El cotelé

C otelé. Pana. Corduroy. Fustán. Cuatro nombres para referirse a un tejido grueso compuesto por fibras entrecruzadas que en paralelo forman acanaladuras (bastones) verticales de pequeño tamaño, aunque pueden ser un poco más gruesos. Lo llaman "el terciopelo de los pobres", pero a diferencia de esa textura, que se teje a base de seda, el cotelé se fabrica en algodón, es más grueso y áspero al tacto.
Su antepasado más antiguo surgió en el antiguo Egipto, donde la tela se tejía cerca de la antigua capital de Al-Fustat, conocida como una suerte de zona cero de telas tejidas alrededor del siglo II. Entonces el tejido era llamado "fustian". Durante el período medieval los comerciantes italianos la introdujeron entre los nobles de Europa, incluido el rey Enrique VIII de Inglaterra.
La textura, en relieve con que la conocemos hoy, surgió durante la Revolución Industrial en Manchester, donde su confección se mecanizó. En el libro "La condición de la clase obrera en Inglaterra en 1844", el filósofo Friedrich Engels, cuyo padre era propietario de una fábrica textil en Salford (en el condado de Gran Manchester), escribió que la tela "se ha convertido en el traje proverbial de los obreros".
La transición del término fustán a corduroy fue gradual. Según el Oxford English Dictionary, el primer uso registrado de la palabra corduroy fue en 1774. Durante mucho tiempo se creyó que el término provenía del francés "corde du roi" o "paño del rey". Hoy se dice que el término es un compuesto de la palabra "cord", que se refiere a su patrón en forma de fila, y "duroy", un tejido de lana grueso. También se cree que los comerciantes para darle glamour le dieron un nombre que sonara francés.
En los años 20 se lo utilizó para confeccionar el uniforme escolar en Inglaterra y fue redescubierto por la aristocracia británica para confeccionar trajes de caza. En los 60, la tela renació gracias a los hippies y estrellas de rock que lo usaban como una alternativa a los jeans . Aunque Levi Strauss incluyó el cotelé en 1901, la tela no tuvo éxito. Pero despegó a fines de la década de 1960, cuando los jeans de cotelé se vendían por millones.
Pese a que para muchos el cotelé se asocia con intelectuales o cineastas como Woody Allen y Wes Anderson, desde que Dior en los 60 lo mezcló con seda suele aparecer en las pasarelas.
En 2005 Miles Rohan creó el Club de apreciación del corduroy, un grupo que cuenta con cinco mil miembros que reclutó entregando tarjetas a los transeúntes vestidos de cotelé. Sus reuniones se realizan en fechas que se asemejan a las líneas paralelas: la mayor ocurrió en Nueva York el 11/11/11. Los asistentes deben usar un mínimo de dos artículos de cotelé .