Los puertos del Caribe hoy son imparables durante la cuarentena
Desde el primer día en que inició el aislamiento preventivo, las operaciones de comercio exterior por puertos se han adelantado sin restricción alguna, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad requeridas, como lo estableció el Gobierno Nacional, con el fin de garantizar el comercio y el abastecimiento del país
Desde el primer día en que inició el aislamiento preventivo, las operaciones de comercio exterior por puertos se han adelantado sin restricción alguna, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad requeridas, como lo estableció el Gobierno Nacional, con el fin de garantizar el comercio y el abastecimiento del país. No obstante, muchos han sido los retos laborales y operativos que han tenido que afrontar los puertos colombianos. René Puche, presidente del Puerto de Barranquilla, afirma que "el más grande ha sido desaprender nosotros mismos sobre la necesidad de hacer reuniones presenciales y darnos cuenta de que la gente puede hacer su trabajo remoto, bien y sin supervisión. Nos ha resultado una experiencia muy enriquecedora; nuestra gente se ha ‘puesto la camiseta’ y hoy en día trabaja de manera muy productiva". La mayoría de los procesos se están adelantando a distancia, lo que les ha permitido hoy manejar la empresa de manera eficiente, con 120 personas haciendo funciones administrativas desde la casa. "Venimos desde hace tres años trabajando en un proyecto de transformación digital, que nos implicaba cambiar sistema operativo de nuestra terminal, que durante 80 años habíamos estado utilizando. Desde abril del 2019 lo pusimos en marcha, por eso, cuando se empezó a hablar de covid-19 en China hacia finales del año pasado empezamos a sacar provecho de esta herramienta, y preparamos a nuestra gente para que pudieran trabajar de manera remota con la misma eficiencia que lo hacen en el terminal", comenta Puche. En su caso, los volúmenes de carga no se vieron afectados entre marzo y mediados de mayo, ya que eran pedidos contratados con anterioridad a la pandemia, pero al haber mucha industria que tuvo que cerrar sus plantas de producción, también fue creciente la cantidad de producto que no podía ser retirado, lo que representó el desafío de evitar un colapso por quedarnos sin capacidad suficiente de almacenamiento. "Somos muy conscientes del rol que jugamos en la economía barranquillera, es en la ciudad donde se queda el 70 por ciento de la carga que nosotros manejamos, la industria de alimentos y el ‘retail’ en su gran mayoría depende de los insumos que movemos. Por eso este desafío que ha significado la cuarentena lo hemos asumido con mucha responsabilidad", asegura. Para solucionarlo fueron de gran ayuda las mesas de facilitación dirigidas por el Ministerio de Comercio donde, como señala el directivo, todas las autoridades y entidades portuarias e industriales del país se dieron cita para encontrar salidas a los diferentes problemas del sector. La Mesa de Facilitación del Comercio Permanente se desarrolló de manera virtual, para hacer un monitoreo constante a las operaciones de comercio exterior y al impacto del covid-19. Ahora bien, dentro de las acciones implementadas por las empresas portuarias para no perder la eficiencia de sus operaciones, pero a la vez cumplir con los requerimientos establecidos para evitar el contagio de coronavirus en sus zonas de influencia, está de primera la salud de sus equipos de trabajo. Así lo relata Liliana Centanaro, directora de HSE de la Sociedad Portuaria de Palermo: "Nosotros decidimos permitir la continuidad del negocio, pero con el menor número de personas expuestas, tanto para las áreas administrativas como operativas. En total 108 personas están trabajando en casa y las demás, un 35 por ciento del personal en puerto bajo sistema de turnos, atendiendo las motonaves y los despachos". Ellos se orientaron a la mitigación del impacto en sus operaciones, mediante el establecimiento de medidas preventivas para la protección de su gente y otras operativas que contribuyeran a la estabilidad del negocio. Esto incluye tanto a empleados y sus familias, como contratistas. "Realizamos pruebas rápidas en el puerto a contratistas y personal, haciendo unas 40 pruebas que nos ha ayudado a tener un cerco epidemiológico. Al personal que debe ingresar a la terminal también se le analiza tres días previos a su ingreso, siempre y cuando la persona en la encuesta no haya declarado síntomas o se haya acercado a pacientes positivos de covid-19", indica Centanaro. Se hicieron además remodelaciones locativas, incluyendo áreas de descanso, que permiten conservar el distanciamiento social y está dotadas con lavamanos ubicados en todo el perímetro. Por su parte, en el Puerto de Barranquilla la prioridad número uno es la salud de su gente. Como advierte Puche: "Lo afrontamos con trabajo en casa y capacitación, de la mano de nuestra ARL hacia dentro y fuera del terminal, para que la gente se pudiera enfocar y entender la importancia de estrategias como el distanciamiento social. La comunicación y la información ha sido fundamental". Estas medidas de precaución, en ambos casos, han fortalecido la confianza de cara a sus clientes, con quienes la comunicación es permanente. "Con ellos tenemos un protocolo especial con el acompañamiento del área de servicio al cliente, para que sientan que su operación está siendo desarrollada con calidad y sus productos lleguen como lo esperan", dice Centanaro. De igual manera, Puche asegura que se han fortalecido sus servicios de valor agregado y esto les permite a sus clientes tener una logística menos costosa. Solidaridad más
allá del puerto El Grupo Puerto de Cartagena hizo lo propio en materia de protección laboral. La organización implementó el trabajo en casa, adecuó turnos, amplió la logística de transporte de sus colaboradores, además de capacitar, promover y facilitar el cumplimiento de las distintas medidas de seguridad y protección que ayudan a reducir los riesgos de contagio del covid-19. Pero también trascendió sus obligaciones internas y comerciales al adelantar una campaña que busca beneficiar a las comunidades vulnerables del departamento de Bolívar, consistente en una donatón de 48 horas y la entrega de 20.000 mercados a cartageneros de escasos recursos. Incluso los mismos colaboradores de la empresa se solidarizaron con los más afectados por la pandemia y, a través del programa ‘Sonriendo Juntos’ , hicieron aportes voluntarios que ya suman más de 600 mercados adicionales entregados. Además, fueron donados elementos de protección y refrigerios para el personal de la salud de distintos centros asistenciales de Cartagena.