Simulador de sismos más grande de Sudamérica comienza a funcionar en Chile
El sistema permitirá testear estructuras de madera a escala de hasta tres pisos, así como paneles prefabricados de hormigón armado y vigas, entre otros.
Un día como hoy, hace 35 años, la tierra se remeció en Chile. A las 19:46 horas, un terremoto de magnitud 7,8 Richter, con epicentro entre Valparaíso y Algarrobo, se sintió entre Antofagasta y Los Lagos. El sismo provocó la muerte de 178 personas, hirió a otras 2.575 y damnificó a casi un millón, aunque solo liberó una fracción de la energía del 27-F. Una de las razones de la destrucción fue la norma de construcción que se utilizaba hasta ese entonces.
Hoy, dicha norma se ha actualizado varias veces, pero cuando se trata de terremotos y garantizar la seguridad, ninguna herramienta sobra. Por ello, este mes comenzará a funcionar en la U. de Santiago el simulador de sismos más grande de Sudamérica.
Unos 300 m {+3} de hormigón sustentan una mesa sísmica de 3 por 3 metros. Soportada por pilares de hormigón, esta es movida horizontalmente por brazos mecánicos. "Lo que se busca es simular el movimiento de los terremotos y analizar cómo las estructuras responden a ellos", dice Erick Saavedra, director del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Santiago y líder del proyecto. Para acercarse lo más posible a la realidad, el sistema permite reproducir los movimientos de terremotos pasados como, por ejemplo, los del 27-F.
Normas de edificación
El tamaño de la estructura permite testear el comportamiento de estructuras de madera a escala, de hasta tres pisos, y diversos elementos de construcción, tales como acero, hormigón prefabricado, vigas y conexiones de hormigón, explica el académico.
Aunque este es el simulador más grande de Sudamérica, el ingeniero reconoce que está lejos de los más grandes del mundo. Japón ostenta ese récord, con una mesa sísmica de 15 por 20 metros, y le sigue California, con un simulador de 7 por 12 metros.
"Nuestro simulador se puede extender a una superficie de cinco metros por lado, y estamos trabajando en mejorar el movimiento y reemplazar vigas de hormigón por brazos hidráulicos", explica. Así también podrán reproducir lo remezones verticales de los sismos.
Mientras más estructuras y materiales se puedan probar, mayor reforzamiento se hará a la forma en que se construye en Chile. Si bien en la última década la norma sísmica se ha actualizado, considerando las distintas intensidades que pueden tener los sismos, la experiencia dice que luego de cada terremoto siempre hay lecciones que aprender.
"La norma sísmica chilena está diseñada para que ante un sismo severo las estructuras no colapsen", dice Juan Carlos de la Llera, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile. Esto busca asegurar que no se pierdan vidas, pero igual habrá daños. Por ello, la introducción de tecnologías de aislación sísmica, que también permitan proteger las estructuras, es importante, agrega.
La norma asegura que con movimientos sísmicos de intensidad moderada, las estructuras resistan indemnes, mientras que con movimientos un poco más fuertes, los daños sean limitados.
El simulador sísmico, construido con financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), estará disponible para investigación científica y prueba de materiales.