Los otros chilenos del Barcelona

"T engo un sueldo fijo, pero no es tanto, así que igual tengo que trabajar media jornada", confiesa la atleta Stephanie Saavedra, española-chilena que compitió por el país en los últimos Juegos Panamericanos de Lima.
Hace seis meses que la especialista en 400 metros planos viste los colores del Barcelona, en su rama de atletismo, y divide su tiempo entre la pista y la oficina de la consultora donde trabaja para ganar dinero extra. La diferencia salarial con otro chileno que representa al elenco culé, el futbolista Arturo Vidal, es evidente.
"Obviamente las realidades entre las ramas del club son distintas. El atletismo en España no es tan popular como otros deportes. No se puede hacer mucho al respecto", explica Saavedra, de 31 años, quien participa en la división de honor del campeonato español.
"El hecho de integrar la selección del Barcelona me da la oportunidad de competir con los mejores y aumentar mi nivel. Si voy cumpliendo marcas, recibo más dinero también", añade la velocista.
En unas semanas, el vóleibol también tendrá presencia nacional: Simón Guerra, de 24 años, acaba de fichar por el club catalán.
"Este deporte no destaca tanto en el Barcelona. Estamos muy detrás del fútbol, y un paso más abajo del básquetbol y del balonmano, porque no competimos a nivel europeo. Igual, hay un buen estándar de profesionalismo: te dan un departamento, un buen sueldo, y a los mejores les pasan un auto. Se vive tranquilo", expone el seleccionado chileno.
"Lo que sí, se usan todas las instalaciones en común que tiene el club, que están a otro nivel: los centros médicos, salas de pesas, etc", añade el central, quien llegará en agosto a Barcelona para integrarse a un sexteto que acaba de ascender a la primera división.
Y hay más: en el básquetbol está Víctor Paulmann, de apenas 15 años, y que ya lleva casi un año en los cadetes de los "culés".
"Vivo becado en La Masía, y acá hay jugadores juveniles de otras disciplinas también, como el fútbol, balonmano y fútbol sala. Tengo muchos amigos futbolistas, y soy compañero de ellos en el colegio. Cuando se puede, nos vamos a alentar mutuamente a los partidos que hay en el complejo del club", comparte el alero de 1,97 metros.
Por detrás del balompié, el equipo cestero adulto -que acaba de ser subcampeón de la ACB- está catalogado como el segundo plantel profesional más importante.
"El fútbol está a otro nivel, pero nadie se puede quejar en la rama de baloncesto, porque existe todo lo necesario para poder formar jugadores de élite y competir de la mejor forma. Las instalaciones son de primer nivel. Los jugadores de fútbol son famosos en todo el mundo, pero los del basquet son muy conocidos también, al menos acá en la ciudad. Para mí, es una satisfacción enorme ser parte de un club como el Barcelona", cierra Paulmann.