Viernes, 26 de Abril de 2024

Rusia desafía a la OTAN

ChileEl Mercurio, Chile 17 de enero de 2022

Una semana de intensas reuniones diplomáticas entre Occidente y Moscú dejó a sus protagonistas decepcionados por el poco avance de las negociaciones.

No se esperaban acuerdos, pero había expectativas de que al menos se iniciara un proceso de diálogo para desescalar las tensiones en Europa, provocadas por la amenaza militar de Rusia a Ucrania. Sin embargo, Moscú mostró no estar dispuesto a establecer un cronograma. "No veo razones para volver a empezar las mismas discusiones", dijo el representante del Kremlin.
Para Moscú, es Rusia la que se ve amenazada por una OTAN que avanza hasta sus fronteras. Por eso insistió en sus demandas a Estados Unidos y Europa. Los aliados rechazaron un compromiso que les impidiera la defensa integral de los miembros o la expansión de la alianza atlántica.
Por ahora, sigue siendo urgente frenar una invasión a Ucrania, porque la paz en Europa está en riesgo.
Petróleo y corrupción en VenezuelaCaracas celebra un incremento en la producción de bencina a niveles que no se veían en años. Gracias a sus acuerdos con Irán, el gobierno pudo recuperar algo de la capacidad de la petrolera estatal, para cubrir en parte las demandas de una población asfixiada por la escasez de combustible, alimentos e insumos básicos.
El régimen de Nicolás Maduro depende ahora de que los ayatolás sigan apuntalando las actividades de Petróleos de Venezuela, PDVSA, y así paliar en parte la profunda crisis que vive la otrora líder de las petroleras latinoamericanas. Años de administración ineficiente y politizada, con fallas de mantenimiento, nula inversión en equipos e instalaciones, pero, sobre todo, un manejo descaradamente corrupto, encuentran a la compañía en su peor momento.
Saltándose todas las sanciones internacionales, los iraníes los aprovisionan de elementos fundamentales para elevar la producción, tanto para consumo interno como para exportar. Hace unos meses firmaron un convenio de intercambio, entre otras cosas, de condensados para diluir el crudo pesado venezolano y recibir a cambio petróleo apto para ser refinado. Teherán ha ayudado también a reparar y reemplazar equipos dañados y obsoletos que nunca fueron renovados, por las ineficientes administraciones de la compañía.
De los 3,5 millones de barriles diarios que producía PDVSA en sus mejores momentos, a fines de la década de 1990, en marzo de 2021 apenas llegó a 400 mil, y se recuperó en noviembre a 625 mil barriles diarios, lo que para un país que depende de esas exportaciones para su supervivencia es un drama, reflejado en la profunda crisis económica y social que padecen los venezolanos.
Montos sideralesLa principal razón de esta decadencia es la corrupción, con funcionarios que han saqueado las arcas de la empresa estatal por años. Según la ONG Transparencia Venezuela, al menos 92 casos de corrupción se habían detectado hasta 2020, por unos 42.321 millones de dólares.
La falta de fiscalización, la discrecionalidad del gobierno, las fallas en los mecanismos de rendición de cuentas y la sensación de impunidad han permitido que sucesivos altos funcionarios chavistas utilicen los recursos de PDVSA para sus propios intereses o sean testaferros de los más altos cargos venezolanos, incluido Nicolás Maduro, según fiscales que investigan diversos casos.
Hay decenas de juicios en curso tanto en Venezuela, como en Estados Unidos, España, Portugal, Andorra, Suiza, El Salvador, Ecuador, Haití, Colombia y Argentina, donde los acusados son principalmente exgerentes o altos funcionarios, exmilitares, familiares de personeros del régimen o empresarios afines al chavismo que cobraban millonarias comisiones a empresas que querían hacer contratos con la estatal.
Incluso están procesados en España, por lavado de dinero, un exguardaespaldas de Hugo Chávez y su mujer, que fue su enfermera, pero que terminó siendo la directora del Fondo de Desarrollo Nacional, un organismo que recibía los excedentes del precio del petróleo para supuestamente destinarlos a proyectos, muchos nunca realizados.
Según un antiguo director de PDVSA, el modelo de empresa estatal petrolera fracasó porque se politizó y se nombraron ejecutivos y funcionarios cercanos al régimen. Uno de los responsables es Rafael Ramírez, quien fuera su presidente y ministro de Energía por 12 años. Fue cesado y acusado de corrupción en 2017; en su gestión se habrían cometido irregularidades por más de 11 mil millones de dólares.
Las malas prácticas no se acabaron tras la salida de Ramírez; simplemente, otros tomaron el relevo. Así, PDVSA ha seguido por años siendo la caja pagadora de la corrupción, desfondando sus arcas.
En los juicios se ha demostrado que, además de las enormes comisiones cobradas por funcionarios, otra manera de extraer platas de PDVSA utilizada por varios de los procesados era otorgándoles créditos en moneda nacional y cobrándolos en dólares a precios preferenciales. Dado el control de cambios existente en Venezuela, las ganancias obtenidas eran enormes e iban directo a depósitos en el exterior, según han demostrado la justicia norteamericana, suiza, española y de Andorra, que siguen casos de lavado de dinero.
Veinte años después de que Chávez llegara al gobierno, prometiendo terminar con la corrupción, el caso de PDVSA es un ejemplo de los abusos que puede cometer un régimen populista sin contrapesos reales.
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