Crear un sistema nacional de cuidado a los mayores, desafío clave ante envejecimiento del país

Chile es el nuevo Japón. Así lo sugiere un reporte publicado por el Centro de Estudios Públicos CEP, en el cual se indica que, al 2050, el 30% de los chilenos sería mayor de 60 años, cifra equivalente al porcentaje actual del país asiático (el más envejecido del mundo). Además, Chile es el país que envejece más rápido del continente.
Entre los múltiples desafíos que eso conlleva, el reporte del CEP se centra en cómo esto supone relevar la importancia de organizar mejor los cuidados a largo plazo en Chile, entendiendo que el envejecimiento viene aunado a la dependencia por períodos prolongados y que la figura del cuidador es una pieza clave.
El nuevo documento compara la experiencia chilena con los sistemas de cuidados a largo plazo de cinco naciones (Países Bajos, Alemania, Bélgica, España y Australia) y a partir de eso arroja la importancia de que el país cuente con una entidad especializada que evalúe el nivel de dependencia de la población, cuáles son los cuidados requeridos y las necesidades de los cuidadores.
Acciones sostenibles
"Lo que nosotros vemos es que esto funciona como una buena práctica en los países analizados y que en Chile tiene que haber un sistema nacional que ayude a estas personas y a sus cuidadores a tener una calidad de vida lo más digna posible, de forma articulada", comenta Horacio San Martín, investigador CEP y coautor del informe.
San Martín agrega: "Creemos que debe haber un programa nacional, en lugar de que las políticas públicas vayan tan desagregadas, un sistema que permita que las acciones sean sostenibles en el tiempo, porque lo que no estamos viendo (como país) es que a medida que más envejecemos, más costoso se vuelve esto, y tenemos que lograr que los cuidados no dependen de cómo está la economía, por ejemplo".
El investigador añade que un sistema nacional que ordene los cuidados debe incluir el tema de género, ya que vieron un sesgo importante en todos los países estudiados. "La mayor cantidad de los que realizan los cuidados informales, cuando no hay una entidad que entregue esos servicios, son mujeres, hijas o nietas, que tienen que asumir un costo, como es salir del mercado laboral", explica San Martín.
Y agrega: "Creemos que esto se debe formalizar, con un sistema que pueda ofrecer estos servicios y que apoye de manera mucho más seria y articulada a quienes decidan ser cuidadores informales, como pueden ser familiares".
Beatriz Fernández, académica del área de envejecimiento del Instituto de Sociología de la U. Católica, quien no participó del informe, cree que este toca un tema crucial para el país, porque "va a aumentar en Chile el número de personas con problemas funcionales y cognitivos, una situación que nos lleva a pensar qué haremos con eso".
Fernández coincide y es enfática en que cualquier política nacional de cuidados de largo plazo debe llevar una mirada de género. "Este sistema tiene que incluir un concepto de corresponsabilidad, de implementar el mensaje de que los cuidados corresponden a todos y no solo a las mujeres, es decir, lograr que dentro de la política de cuidados se reduzca la desigualdad hacia ellas", opina la académica.
Cubrir las necesidades
Alejandra Fuentes, profesora de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile y experta en funcionalidad y bienestar en la vejez, considera que un punto importante es avanzar en cubrir las necesidades de la persona que cuida en Chile.
"Si bien hay iniciativas en esa línea, las cantidades son muy bajas (el monto actual que pueden recibir los cuidadores de parte del Estado no supera los 30 mil pesos) e insuficientes, y aunque existe también un seguro para personas mayores en dependencia, está recién iniciándose y son políticas aisladas", comenta Fuentes.
Los expertos creen que toda la organización de los cuidados en el país debe iniciar poniendo énfasis en el financiamiento para su implementación a largo plazo.
Después de establecer eso, coinciden, será necesario avanzar en qué tipo de institución se quiere constituir y asegurarse que desde ella se trabajen áreas como educación y prevención para llegar a una vejez lo más saludable posible, independientemente de los cuidados que se requieran.
''Es necesaria una entidad nacional que nos permita estar preparados ante los desafíos que se nos vienen con una población muy envejecida que requerirá cuidados por períodos largos de tiempo". HORACIO SAN MARTÍN. INVESTIGADOR CEP.
''El número de personas que requieren cuidados es una carga importante para nuestro sistema económico y de salud. Debemos pensar en un sistema y una política a largo plazo". BEATRIZ FERNÁNDEZ. ACADÉMICA DEL ÁREA DE ENVEJECIMIENTO UC
''Requerimos un cambio estructural para empezar a entender que los cuidados son una tarea que nos compete a todos y que es parte importante de los cambios que estamos viviendo como sociedad". ALEJANDRA FUENTES. ACADÉMICA DE SALUD PÚBLICA U. DE CHILE.