Un patrimonio gráfico de cinco décadas con Barrabases

Cualquier parecido con nuestros tiempos es mera casualidad: diezmado por los contagios de una epidemia, Barrabases debe recurrir a una reserva prometedora, pero en formación, para hacerle frente al equipo de Los Cañuelas. Guatón capitanea a Barrabases y exige que sus compañeros mantengan la distancia de tres metros como medida sanitaria improvisada.
"La epidemia" es una de las aventuras con las que reaparece la saga de Barrabases en una nueva entrega de libros (revistas de mejor factura) publicados por la editorial Red Horse y la sucesión del dibujante Guido Vallejos (1929-2016). Ya el año pasado se habían publicado otros 30 libros con clásicos de entre 1978 y 1990, entre ellos la obtención de la Copa libertadores. Y antes, algunas historias aún más fantásticas, de 1958, como la participación de Barrabases en el Mundial de Suecia, que le gana a la selección de Brasil en la final, nada menos.
Pero la mayoría de las historias de esta entrega de 25 capítulos semanales (cada jueves, $3.490) pertenece al período 1970-73 de publicaciones, la denominada "segunda época" de Barrabases. Su primer éxito lo había alcanzado entre 1954 y 1961, con historias en blanco y negro.
"En mi opinión, esas aventuras todavía eran un poco ingenuas, dibujadas para un público cien por ciento infantil. En los años 70 el guion de las historietas se depura, se hace más universal, se mejora el dibujo y las revistas comienzan a publicarse en color", comenta el periodista deportivo Aldo Schiappacasse, reconocido fanático y coleccionista de Barrabases. "Es por lejos la etapa de la revista más difícil de encontrar en el Persa", agrega.
A mano en el taller
"Yo me integré al taller de mi padre para ayudarlo a colorear botines y camisetas. Era un trabajo muy artesanal y él publicaba todo de manera independiente, con amigos que lo ayudaban. En esta serie de historietas Guido dibujaba las portadas, mientras que las viñetas las hacían Hervi y el chico Edmundo Pezoa", dice Gabriel Vallejos.
Es uno de los cinco hijos del creador de ese equipo de fútbol chilenísimo que nació inspirado en una pandilla de niños en un barrio de Quinta Normal: el arquero Sam, el cañonero Bototo, el todocampista Chico, el brasileño Palmatoria, el astro Pirulete, el DT Mister Pipa, el utilero Cacharro, el vendedor de estadio Lipiria o el magnate Señor Ricachón. La familia aún custodia abundantes originales en pliegos de gran tamaño, junto con las revistas más antiguas, que están en una veintena de empastes. De allí se digitalizaron las páginas para la serie de 25 libros de editorial Red Horse, lo que en paralelo a la circulación del material representa el rescate de un patrimonio gráfico en peligro de descomposición.
Esta semana, la serie publicará su segundo número, con la aparición de Cañoncito, jugador de disparo capaz de destruir estadios, que estaba basado en Víctor Cañón Alonso, así como Torito y su boina blanca, en el Tigre Sorrel.
Más adelante habrá partidos contra Los Cochinos, cuadro de sucia reputación; Los Maromeros y su fabuloso fútbol espectáculo, o Rajadiablos, enconado y clásico rival de Barrabases. A ello se suman aventuras con partidos de Barrabases contra las selecciones de Inglaterra, Alemania y Rusia, que se publicarán en la antesala del Mundial de Qatar este año. Y entre esas historias de los primeros años 70 se cuelan también seis aventuras inéditas, dibujadas por el propio Guido Vallejos hacia 2010.