Iglesias locales recibieron $9.7 millones en PPP
Al menos unas 300 iglesias o congregaciones religiosas, incluyendo una treintena de individuos en Puerto Rico vinculados a ese sector solicitaron con éxito los Préstamos de Protección de Nómina (PPP, en inglés) que otorgó la Administración de Pequeños Negocios (SBA, en inglés) para hacer frente a la pandemia del coronavirus
Al menos unas 300 iglesias o congregaciones religiosas, incluyendo una treintena de individuos en Puerto Rico vinculados a ese sector solicitaron con éxito los Préstamos de Protección de Nómina (PPP, en inglés) que otorgó la Administración de Pequeños Negocios (SBA, en inglés) para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
En total, desde que se lanzó el programa de PPP hasta el pasado 1 de abril y según las bases de datos de la SBA, las iglesias y entidades relacionadas en Puerto Rico recibieron unos $9.7 millones en ayudas federales para el pago de nómina, utilidades, arrendamiento o hipotecas.
Cuando se examinan los datos de la SBA y se consideran las academias, colegios o instituciones educativas, así como medios de comunicación vinculados a denominaciones religiosas o con tal enfoque educativo en la isla, estas pudieron recibir hasta $35.6 millones en apoyos del gobierno federal.
Los préstamos de emergencia otorgados a iglesias, congregaciones o entidades similares en Puerto Rico ayudaron a retener unos 2,276 empleos y el dinero otorgado fue principalmente al pago de nómina, según los datos de la SBA.
En tanto, los financiamientos a academias o colegios de valores religiosos habrían ayudado a preservar otros 7,458 puestos de trabajo.
En su mayoría, los préstamos se otorgaron a entidades de distintas denominaciones, incluidas entidades vinculadas al judaísmo y la cienciología.
Del total de préstamos PPP otorgados a iglesias o congregaciones religiosas en la isla, aproximadamente, el 56% fue de $10,000 o menos.
El año pasado, una vez el coronavirus obligó al cierre forzoso de decenas de miles de empresas y entidades en todo Estados Unidos, estos financiamientos sirvieron para canalizar ayudas económicas a empresas de todo tipo y al sector sin fines de lucro, incluyendo iglesias y organizaciones humanitarias, hospitales y escuelas, en cuestión de semanas.
El PPP en Puerto Rico
El pasado 31 de marzo expiró la segunda ronda de los llamados préstamos PPP, pero el presidente Joe Biden refrendó la extensión del programa hasta mayo próximo, luego de que el Congreso aplazara su vencimiento.
El plan de respuesta económica de Biden incluyó otros $28,600 millones para el PPP, pero con la nueva asignación se aprobaron también nuevos requisitos, incluyendo conferir prioridad a pequeñas y medianas empresas (pymes), al sector de restaurantes, y financiamientos menores de $150,000.
De ese total, según los informes semanales de SBA, unos 21,459 préstamos se aprobaron en Puerto Rico, donde también hubo tropezones en la primera fase de implementación del programa. En el neto, tales financiamientos se tradujeron en unos $779.5 millones a la economía local.
Considerando esa cifra, casi el 5% de los préstamos PPP otorgados en la isla fue a congregaciones o instituciones educativas de enfoque religioso.
Los principales beneficiados
La SBA ha agrupado los préstamos PPP en diversas bases de datos y con información parcial o específica de estos. Aquellos financiamientos otorgados hasta el 8 de agosto de 2020, cuando expiró la primera ronda del programa, y los datos de los préstamos aprobados desde entonces y lo que va del 2021.
El año pasado, diversas organizaciones periodísticas en Estados Unidos solicitaron con éxito en el tribunal que SBA divulgara los préstamos detallados.
Al analizar los datos publicados por las clasificaciones industriales asignadas a entidades religiosas y educativas, El Nuevo Día identificó alrededor de 150 préstamos PPP a instituciones educativas vinculadas con enfoque o valores religiosos, así como unas 320 parroquias, iglesias, congregaciones de religiosos y religiosas, estaciones de radio, periódicos y canales de televisión, entre otras.
En ciertos casos, sin embargo, la clasificación asignada a la entidad no parece correcta, pues se describe como una entidad religiosa, una institución educativa o viceversa. En otros casos, las entidades se identificaron en la base de datos de la SBA con una clasificación vinculada a organizaciones filantrópicas o de servicio humanitario.