Sábado, 26 de Abril de 2025

La evolución y la sobrepoblación humana

PerúEl Comercio, Perú 10 de marzo de 2020

En el siglo II, el filósofo griego Tertuliano era ya consciente del incremento poblacional y expresaba su preocupación al respecto.

Por tomás unger



Hoy, con la preocupación por el cambio climático, la reducción de bosques y la extinción de especies, nadie discute la presión poblacional. No es un tema nuevo. Aunque la población era aproximadamente el 3% de lo que es hoy, el filósofo griego Tertuliano expresó su preocupación en el siglo II d.C. diciendo que ya ?nuestros números son demasiados para el mundo, que difícilmente puede sustentarnos?. Él propuso que las plagas, terremotos y guerras debían ser considerados mecanismos para limitar la ?exuberancia de la raza humana?.





La población humana ha tenido varias fases de gran crecimiento desde el período Holoceno, cuando comenzó la agricultura, hace unos 10.000 años. Se estima que entonces había entre 1 y 5 millones de humanos, que subsistían a un nivel básico como cazadores y recolectores. Estos se convirtieron en unos 200 millones para el año 1 d.C. Sin embargo, como lo predijo Tertuliano, las guerras, y sobre todo las plagas, hicieron que el crecimiento fuera lento por muchos siglos.





La peste negra (bubónica) acabó con aproximadamente 100 millones de los 450 millones de habitantes del mundo en el siglo XIV. Murió entre el 30% y el 60% de la población de Europa, que era de unos 70 millones. Tomó 200 años volver al nivel poblacional previo a la peste. La conquista y expansión europea también devastaron a los habitantes de América. Se estima que la población americana antes de la llegada de los europeos era entre 50 millones y 100 millones. Enfermedades como la viruela y el sarampión, traídas del Viejo Mundo, causaron una reducción de hasta un 90%.





Thomas Malthus, influyente economista y demógrafo inglés, sonó la alarma en cuanto a la sobrepoblación con su libro ?Un ensayo sobre el principio de población?, que causó escándalo. Malthus planteó el simple problema que la producción y disponibilidad de alimentos crecía linealmente, mientras que la población lo hacía geométricamente con la Revolución Industrial y los avances de la medicina.





?El remedio?





Según Malthus, el remedio no era combatir la pobreza, sino dejar que prosperara la miseria para que los que no tuvieran para darle de comer a sus hijos dejaran de reproducirse. Él tenía la teoría de que hay dos formas de controlar la población, una ?positiva? y otra ?preventiva?. Llamó positivas a la miseria, la guerra, la enfermedad y el hambre. Las preventivas eran consideradas pecaminosas por la sociedad, como los anticonceptivos (primitivos y poco efectivos), el aborto y la prostitución. La única preventiva aprobada era la abstinencia.





Friedrich Engels, cofundador del comunismo, llamó a la teoría positiva de Malthus de dejar que prospere la miseria ?vil, infame, repugnante, blasfema, contraria a la naturaleza y a la humanidad?. Efectivamente, las ideas de Malthus se usaron para justificar la carencia de programas de ayuda social y la falta de acción ante la hambruna irlandesa de 1845-1852.





?Wallace?





A pesar de la crítica adversa, Malthus tuvo bastante difusión en la comunidad científica. Entre los que lo leyeron estaba Alfred Wallace, biólogo y explorador inglés. Este había notado un cambio en algunas especies, y al leer sobre la sobrepoblación se dio cuenta de que esta fue una de las causas de la evolución.





Como explorador, observó que algunas especies se reproducen rápido y en grandes cantidades, pero sobreviven muy pocas. Estos sobrevivientes son siempre los más rápidos, fuertes, ingeniosos y los mejor adaptados al medio. Wallace escribió un ensayo sobre la evolución y se lo envió a su amigo y tutor Charles Darwin.





Al leer la carta de Wallace, Darwin se apuró en publicar su libro ?El origen de las especies?. En él, reconoció la colaboración de Wallace. Aunque la teoría de la evolución y su relación con la sobrepoblación y adaptación no están en duda, los científicos nos advierten que no hay tiempo para adaptarnos a un mundo en que la degradación ambiental, el sobreconsumo y el cambio climático harán que nuestro planeta llegue al límite de su ?capacidad de carga?.





?La presión?





La presión sobre los recursos naturales tiene su origen no solo en la sobrepoblación, sino también en el avance tecnológico que amplía las formas de consumo y variedad de materia prima requerida.





El mayor número de habitantes con más poder adquisitivo y posibilidades de consumo tiene el efecto combinado de acelerar la destrucción del equilibrio ecológico. Al ritmo actual no cabe duda de que es insostenible. La pregunta es a qué plazo y si estamos en condiciones de detener el proceso, pausando el crecimiento demográfico y reduciendo drásticamente el consumo y la contaminación.





?El futuro?





Los debates del siglo XIX han sido retomados en la actualidad. Aún existen quienes cuestionan los efectos de la sobrepoblación o pretenden dudar que la causa del calentamiento global es la actividad humana. Algunos citan creencias religiosas, incluyendo políticos. Igualmente hay quienes por interés económico niegan la importancia de la destrucción de bosques y de la contaminación de ríos, reservas subterráneas de agua y océanos.





Estamos viendo hoy muchos cambios tecnológicos y de consumo importantes, como el mayor uso de fuentes renovables de energía y el reciclaje. Somos testigos también de la disminución de la llamada explosión demográfica. En el ámbito mundial, el número de hijos por mujer se redujo de 5,02 a 2,65 entre 1950 y 2005. En muchos de los países que tenían un crecimiento acelerado, como México y Brasil, la tasa de natalidad en el 2019 ha sido de 2,15 y 1,73, respectivamente.





Estas son tendencias positivas, pero hasta ahora insuficientes. Desgraciadamente, este no ha sido el caso de África, donde la población aumentó entre 1950 y 1990 de 230 millones a 630 millones, y actualmente tiene 1.300 millones. Por lo pronto, ya ha pasado a todos los continentes, excepto Asia.





La mayoría de personas parece estar de acuerdo en que se necesita actuar pronto para proteger la vida de futuras generaciones, pero los patrones de consumo cambian demasiado lento y la demanda crece de acuerdo a la oferta. El futuro cercano va a poner a prueba nuestra capacidad de reacción ante una catástrofe hasta ahora inminente.

La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela