Afirman que país aún puede hallar fuentes alternas para financiarse
El Salvador debe asegurar los recursos para hacer frente al pago de varios compromisos importantes en los próximos meses. Uno de los más fuertes es el que el pago del eurobono de $800 millones que se vence en enero de 2023, pero además, hay una serie de vencimientos a lo largo de este año por la deuda emitida en el mercado local, mediante LETES y CETES, que sobrepasa los $2,000 millones.
Rosa María Pastrán
El Salvador debe asegurar los recursos para hacer frente al pago de varios compromisos importantes en los próximos meses. Uno de los más fuertes es el que el pago del eurobono de $800 millones que se vence en enero de 2023, pero además, hay una serie de vencimientos a lo largo de este año por la deuda emitida en el mercado local, mediante LETES y CETES, que sobrepasa los $2,000 millones.
A esto se suman los $498 millones pendientes de financiar en el presupuesto de 2021. Para el economista Claudio de Rosa, El Salvador aún tiene algunas opciones a las que recurrir para poder obtener los recursos que necesita.
¿A dónde encontrar recursos? Una de las alternativas es la emisión de los bonos bitcóin; sin embargo, por tratarse de la primera emisión de un bono soberano "atado" a una criptomoneda se desconoce si esta despertará el apetito del mercado.
La semana pasada, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, dijo que se reformarán una veintena de leyes previo a la emisión de los bonos bitcóin, y fijó la salida al mercado para el 15 de marzo próximo.
Otra de las alternativas es una emisión de bonos en el mercado tradicional. "Sí le va a salir con una tasa de interés extraordinariamente alta", advierte De Rosa. Debido a que el riesgo país de El Salvador se ha disparado a más de 1,500 puntos básicos, una emisión de bonos en estas fechas implicaría pagar una tasa de interés arriba del 16 %. "¿Cuánto me cuesta esto versus lo que me puede costar el bitcóin? Esos son los análisis internos que se tienen que hacer con mucha profundidad", apuntó De Rosa ayer durante la presentación de un informe sobre la situación económica del país por parte del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
Otra posible fuente de financiamiento es el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), que podría aprobar algún crédito tras la incorporación de El Salvador como miembro de la institución.
En diciembre, El Salvador ratificó su intención de incorporarse como país miembro de CAF mediante la firma de un convenio para tal fin y la suscripción de acciones nominativas de la Serie "B" correspondientes al capital ordinario del CAF.
El valor de estas acciones es de $14,200. En total, el país suscribirá 32,397 acciones en un plazo de siete años, de acuerdo con lo que se informó al parlamento salvadoreño.
Finalmente, el gobierno podría reducir de nuevo la reserva de liquidez que se exige a los bancos, "si usted le baja seis puntos a más o menos $11,000 a $12,000 millones usted puede tener alrededor de $800 millones, $700 millones y le va a faltar muy poquitito, entonces el esfuezo final sería relativamente bajo, y negociar con los bancos con un crédito puente por uno, dos, tres años, mientras logran tener una mejor posición financiera", considera el economista. "Salidas siempre las hay, unas más caras, otras menos caras, pero salvo que el país no quiere pagar... si tiene la voluntad de pago siempre se encuentran las fuentes de financiamiento", concluyó.
El Salvador negocia, oficialmente, desde marzo de 2021, un acuerdo con el FMI por $1,300 millones, y aunque se esperaba que este se firmara el año pasado, la adopción de la Ley Bitcóin ha puesto mayor tensión en el panorama y es "muy poco probable (que se apruebe) en el corto plazo", según ha dicho la agencia calificadora Moody's. Tras finalizar su revisión anual de la economia local, el FMI planteó en un informe que la deuda pública de El Salvador se encuentra en un camino hacia la insostenibilidad debido a las actuales políticas del Gobierno.
El FMI considera que "los déficits fiscales persistentes y el alto servicio de la deuda" están generando "grandes y crecientes necesidades" de financiamiento. Se proyecta que el déficit fiscal de El Salvador sea del 5.8 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021 y de alrededor del 5 % del PIB en 2022. A juicio de De Rosa, lo concerniente al bitcóin y el déficit fiscal son los dos puntos de negociación principales del FMI con el país.
"Salidas siempre las hay, unas más caras, otras menos caras, pero salvo que el país no quiere pagar... si tiene la voluntad de pago siempre se encuentran las fuentes de financiamiento".