La maratón de cantatas de Bach reemprende su marcha
Ocho nuevos conciertos este semestre se suman al proyecto que por años anheló el fallecido director de coros Víctor Alarcón: la integral de estas piezas religiosas que son el corazón de la obra bachiana. En la U. Católica buscan interpretar las más de 200 cantatas que se conocen.
La noticia de la muerte de Víctor Alarcón en un accidente de tránsito sacudió por completo a la comunidad musical esa mañana de 2018. Era fines de septiembre, pero unos pocos días antes Alarcón había finalizado la primera etapa de uno de sus mayores sueños musicales: llevar a escena las cantatas de Bach por primera vez en Chile, como un acabado proyecto de investigación y como una extraordinaria experiencia de apreciación.
"Estuve allí, en la iglesia Luterana (El Redentor, de calle Lota), cuando Alarcón dirigió el primero de esos cinco conciertos. La serie partió con la cantata número 84, titulada 'Estoy contento con mi suerte', y terminó con la número 70, 'Velad, orad'", recuerda Felipe Ramos Taky. "La gente que lo conoció de cerca por años lo escuchó hablar de su anhelo de tocar estas obras", agrega.
Profesor de Música en la U. Católica, donde se gestó el proyecto titulado "Bach Santiago", Ramos Taky tomó el testimonio que dejó inesperadamente ahí Víctor Alarcón: la puesta en escena de la integral de las cantatas bachianas, de las que se han ido descubriendo más de 200. Contra todos los impedimentos que derivaron de la revuelta social en 2019 y la subsiguiente emergencia sanitaria, la marcha de la maratón de cantatas sigue igualmente adelante. Este mes comenzó el tramo 2021 del ciclo, que ha seguido su marcha luego de que el rector Ignacio Sánchez asegurara el compromiso institucional con su continuidad.
Cumbres de la creación
Son otros ocho conciertos a ritmo de tres semanas, con la programación de 21 cantatas. Hasta aquí, la U. Católica ha interpretado más de 50. Y si bien las primeras fueron en conciertos en distintas iglesias de Santiago, como la Luterana o la parroquia de La Anunciación, el formato seguirá siendo ahora telemático debido a las restricciones.
Pero salvo el próximo concierto, que fue grabado y se dará el 22 de agosto a través de la plataforma Musica.uc.cl, los siguientes serán transmitidos en vivo y en directo, siempre desde el Templo Mayor del Campus Oriente UC.
Ese día se dará el concierto número 20 del ciclo Bach Santiago, con las cantatas 168, 85 y 86. Será dirigido en esta oportunidad por Rodrigo del Pozo. Es uno de los invitados a conducir los ensambles en este segmento de conciertos, que finaliza el 26 de diciembre con cantatas vinculadas al tiempo de Adviento y Navidad. Estas tienen un trasfondo más festivo en sus textos y una música basada en sonoridades como las de las trompetas o los timbales, que le conceden colores distintos. Otros directores este año serán Paula Torres, Alejandro Reyes y Sergio Candia.
Uno de los aspectos clave en la apreciación de estas obras es que están recreadas tal cual las imaginó Bach. Esto es, con las mismas instrumentaciones y conjuntos. "No estamos haciendo adaptaciones ni reducciones", confirma Ramos Taky.
La particularidad en el próximo concierto será "históricamente informado", como se denomina; vale decir, se utilizarán todas las técnicas de instrumentación de Bach. "Cuerdas de tripa y arco barroco, además de oboes completamente de madera, sin llaves metálicas. Y la afinación es la de la época, los siglos XVII y XVIII, que es medio tono por debajo de la afinación que conocemos hoy", explica el músico.
La carrera por completar la integral de estas obras es larga y tendida. Ya están programados. incluso, los conciertos correspondientes a 2024 y 2025, con otro cargamento de cantatas. "En su juventud Bach fue maestro de capilla con mucho trabajo de gestión y composición de música para el calendario litúrgico en distintas iglesias, hasta que de pronto llegó a Leipzig, que es donde escribió la mayor cantidad de ellas. La cantata es sin duda lo más importante de su obra, el corazón de su escritura y para él significaban todo porque era un hombre muy religioso. Me atrevería a decir que están en lo más alto de la música universal, junto con las sinfonías de Beethoven, Brahms y Mahler, que vinieron después", cierra el músico.