Romeo e Giulietta , la fórmula para democratizar un trago de moda

La idea surge de Andrés Román en un viaje por el Viejo Continente, que sirvió de inspiración para lo que vendría después. "Fue en un viaje a Europa hace cuatro años, que vi el auge que vivía el Spritz. Me llamó la atención el Rosato, utilizado como base para otros cócteles. Veía la onda que generaban en los bares de Italia y me entusiasmé, pero con la idea de simplificar los pasos para la preparación y que solo fuera llegar y servir", recuerda. Andrés Román ya contaba con conocimientos para aventurarse con la creación de un nuevo cóctel. Tenía una planta embotelladora dedicada a productos con y sin alcohol, y de relevancia en el mercado, pero faltaba el producto propio. Así nació Romeo e Giulietta (@romeoygiuliettaspritz). Desde Italia trabajó la fórmula, en base a flor de hibisco y azahar de naranja, proveniente de Jamaica. Importó la esencia floral y, sumado a la receta clásica, dio con un Spritz con las mismas características del trago italiano, pero con identidad propia. Con la fórmula lista, había que profesionalizar el negocio. Andrés Concha y Jean Michel Varnier, con experiencias en el rubro, se sumaron a Romeo e Giulietta para hacerlo crecer. Andrés Román detalla que han crecido de la mano de un consumidor mucho más exigente. "Desde que llegó el primer Spritz a Chile el 2011 hasta ahora, las cifras de crecimiento son de doble dígito. Hoy, el chileno está viajando más y quiere probar cosas distintas". Por su parte, Jean Michel Varnier agrega que la evolución de la gastronomía ha colaborado, porque las diversas variedades de Romeo e Giulietta permiten combinarlo con variadas recetas.
"Con distintas preparaciones, además del Rosato que es nuestro 'Spritz ícono', tenemos derivados como el 'Capri', (Curazao), 'Di Bosco' (Frutos del Bosque), 'Passione' (Frutos Rojos)", explica Andrés Román. Andrés Concha agrega: "Nuestros viajes y ver qué pasa en el mercado local e internacional, nos han permitido conocer los hábitos y gustos de la gente. De eso se trata la mixología, ir un paso más allá en la búsqueda de sabores, colores, capturar tendencias de este consumidor cambiante e incorporarlos a productos que generen una propuesta de valor y experiencias". Un factor clave según Andrés Concha respecto de otros Spritz es que es un producto listo para servir. "La idea siempre fue democratizar una categoría que hoy es cara. Compras la botella más el espumante, el agua mineral y pagas sobre los 14 mil pesos. El valor de nuestra botella es de $5.490". Además, destaca que es un producto hecho con infusiones, gasificado y sin azúcar añadida, "lo que le otorga toda la fuerza de la receta italiana", concluye.
Sin miedo a los gigantes
Andrés Román ya viene con una historia respecto del desarrollo de proyectos importantes en el mercado. Sus conocimientos previos han permitido que la planta haya fortalecido dos ejes fundamentales en la industria: calidad y vanguardia, siendo un referente para otros agentes del mercado de los alcoholes y embotelladoras. "En esto tiempos ya no existe rivalidad en las empresas del rubro, somos felices de ofrecer al consumidor alternativas y que sea el cliente el que decida".