillermo Prötzel, uno de los primeros pilotos en desarrollar la aviación militar en el país, quien después de regresar de un viaje en Argentina puso una escuela en Bellavista. Allí acogió a varios alumnos, entre ellos, Espinosa. Allí aprendió a volar en un Farman, aeroplano que contaba con dos alas fijas de igual envergadura y con 50 caballos de fuerza.





El nieto de Espinosa lo describe como una persona muy arriesgada en el aire. ?Uno de sus rasgos más comentados fue el de echar flores sobre la Cripta de los Héroes de 1879, hazaña que realizaba con la aeronave que llevaba el nombre de Club Nacional?, cuenta.





Octavio fue nieto de Juan Espinosa de los Monteros, oficial del Ejército Libertador de San Martín, en el cual se enroló en Buenos Aires a los 12 años, y se convirtió así en prócer de la independencia americana.





Con un metro sesenta de estatura, la mínima para ser piloto, según los requisitos actuales de la escuela de la Fuerza Aérea del Perú, y con pocos meses de práctica, Espinosa ya realizaba espectáculos aéreos en Chincha, Lima y Callao. Días antes de su muerte, el 27 de enero de 1920, realizó una presentación de acrobacias aéreas junto al piloto estadounidense Walter A. Pacs.





El día del accidente aéreo, Espinosa y Pacs salieron de Lima en sus avionetas para dar otro espectáculo. Mientras ambos hacían piruetas empezaron a reportarse fallas de comunicación que, luego, causaron la tragedia. ?El problema fue, según narran personas que estaban presentes, que Pacs se encontraba haciendo piruetas temerarias cerca de la nave de mi abuelo. En uno de esos giros, sus naves se estrellan y caen en el fundo Oquendo. También mueren los mecánicos de ambos, Luis Rovareto, que iba con mi abuelo, y Andrew Alta, que viajaba con Pacs?, explica.

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