La historia de la Hacienda Los Lingues se convierte en caso de estudio de la mano de académicos norteamericanos
Fue en el siglo XVI cuando el rey de España cedió los actuales terrenos a Melchor Jofré del Águila. La familia -que ya va en la 19 {+a} generación- levantó el primer hotel del valle de Colchagua, desarrolla un negocio inmobiliario y, para asegurar su continuidad, creará la Fundación Los Lingues.
La Hacienda Los Lingues es una empresa familiar multigeneracional. Se trata del negocio familiar más antiguo de Latinoamérica y la vigésima compañía familiar más antigua del mundo (Family Business Magazine, 2015)". Así comienza el capítulo 18 del libro "Global Entrepeneurship", que está dedicado íntegramente a la historia de la Hacienda Los Lingues.
Los autores del libro, que se publicó a fines del año pasado, son los académicos Diane Welsh -de la University of North Carolina Greensboro- y Shawn Carrahery -de la University of Texas at Dallas-, pero en el caso del capítulo referido a Los Lingues, los responsables de la investigación son Diane Welsh y Orlando Llanos, académico de la Universidad Católica de Concepción. Ambos viajaron hasta la hacienda, conocieron las instalaciones y conversaron con la familia y los trabajadores para empaparse de la historia.
"El efecto concreto de la publicación es que nuestra empresa familiar se convierte en caso de estudio y puede ser analizado en cualquier lugar del mundo", explica Germán Claro, miembro de la decimoctava generación.
¿Cómo llegó Los Lingues a ser parte de tan exclusivo ranking ? Actualmente, la propiedad está en manos de la familia Claro Lyon, quienes desarrollan cuatro líneas de negocios. El primero, y más emblemático, es un hotel boutique "Hacienda Los Lingues", que cuenta con 18 habitaciones. Asimismo, son los creadores del "Condominio San Antonio de Miravalles", un loteo de 144 sitios, cada uno con 5 mil metros; y en los años sesenta compraron el criadero de caballos "Aculeo", que data de 1770. Por último, y gracias a una alianza estratégica con Viña Los Vascos (Domaines Barons de Rothschild-Lafite) para embotellar cinco líneas de mostos, distribuyen vinos bajo el nombre de Los Lingues.
La familia Claro Lyon es descendiente directa, la decimoséptima generación, de Melchor Jofré del Águila, quien en el siglo XVI recibió de manos de la corona española la "Estancia de la Angostura", en la zona central del país, en lo que hoy es Colchagua. La construcción comenzó en 1630 y durante 400 años el predio funcionó de manera autosustentable y se abocó a la agricultura y el ganado (ver recuadro). En todos estos años, la propiedad de 2 mil hectáreas ha sobrevivido estoica los embates de la economía, el paso del tiempo y también de la naturaleza.
En 1980, Los Lingues se abre al público
El actual patriarca, Germán Claro Lira, tomó las riendas del predio en 1965 y un año más tarde comenzó una intensa restauración para preservar el patrimonio histórico en que se había transformado la propiedad.
A comienzos de la década de los ochenta, los Claro Lyon decidieron abrir la propiedad al público y darle un uso turístico. Germán Claro Lyon, el hijo mayor, fue el impulsor del hotel boutique , el primero del valle de Colchagua.
En 1983, la propiedad recibió el Premio Nacional de Turismo, por su aporte y difusión de la actividad, y Claro registró las marcas Hacienda Los Lingues y Los Lingues.
"Este ha sido un proyecto de vida, de pelear contra molinos de viento y hacerlo con pasión y convencimiento. Fuimos pioneros en desarrollar el turismo en la zona de Colchagua, cuando nadie lo hacía. A mí me miraban como si estuviera loco, y hoy son cientos los hoteles en esta área", dice Germán Claro.
El empresario cuenta que en los inicios partía en su auto a buscar turistas a Santiago y les ofrecía llevarlos a conocer las bondades y gastronomía de la zona. "Les armaba panoramas con paseos, rafting y comida típica. Quedaban fascinados", relata.
Al poco tiempo, se lanzó a la conquista del mercado internacional, y viajó por el mundo promocionado el hotel, y las celebridades no tardaron en llegar.
"En 1995 vino Sydney Pollack, el director de Hollywood, y muchos otros famosos que no puedo desclasificar, porque es parte de la confidencialidad del negocio. Venían a Los Lingues y se aseguraban que podían estar tranquilos, porque nadie los veía", detalla el empresario.
El terremoto de magnitud 8,8 Richter del 27 de febrero de 2010 casi terminó con el mayor orgullo de la familia: la casa patronal. El hotel debió cerrar sus puertas por tres años para poder llevar a cabo las labores de reconstrucción, las que alcanzaron un costo de US$ 3 millones.
Pero los esfuerzos y el sacrificio no fueron en vano, y seis años más tarde, en 2016, los Claro Lyon recibieron el Premio Centenario a la Familia Empresaria más Antigua de Chile y las Américas.
El futuro: ampliar el hotel y convertirse en una fundación
Como Los Lingues cuenta con más de cuatro siglos de historia, hoy el desafío es cómo enfrentar los próximos 400 años. En este sentido, Germán Claro advierte que, por lo pronto, tienen en carpeta ampliar la capacidad del hotel a 40 habitaciones y ya tienen la infraestructura necesaria.
"Para poder mantener 5 hectáreas de parques, 10 mil metros construidos, más todo el personal, que supera las 40 personas, necesitamos más volumen y apuntar a los mercados altos, y es básico crecer", reconoce.
También en el negocio inmobiliario hay oportunidades por explorar. El empresario precisa que se ha vendido el 90% de los 144 sitios que se pusieron a la venta en una primera etapa, pero aclara que esa es "solo el comienzo, porque la proyección es totalizar dos mil sitios en un futuro no tan lejano".
La cercanía a Santiago -solo 125 kilómetros separan al predio de la capital-, la conectividad y acceso a insumos básicos, lo hacen un lugar privilegiado, a juicio de Claro.
Pero tal vez la medida más importante de cara al futuro es la que están impulsando sus dueños hoy. Los Lingues está en proceso para transformarse en una fundación y así evitar, como plantea Germán Claro, que "se produzcan problemas de herencia y que por peleas se vaya todo al tacho de la basura. Aquí se han realizado muchos trabajos para mejorar la infraestructura, se logró construir un paso bajo nivel, se pavimentaron caminos aledaños, y todo esto no es por ayudar al señor Claro, sino porque se trata de un patrimonio histórico de Chile".
Del terreno original, detalla, al menos 20 hectáreas pasarán a ser parte de la Fundación Los Lingues, junto con la casa patronal, el mobiliario, las caballerizas, parques y áreas de picnic, y la medialuna. De este modo, las nuevas generaciones y todos quienes visiten el lugar podrán seguir disfrutando de sus bondades.
Para reconstruir la casa patronal, tras el terremoto 8,8 Richter del 27-F de 2010, debieron invertir unos US$ 3 millones.
Más de 400 años de historia: Desde 1575 hasta 2020Fue en 1575 cuando Melchor Jofré del Águila se establece en el Valle de Santiago. El hombre era un destacado escritor y cronista de la época, y el entonces Rey de España, Felipe II, le entregó la "Estancia Angostura", ubicada en el valle central del país y con una superficie de 2 mil hectáreas.
A su muerte, su hija Ana María de Águila, casada con el gobernador de Chile Diego González Montero, heredó la Hacienda Los Lingues y desde entonces, la propiedad ha estado en manos de sus descendientes.
En 1767, en la casona de Los Lingues nació José Gregorio de Argomedo y Montero del Águila, quien fue el primer secretario de la Primera Junta Nacional de Gobierno de Chile, en 1810. De esa época aún conservan una mesa de mármol que perteneció a Mateo de Toro y Zambrano; lámparas francesas de cristal de Baccarat; pianos del siglo XVIII, y obras de pintores chilenos como Pacheco Altamirano y del inglés Thomas Somerscales.
Actualmente el negocio está en manos de la generación número 17, liderada por Germán Claro Lira (91 años) y María Elena Lyon Valverde (84 años), casados hace 64 años y padres de los hermanos Germán Arturo (61), María Elena (60), María Teresa (58) y Luis Antonio Herman (55) Claro Lyon. De una u otra forma, todos se han involucrado en el desarrollo y administración de la hacienda y ha sido Germán, el mayor, quien ha dedicado su vida para convertir al hotel boutique en un destino turístico de clase mundial.
La generación número 19 la integran nueve nietos quienes tienen en sus hombros el desafío de seguir adelante con la tradición centenaria de Los Lingues.