Viña y comunidad mapuche logran pinot noir de alta gama
En el paralelo 38° sur, en una zona costera de la Región de La Araucanía, con fuerte influencia de la cordillera de Nahuelbuta, nace el primer pinot noir producido en asociación con una comunidad indígena
En el paralelo 38° sur, en una zona costera de la Región de La Araucanía, con fuerte influencia de la cordillera de Nahuelbuta, nace el primer pinot noir producido en asociación con una comunidad indígena.
Se trata de Tayu 1865, un singular trabajo de colaboración que partió a fines de 2014, cuando el equipo agrícola de Viña San Pedro comenzó a buscar un nuevo terroir extremo para la elaboración de pinot noir, siendo la zona de Purén, en el valle de Malleco, la elegida para emplazar este innovador proyecto vitivinícola.
Fue así como se inició un trabajo colaborativo en el que la viña y familias de la comunidad mapuche de Buchahueico se unieron para desarrollar un inédito proyecto para expresar las características particulares del suelo, el clima y su etnia.
"Nosotros no teníamos idea de lo que era la viña, solo escuchaba que se trabajaba mucho para el norte (...) y al final de tanto, conversamos con ellos y ahora estamos aquí", dijo Pedro Curín, viñatero de la comunidad de Buchahueico.
A más de cuatro años de iniciado este proyecto, el primer pinot noir mapuche ya se encuentra disponible en el mercado. Tayu 1865, un producto reconocido por la crítica como Vino Revelación en Guía Descorchados 2020, destacando en esta primera cosecha con 95 puntos.
Tayu, que significa "nuestro" en mapudungun, refleja el verdadero espíritu que ha guiado el proyecto, donde viña y comunidad han trabajado codo a codo, resalta Viviana Navarrete, enóloga especialista en cepas costeras.
"El punto más destacable de este proyecto en relación a otros en Chile es la gente involucrada. El trabajo, dedicación y cuidado que las familias de Buchahueico les han entregado a estas parras", dijo la enóloga.
Cuenta que cada grupo de la comunidad vela por el cuidado de un territorio cercano a las 2 hectáreas, lo que les permite lograr un resultado similar al trabajo que se ve en productores de vinos de alta gama de la Borgoña, en que sobresalen por un cuidado por las vides y aprendizaje desde la observación en terreno.
"Este es un rubro nuevo (...) Ojalá sea el nuevo rubro que tengamos en la comuna", dijo Lucy Curín, dirigente de la comunidad de Buchahueico.