General Electric llama a discutir regulación para el desarrollo de la energía eólica marina
Además del sector energético, la compañía norteamericana busca potenciar el desarrollo de sus filiales para aviación y salud en el país, que se separarán en firmas autónomas a partir del 2023.
En noviembre del año pasado la multinacional General Electric anunció la división de la firma en tres nuevas compañías, dedicadas a salud, aviación y energía, con la idea de poner foco en cada uno de esos sectores.
El presidente y CEO de GE en la región CALA, que comprende a toda América Latina menos Brasil y México, Luis Felipe Carrillo, explica que esta estrategia ha sido bien valorada por los inversionistas y que a través de las tres empresas continuarán con su desarrollo en el país.
"Chile es líder en la región, donde operamos con las mejores tecnologías, con una tasa de crecimiento impresionante en los años, es un referente en las tres industrias. Esperamos que prime la cordura y el consenso (en el debate constitucional), que ha sido una tradición en Chile, y que eso ojalá lleve a que todo el mundo se entere de lo que pueda hacer el sector privado y que el país no pierda la posición de ejemplo de competencia en la región, en un mercado que si bien no es el más grande, es envidiable", sostiene Carrillo.
-¿Será la filial energética la de mayor presencia en el país?
"Depende, porque el negocio de aviación en Chile es muy importante, es un negocio de ciclos largos, donde se dan compras de turbinas en bloques muy grandes en línea con el proceso de expansión de cada aerolínea, en un negocio tanto con el sector privado como con en el militar.
El sector energético es muy diversificado, en Chile tenemos de todo: renovables, servicios en turbinas de gas, turbinas de vapor, y jugaremos un rol definitivo en la transición energética con tecnologías nuevas.
En salud, hemos provisto gran parte de los servicios tecnológicos de hospitales y clínicas".
- ¿Cómo participan del boom renovable que se está viendo desde hace varios años?
"En el mundo energético están pasando muchas cosas, durante la pandemia en muchos países hubo que dar un acceso específico a gente de servicio para garantizar que el suministro energético fuese estable durante una época de emergencia.
Sobre la transición energética, Chile ha hecho grandes esfuerzos por hacer su parque cada vez más renovable, con énfasis en energía solar y eólica, lo que también trae complicaciones. Un sistema renovable y sin despacho predecible genera inestabilidad y problemas técnicos que da el no tener máquinas que dan inercia girando y por lo tanto, las turbinas que tiene Chile están cambiando de rol, tratando de pasar a un rol más de sostenimiento de la estabilidad del sistema".
- ¿Qué desafíos ven para el sector energético en el país?
"Las renovables crecen, que es la parte relativamente sencilla. Hasta que se acaben los buenos sitios, o si estás poniendo demasiado parque instalado y un factor de utilización menor, que pasó en muchos países en Europa, que en ese esfuerzo gigante, terminaron cubriéndose con carbón. Chile tiene la ventaja de tener turbinas de gas, y que sigue teniendo flexibilidad para ponerlas en operación, por lo que van a jugar un rol fundamental, hay algo de almacenamiento, pero todavía no es suficientemente atractivo para desplegar en escala muy grande, y después habrá otros espacios que van a aparecer, como el viento offshore (energía eólica marina).
- ¿Cuánto falta para ver la tecnología offshore en el país?
"No falta mucho, lo que se necesita es voluntad política y empezar a discutir cuál es la regulación aplicable a una tecnología de ese tipo. Obviamente Chile presenta algunas condiciones especiales, como ser una zona sísmica, pero ahí se abre un mar de oportunidades, ya lo hicimos en Estados Unidos y Europa, se trata de turbinas muy, muy grandes, muchísimos más que las que se ubican en tierra, donde los modelos actuales son de 5-6 MW, esta turbina es de más de 12 MW.
Hay países que ya están moviendo su regulación, el más avanzado es Brasil, que ya empezó a mirar algo, en Chile todavía no, pero es un espacio relevante que se podría tocar y está en la agenda empezar a mirar este año y el próximo, basado en la experiencia que estamos teniendo en Brasil.
La evolución natural del sector energético en Chile debiese ser profundizando las renovables no convencionales en tierra, el rol de la turbina de gas con una solución de descarbonización, mejorar las redes de transmisión, y el offshore , o una tecnología nueva que abra fronteras que hoy no se están explorando".