Riesgo país se acerca al pico histórico de marzo
El riesgo país de El Salvador se acerca a los límites históricos a los que llegó en marzo, según el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, en inglés), que mide la posibilidad de que una nación incumpla los pagos de su deuda pública.
Jaime Quintanilla
El riesgo país de El Salvador se acerca a los límites históricos a los que llegó en marzo, según el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, en inglés), que mide la posibilidad de que una nación incumpla los pagos de su deuda pública.
El EMBI, creado por el banco estadounidense JP Morgan Chase, es la diferencia entre las tasas de interés de los bonos de Estados Unidos, considerados libres de riesgo, y las que pagan los países subdesarrollados por sus bonos emitidos en dólares.
Esta diferencia, también conocida como "spread" de la deuda, se expresa en puntos básicos y 100 de ellos equivalen a un punto porcentual. Al sumarla con la tasa que pagan los bonos de Estados Unidos, señala cuánto debería ofrecer un país para que sus bonos sean atractivos a los ojos de los inversionistas. De esta manera, entre mayor sea la diferencia, mayor es la percepción de riesgo o la posibilidad de que un país no pague su deuda y, por lo tanto, la tasa de interés será más alta.
Para el 12 de abril, el spread de El Salvador llegó a 18.92 %, muy cerca del pico registrado el 8 de marzo, cuando alcanzó 19.28 %, el más alto desde 2007. El EMBI del país se mantiene como el segundo más alto de América Latina, superado solo por Venezuela.
El incremento del riesgo país coincide con la incertidumbre de los mercados sobre políticas públicas como el bitcóin. En febrero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró sus alertas sobre el uso de este criptoactivo como moneda legal. "Hay enormes riesgos asociados con el uso del bitcóin como moneda de curso legal, especialmente por la alta volatilidad de su precio. No lo recomendamos", dijo Alina Carare, jefa de la misión del FMI que visitó el país. Carare señaló que el sistema financiero, los hogares y el Gobierno están expuestos a perder dinero por la volatilidad del bitcóin, que además puede utilizarse como refugio para dinero ilícito.
A las preocupaciones por el bitcóin se suma la incertidumbre por la situación fiscal, cuya vulnerabilidad resurgió con la pandemia. La agencia Fitch Ratings rebajó recientemente la calificación del país a "CCC" lo que significa un riesgo sustancial de impago de la deuda pública, la cual llegó a $23,815.48 millones en febrero, según el Banco Central de Reserva (BCR).
En sus argumentos, la calificadora señaló al bitcóin, pero también las dudas en torno a la capacidad del Gobierno de lograr el programa de financiamiento con el FMI que desbloquearía recursos para 2022 y 2023. Fitch estima que el país necesita este año $4,850 mil lones y en 2023 otros $5,400 millones, pero la agencia Amherst Pierpont afirmó en un reporte reciente que El Salvador no tiene una estrategia firme para obtener financiamiento y no ha definido la emisión de $1,000 millones en bonos bitcóin.
En medio de este panorama, el elevado riesgo país le pone trabas a la emisión de deuda. Si el Gobierno saliera a los mercados en este momento con bonos a 30 años, el EMBI indica que tendría que ofrecer un interés del 21.73 %, tomando en cuenta que la tasa de los Estados Unidos se ubicó en 2.806 % el 12 de abril. En los dos primeros dos meses del año, el Gobierno pagó $395.10 millones en intereses, la cifra más alta desde 1994 para ese mismo periodo, indican las estadísticas del BCR.