Ana Amar, la chilena que debuta comandando a gigante de la sostenibilidad en Sudamérica

Hace unas semanas la chilena Ana Amar (49) debutó como directora regional para Sudamérica de Corporate Citizenship SLR, una gigante mundial de origen londinense que se dedica a brindar servicios ESG y consultorías en impactos medioambientales, entre una multiplicidad de temáticas relacionadas con la sustentabilidad. Asesoran, por ejemplo, la emisión de bonos sostenibles por parte de compañías, y también -una tendencia ineludible que viene- para que las compañías reporten TCFD, el estándar para reportar los efectos en su negocio del cambio climático (Task Force on Climate-related Financial Disclosures).
Situada en Santiago, y dirigiendo las operaciones para toda Sudamérica, incluido Brasil, la profesional llegó a comandar una operación que considera unos 40 clientes, que en Chile incluyen firmas Ipsa y Midcap, tales como Collahuasi, Falabella a nivel corporativo, el banco BCI, entre varias otras.
Amar llegó a esa posición tras un largo camino. Después de estudiar Ingeniería Comercial en la UC y un máster en Desarrollo en London School of Economics (LSE), trabajó en Unilever y SQM en Chile, luego en España en El Corte Inglés, y más tarde aun se volcó a las políticas públicas. Trabajó en Londres para ProChile, y también en diversos cargos durante la administración Piñera 1: fue secretaria ejecutiva de Aldeas y Campamentos y en el MDS. Y en 2014, derivó a trabajar en sustentabilidad, tomando la decisión de irse a UK a buscar una compañía que quisiera ser partner en un proyecto de este tipo, instalándose en Chile.
"Me costó, toqué la puerta en varias partes", cuenta, hasta que llegó a Corporate Citizenship, que justo estaba evaluando el mercado de Brasil para ampliarse. Pero Amar los convenció de que Chile era una buena plaza, dado que acá había muchas compañías que ya eran multilatinas y estaban regionalizadas, e incluso muchas con operaciones y oficinas en otros continentes y muy internacionales. El deal cuajó, no sin antes que el grupo Corporate Citizenship le pidiera llegar con cinco clientes. "Llegué con siete", detalla Amar.
Cuando Amar llegó a Corporate Citizen esta compañía pertenecía al grupo también londinense Chime Communications, pero hace unos meses -fruto de una transacción aguas arriba en la estructura de propiedad-, Corporate Citizen fue traspasado a SLR Enviromental Advisors (de allí el nuevo nombre integrado).