Jonathan Sacoor, un crack del atletismo confinado en Chile
La "perla" de la velocidad belga cumple la cuarentena en Santiago junto a su novia, la atleta Martina Weil. Corre en la calle y recibe consejos de nivel: su suegra es Ximena Restrepo. Esta es su historia.
E l sprinter más promisorio del atletismo belga entrena en Chile. En medio de la cuarentena total que rige en la capital, Jonathan Sacoor (20 años) se las arregla para mantenerse en forma durante el confinamiento.
El novio de la velocista chilena Martina Weil llegó a mediados de marzo, escapando de las cuarentenas de Estados Unidos, y confiaba entrenar con más tranquilidad en el país. Pero el avance del coronavirus estropeó el plan.
"La universidad (Tennessee) cerró y no podíamos entrenar. Tenía dos opciones: irme a Bélgica o venir a Chile con Martina. En ese tiempo mi país estaba peor y sabíamos que podíamos entrenar bien aquí durante abril y mayo", explica. Así, el velocista le consultó a su entrenador, quien le recomendó pasar la epidemia en Sudamérica, pues entonces el virus no estaba tan expandido como en Europa.
"No sabía casi nada de Chile antes de venir. La mayoría de los campeonatos y mundiales son en Europa. Esta es mi primera vez en Sudamérica. Solo tenía algunas referencias de futbolistas y que al país le había ido bien en los Panamericanos", comenta.
Estrella emergente
Está dicho: Sacoor es la máxima promesa de la velocidad de su país. Partió corriendo a los seis años, y si bien también le gustaba el fútbol ("practiqué cuando niño"), hoy no tiene otro horizonte más que correr: "No me imagino fuera de una pista", acota.
A los 20 años, enseña un impresionante currículum: tres bronces en relevo 4x400 en mundiales adultos -al aire libre, bajo techo y en el específico- y un título planetario Sub 20 en 400 metros planos, que conquistó en Finlandia (2018), donde se transformó en el primer belga en consagrarse en categorías menores.
"Bélgica tiene tradición en los 400 metros. Hemos sido campeones europeos en la distancia y nuestros atletas han sido varias veces medallistas. La pista no es tan popular como el fútbol, pero tenemos talento", sostiene.
En Chile alcanzó a entrenar unas semanas en San Carlos, pero la cuarentena en Lo Barnechea lo confinó a la casa de los Weil Restrepo. Aprendió a jugar juegos de mesa y poco a poco mejora su español. "Son agradables y me ayudan bastante. Tienen un buen gimnasio en la casa y Martina es una gran atleta, por lo que me sirve entrenar con alguien de su nivel", comenta.
¿Y la velocidad? Sacoor "pistea" junto a Martina en la calle: "Hemos creado algunas ideas para hacer trabajos de rapidez, pero también hacemos saltos en la escalera. Tenemos una trotadora. Tenemos que adaptarnos y ser creativos", agrega.
Quemando etapas
Tras un exitoso período como juvenil, Sacoor ya se mide en categoría adulta, "que es un paso más difícil de lo que creía", admite. "Cuando era junior, la mayoría de la gente te ve como un niño. Si cometes un error o tomas malas decisiones, la gente dice ' bueno, es joven ', pero cuando eres mayor, eres el responsable de todo lo que sucede en la pista. Y eso te mete presión".
De su paso por el Campeonato del Mundo de Qatar recuerda su estreno compitiendo contra las megaestrellas del atletismo mundial: "Me acuerdo cuando veía a Michael Norman o Fred Kerley, y decía: 'Ellos no van a tener piedad conmigo' . Es aterrador, pero se aprende mucho".
En 400 metros planos avanzó hasta las semifinales, en la que remató 12° (45.03 segundos), y entraban los mejores ocho a la final. Sin embargo, en los relevos 4x400 ratificó el potencial de los " Belgian Tornados ", ya que junto a Robin Vanderbemden y los hermanos Dylan y Kevin Borlée se colgaron el bronce, repitiendo lo conseguido en el Mundial indoor (Inglaterra, 2018) y en el de relevos (Japón, 2019).
"Lo que viví en Doha me ha motivado mucho: quiero conseguir más cosas. Es triste no poder mostrarme en los Juegos Olímpicos este año. Pero igualmente estoy con mucha confianza para conseguir una medalla en Tokio o en el próximo Campeonato del Mundo".
Lleva más de dos meses en Chile, y Sacoor confiesa que "aunque no sabía que iba a estar tanto tiempo, no ha sido problema. Fue una buena decisión y una buena oportunidad estar acá", cerró.
'' El padre e mi novia (Gert Weil) me ayuda a entrenar y su madre (Ximena Restrepo) me da consejos. Ella fue medallista olímpica (Barcelona 92) en la misma distancia que corro".
'' No sabía casi nada de Chile antes de venir. Solo tenía algunas referencias de futbolistas y que al país le había ido bien en los Panamericanos".