Ken Follett: "Mis libros son sobre cómo la gente lucha por conseguir libertad"
El superventas galés lanza "Las tinieblas y el alba", sobre los orígenes de Kingsbridge, donde está ambientado su libro más famoso, "Los pilares de la Tierra".
Parecen monstruos, pero son barcos y en realidad son peores que los monstruos. Corre el año 997 y hasta un pequeño pueblo de lo que hoy conocemos como Inglaterra se acerca una flota de barcos vikingos. Lo que viene es un infierno: el fuego, la muerte y la esclavitud. En medio de esa amenaza arranca "Las tinieblas y el alba", la nueva novela del superventas Ken Follett. Y como en todos sus libros, esa es solo una historia dentro de un gran relato en el que diversos personajes muestran una época: un monje, un constructor de barcos y una noble normanda son los personajes principales de esta narración acerca del momento en que la Edad Media empezó a salir de la oscuridad.
"Mis libros versan generalmente sobre cómo la gente lucha por conseguir algún tipo de libertad", dice Follett desde su casa en Gales, y se refiere precisamente a "Las tinieblas y el alba", donde los habitantes de un pueblo de la vieja Britania intentarán por primera vez forzar algún sistema de justicia más allá de las decisiones arbitrarias de los reyes. Follett habla a la cámara de su computador para unos 100 periodistas de casi todo el mundo: en tiempos de pandemia, esta es la mejor conferencia de prensa de lanzamiento y, quizás, funciona mejor que las formas tradicionales, porque la novela se presenta simultáneamente en inglés, español, italiano y varias otras lenguas.
Ecos en el presente
Tiene sentido un lanzamiento en grande: "Las tinieblas y el alba" (Plaza & Janés, $26.000) es nada menos que la precuela de "Los pilares de la Tierra", el libro que en 1989 catapultó a la fama a Follett en el mundo y lo convirtió en un referente de la novela histórica. Relataba básicamente la construcción de una catedral en el siglo XII, en medio de un período de guerra civil en Inglaterra, y vendió alrededor de 27 millones de copias. No es primera vez que vuelve al lugar de los hechos: en 2007 publicó una segunda parte, "Un mundo sin fin", que narraba cómo la peste negra alteró las relaciones de poder en Kingsbridge, una ciudad ficticia que ha sido su locación para explorar la vida en la Edad Media.
De hecho, "Las tinieblas y el alba" podría resumirse como la historia del surgimiento de la ciudad de Kingsbridge, en medio de los embates de vikingos y normandos. "La novela cuenta cómo una ciudad pequeña, un pueblo, se transforma en una ciudad próspera medieval, con un mercado y una catedral. En ese progreso, evidentemente, siempre hay conflictos y es algo que se perpetúa a lo largo de los siglos: un enfrentamiento entre los que querían avanzar y los que no querían. Esa noción me dio la sensación de que podía encontrar las 150 escenas dramáticas que necesito para mis novelas", explicó.
Mientras el constructor de barcos intenta escapar de los vikingos, el monje pretende que su abadía sea un centro intelectual y la noble normanda se rebela ante su familia en Britania, Follett va desplegando en la novela una "lucha de la gente por la justicia". Es un relato muchas veces cargado de violencia, como también de intrigas palaciegas. "En los inicios de la Edad Media, el imperio de la ley no existía. Los nobles locales decidían lo que les iba a ocurrir a sus amigos, familiares y el resto del pueblo. Lo importante era tener buenas relaciones. Yo, en los libros, no tengo ningún mensaje que quiera darle a nadie, pero sí es interesante que un drama histórico tenga resonancia en el momento actual: ahora vemos que todos los gobiernos están cuestionando el imperio de la ley", dijo el escritor.