Fiscal en casos Huracán y Catrillanca asume como jefe regional de La Araucanía

"Creo que es indispensable crear vínculos con la sociedad y no olvidar que la fiscalía es el representante de la sociedad. Estos vínculos de confianza permitirán a los ciudadanos comprender cuál es el sentido y alcance de las decisiones que adopte el Ministerio Público y comprometerlos en lo sustancial y en lo pertinente con el desarrollo de un proceso judicial", dijo el persecutor Roberto Garrido en su discurso ante los jueces de la Corte de Apelaciones de Temuco que lo eligieron como el primero de la terna de candidatos para fiscal regional.
El favorito de los magistrados también resultó ayer electo por el fiscal nacional, Jorge Abbott, para hacerse cargo del Ministerio Público en la zona.
Asumirá el 1 de junio, cuando deje su actual cargo de jefatura en la unidad de Derechos Humanos.
Su plan de trabajo
La hoja de ruta del persecutor no es improvisada, afirman desde su círculo cercano, y explican que se funda en su trayectoria de 18 años ligada con la investigación de delitos sexuales y violentos.
Pero fue a cargo de la unidad de Derechos Humanos que enfrentó investigaciones de mayor complejidad, dicen, como el caso Huracán en sus inicios y el homicidio de Camilo Catrillanca. Había participado, además, en el juicio Luchsinger MacKay.
En ese marco es que cree, según expuso ante la Corte, que es necesario "fortalecer la identidad del Ministerio Público como una institución eficaz, confiable, compuesta por funcionarios probos".
Entre sus prioridades, mencionó a las víctimas vulnerables (mujeres, adultos mayores y niños). También dijo que esperaba trabajar con equipos contra violencia rural y con "investigaciones con un apego irrestricto a la ley y respeto de derechos fundamentales. Para la fiscalía regional, este tipo de hechos son muy relevantes", dijo en esa ocasión.
"Investigaremos estos delitos con celo, con el mismo celo que he procurado investigar acciones de funcionarios del Estado que han abusado de su poder", agregó ante los jueces.
Y resumió su plan de trabajo explicando que se enmarca en "el plan estratégico del fiscal nacional", el que busca "el mejoramiento permanente de la persecución penal; el segundo, la priorización de áreas de persecución y el tercero, la gestión institucional".
Abordó, además, la cantidad de archivos provisionales y la oportunidad de mejorar en esta área con un "sistema de turno regional", con instrucciones "para tener mejores antecedentes desde el principio".
También sostuvo que debe realizarse el "control permanente de la calidad de la investigación y decisiones que adoptan los fiscales adjuntos; no podemos transformar al fiscal en mero buzón o receptor de papeles que le envía la policía, tenemos que combatir la mecanización del trabajo. Aportar un sentido a esa misma función y esa es una labor que corresponde como punto de partida al fiscal regional. Mi compromiso es personal en esta área, tiene que controlarse permanentemente la calidad de las decisiones que se están adoptando".
Expresó, asimismo, que esperaba "asumir el desafío de enfrentar la delincuencia compleja, reforzando el trabajo en equipos. Y, especialmente, a través de la creación de equipos multidisciplinarios con competencia regional en determinadas áreas, por ejemplo, violencia de género y corrupción. Esto nos va a permitir no solamente un trabajo mancomunado, sino también esta anhelada uniformidad de criterios".
''No podemos transformar al fiscal en mero buzón o receptor de papeles que le envía la policía (...). Tiene que controlarse permanentemente la calidad de las decisiones que se están adoptando".
ROBERTO GARRIDO NUEVO FISCAL REGIONAL DE LA ARAUCANÍA ANTE LA CORTE