Récord de frío en Chile central mientras calor y sequía afectan la zona sur en febrero
Es un efecto generado principalmente por el fenómeno de La Niña, que se origina por un enfriamiento del Pacífico. El calor del sur, además fue potenciado por un agujero de ozono de mayor magnitud.
Cuando falta menos de una semana para el fin del verano meteorológico, que abarca desde diciembre hasta febrero, este último mes puede transformarse en el más frío para Santiago en 70 años, siempre que las temperaturas no repunten. Y si lo hacen, que es lo más probable según los pronósticos, igual quedará entre los cinco más fríos desde que se tienen registros. Así lo reconocen tanto el climatólogo de la Usach Raúl Cordero, como el investigador de la Oficina Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) José Vicencio.
Esta baja en la temperatura no solo se ha registrado en la capital sino que se extiende más o menos entre Valparaíso y Chillán. "Esto se empezó a presentar desde finales de enero junto con las precipitaciones que hubo. Temperaturas promedio diarias de menos de veinte grados como máxima en febrero son extremadamente anormales, son muy pocos los registros", dice Vicencio.
Durante este febrero se ha registrado también un récord absoluto en cuanto a cantidad de días más fríos desde que se llevan registros, dice Cordero. "Un día es muy caluroso (en febrero) si la máxima supera los 32° y muy frío si no supera los 25°. Este febrero tuvimos ocho días en que la temperatura máxima estuvo bajo ese umbral. Eso nunca había sucedido anteriormente".
El 16 de febrero, por ejemplo, se registró en la estación meteorológica de Quinta Normal una máxima promedio de 19º que no solo es la más baja del año hasta ahora, sino también la más baja desde 2007 para el mes de febrero, agrega.
Por otro lado, este podría ser no solo el verano más frío de los últimos 10 años, sino que el más frío del siglo XXI, reconoce Vicencio. Hasta ayer el promedio de entre diciembre y febrero era de 28,8°, igualando al 2000-2001, cuando se registró la misma temperatura máxima promedio, dice Vicencio.
Recién en los últimos días la temperatura ha comenzado a subir. Ayer la máxima promedio fue de 30,7° en Santiago con lo que el promedio para el mes alcanzó a 27,1º, que todavía marca una baja histórica (ver gráfico).
Al contrario, en la zona sur y austral hay un predominio de altas temperaturas y sequía extrema con un déficit de precipitaciones que alcanza hasta 65% respecto de un año normal. Las máximas también se han disparado en localidades como Villa O'Higgins, en la zona sur de la región de Aysén. Allí se registró el 10 de febrero unos atípicos 30,8º de temperatura.
Vaguada costera
Según explica Cordero, esto no es un efecto del cambio climático, sino del fenómeno de La Niña, la fase fría de la oscilación térmica del Pacífico, combinado con la formación de un gran agujero de ozono durante la primavera, que cambió los patrones de viento procedente de la Antártica que normalmente azotan la zona sur y favorecen la presencia de lluvias.
"La Niña tiende a producir condiciones normales o frías en la zona central y veranos cálidos en el sur. La Niña intensifica el anticiclón del Pacífico (fenómeno meteorológico responsable de que en el norte no haya lluvias durante todo el año y de los veranos secos en la zona central) un poco más al sur de lo normal. Esto se ha reflejado en olas de calor prolongadas, como una en Osorno que se extendió por nueve días, lo que constituye un registro histórico", dice Vicencio.
Pero este aumento de la presión atmosférica en el sur también es responsable de mayor formación de nubosidad en la zona costera, la llamada vaguada, que se proyecta hacia el interior más allá de lo normal, comenta. Y esta es la que produce nubosidad y mañanas más frías en el interior.
Lo que viene del añoLos especialistas reconocen que el fenómeno de La Niña debería terminar antes de junio. "Hay 60% de probabilidad de que sea así. Ya pasó su peak , que fue al final del año pasado", comenta el climatólogo de la Usach Raúl Cordero. "Esa es la buena noticia. La mala es que hay 50% de posibilidades de que vuelva en septiembre. Eso es malo no tanto por la temperatura, sino porque La Niña se caracteriza por generar bajas precipitaciones. Serían dos Niñas seguidas y eso solo ha ocurrido dos veces en los últimos veinte años".
En el intertanto se pasará a lo que se conoce como una zona de temperatura neutra, es decir, que en teoría no favorece ni desfavorece la presencia de lluvias.
"Los últimos inviernos que fueron neutros, todos fueron secos. No nos ayudaron mucho", dice José Vicencio, meteorólogo de la DMC.