Contra la apología de la barbarie
Su mensaje fue claro y contundente: "Acabamos de instruir que se suspenda inmediatamente la emisión en Vera TV de la señal rusa RT, canal al servicio de la propaganda y justificación de la violenta invasión militar de Rusia a Ucrania, acción condenada por nuestro país"
Su mensaje fue claro y contundente: "Acabamos de instruir que se suspenda inmediatamente la emisión en Vera TV de la señal rusa RT, canal al servicio de la propaganda y justificación de la violenta invasión militar de Rusia a Ucrania, acción condenada por nuestro país". Hasta ahí no había forma de cuestionar la medida: hubiera sido completamente ilógico que el servicio audiovisual del que es propietaria una de las empresas públicas más importantes que tenemos, destinara recursos para amplificar la burda propaganda belicista de un país lanzado a una sanguinaria invasión contra otro estado.
Lo insólito es que en Uruguay, donde algunos se agarran de un cable pelado con tal de criticar al gobierno, no faltaron quienes calificaron la decisión como un ataque a la libertad de prensa y de expresión. Sería gracioso si no fuera tan grave; porque son los mismos que hace escasas semanas incentivaron y aplaudieron la vergonzante decisión judicial de allanar un medio de comunicación y la casa de un periodista, para obtener irregularmente sus fuentes, cuyo secreto está amparado con la garantía de la ley.> > Lo que hizo Antel fue nada en comparación con aquella vendetta prepotente a Ignacio Álvarez (quien no por casualidad fue uno de los periodistas de investigación que más denunciaron las irregularidades de los anteriores gobiernos). > > Retiró una señal informativa que realiza explícita apología de la violencia bélica, pero no lo hizo amordazando a nadie, desde que esa misma señal puede ser vista por otras múltiples vías (incluso a través de Youtube).> > Una cosa es sumarse a la amplificación de un discurso discrepante con el nuestro, actitud esperable de quien se precie de demócrata y tolerante. Otra muy distinta es hacerlo con un discurso de odio, que no duda en justificar y propiciar el asesinato masivo de civiles inocentes.
Si las dispares conductas asumidas por los medios occidentales acerca de la divulgación de las teorías conspirativas antivacunas ameritaba un debate franco y desapasionado, en este caso no debería haber dos opiniones. Ayer, el director de Secan Gerardo Sotelo recordaba el artículo 13 del Pacto de San José de Costa Rica, que establece que "estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional". > > Ya hay pruebas de sobra de la posición oficial de Rusia a ese respecto, en esa curiosa continuidad de prepotencias imperiales, común al viejo zarismo y al estalinismo bolchevique. Pero por si algo bastara, vale la pena confrontar la simple decisión de apartar de Vera TV esos mensajes de odio, con la acción bélica que se conoció el mismo día: Rusia bombardeó la antena de trasmisión de televisión de Kiev, interrumpiendo todas las señales que emitía por tiempo indeterminado y matando a cinco personas. La torre se encontraba en el mismo barrio que el sitio de Babi Yar, un lugar donde los nazis mataron a más de 30.000 judíos en 1941, lo que lo convierte en un memorial de honda significación. "Estos bárbaros están masacrando a las víctimas de la Shoah por segunda vez", denunció en Twitter Andriï Iermak, jefe de la administración presidencial ucraniana.> > Si se la agarran con Gurméndez por apartar del servicio audiovisual de Antel tanta justificación y promoción de la barbarie, podrían dedicar al menos unas líneas para criticar este otro verdadero y cruento atentado contra la libertad de expresión
Pero así operan: consintiendo los desbordes, las corruptelas y los crímenes cuando vienen de su lado, pero extremando la apelación a las garantías legales occidentales cuando se trata de cuestionar el sistema que a ellos mismos ampara.> > Lo que resulta triste -por decir lo menos- es que el senador Manini Ríos haya sumado su voz en contra de la medida del presidente de Antel. No es la primera vez que el líder de Cabildo Abierto elige el perfilismo, coincidiendo con la oposición en temas que ponen en contradicción esa supuesta diferencia radical que los separa. Enredar a la coalición republicana en piruetas de política menor no parece ser un camino acorde a la alta responsabilidad de gobierno que nos une.>