Martes, 26 de Noviembre de 2024

Colombia, el país de la región que más rápido reporta la genética del Sars-CoV-2

ColombiaEl Tiempo, Colombia 31 de agosto de 2021

TIEMPO PARA PROCESAR LA COMIDA
La comida permanece entre 3 y 5 horas en el estómago de los seres humanos tras la ingesta, y se estima que dura entre 6 y 20 horas en el intestino grueso

TIEMPO PARA PROCESAR LA COMIDA
La comida permanece entre 3 y 5 horas en el estómago de los seres humanos tras la ingesta, y se estima que dura entre 6 y 20 horas en el intestino grueso.
UNIDAD DE SALUD@SaludET
La carrera en la que se ha convertido la cantidad de secuencias que un país genera y la velocidad con que las reporta a bases de datos internacionales  ha develado diferencias significativas entre naciones y continentes. No todos cuentan con el mismo desarrollo tecnológico ni la misma capacidad humana y técnica para el procesamiento y reporte de sus resultados de vigilancia genómica. Sin embargo, el debate entre la velocidad con que se envían los reportes y la cantidad de secuencias se inclina por los análisis oportunos y de calidad que permitan a los países tomar las mejores decisiones para enfrentar el Sars-CoV-2 y sus variantes. De nada sirve la información si no es posible tenerla para actuar anticipadamente. Un análisis estadístico con 1’718.035 secuencias de Sars-CoV-2 que fueron enviadas o reportadas a Gisaid al 27 de mayo de 2021 por países con más de mil genomas secuenciados determinó el tiempo promedio que les toma a los distintos países y continentes el reporte de sus genomas. Según concluye este informe, en Suramérica, Colombia es el país más veloz en reportar sus secuencias, con un promedio de 40 días, mientras el promedio de su región es de 60 días. Después de Colombia se ubican Brasil, Argentina, Chile y Perú. El análisis también presenta las tasas de secuenciación por millón de habitantes, en las que es evidente que los países con mejor capacidad y desarrollo, aunque secuencian un gran tamaño de muestras, son superados por países con menor densidad poblacional. Si bien se trata de una carrera entre desiguales, como ha sucedido a lo largo de la pandemia en términos de capacidades, cabe señalar, como lo expresa el informe de la revista Nature, que algunos países han tenido que enfrentar dificultades como escasez de fondos, restricciones de la importación de reactivos y equipos, el uso de tecnologías de secuenciación más antiguas, que son de menor rendimiento y más costosas de usar. Además de que en algunas ocasiones recién han configurado nuevas sociedades y alianzas para fortalecer la vigilancia genómica. El caso de Colombia Si bien la vigilancia genómica es de origen reciente, en nuestro continente (2014) se ha convertido en una herramienta fundamental asociada a la vigilancia epidemiológica. En el caso de Colombia, permite una lectura anticipada y oportuna del comportamiento de las variantes del Sars-CoV-2 en el país. Con la pandemia provocada por el virus que causa el covid-19, la iniciativa global denominada Gisaid, utilizada desde finales de 2019 para compartir las secuencias del virus de la influenza, comienza a ser utilizada en el 2020 por científicos e investigadores de todo el mundo para reportar las secuencias del Sars-CoV-2. La plataforma de acceso abierto no solo contiene toda la información que se conoce a la fecha sobre el comportamiento de las variantes del mencionado virus en cada región continental, también es una herramienta que actualizada, es decir, con reportes frecuentes y oportunos, puede brindar información para el análisis y posterior toma de decisiones por los países y sus gobiernos para combatir la epidemia. Colombia, que ha mostrado un crecimiento progresivo en la entrega de resultados a Gisaid y en el porcentaje de las muestras secuenciadas, eligió una estrategia de vigilancia genómica que prioriza la calidad de los análisis y el reporte oportuno de resultados sobre el volumen de secuencias. Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud de Colombia, lo explica diciendo que "la estrategia de vigilancia genómica de Colombia tiene dos componentes: uno basado en una búsqueda intensiva y estratégica de muestras particulares, y el otro basado en unos cortes transversales con un muestreo probabilístico; combinados, nos permiten tener la mayor capacidad de identificar linajes foráneos", asegura. Aunque se suelen hacer comparaciones o generalizaciones en el mundo de la genómica basados en volúmenes, en este caso, explica la directora del INS, "debimos tomar la decisión con recursos suficientes, pero limitados y muy bien enfocados, de diseñar toda una estrategia de que respondiera a las necesidades del país". La vigilancia genómica se inicia desde el momento de la selección de las muestras en los distintos grupos poblaciones caracterizados y en donde existen mayores probabilidades de encontrar los linajes de preocupación o de interés, o los que tradicionalmente circulan en el país.  A este proceso le sigue la verificación de calidad técnica porque no todas las muestras elegidas son aptas para ser secuenciadas, esa secuenciación toma al menos 10 días y va hasta el análisis final de los resultados y su codificación. La estrategia de vigilancia genómica en Colombia, aun con recursos muy limitados, es muy eficiente debido a una estrategia clara de muestreo y una gran velocidad en el envío de la información a las bases de datos internacionales, según Nature. De este modo, es la velocidad  y calidad de los análisis lo que permitirá a los investigadores de todo el mundo rastrear las  variantes y sus mutaciones.
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