Perú no le da respiro a Castillo

Más aislado y debilitado parece estar Pedro Castillo luego de que el partido que lo llevó a ganar la Presidencia peruana le pidiera su renuncia como militante. Con dignidad, él se desafilió, lo cual confirma su alejamiento de la bancada que hasta hace poco le daba un apoyo incondicional.
Ahora, han dicho, seguirán siendo "soporte del gobierno, siempre que sea dialogado, consensuado y por la línea correcta", según el exministro Guido Bellido. Es decir, un respaldo condicional, mientras otros sospechan que el líder partidario, Vladimir Cerrón, le dio un aviso al Presidente de que su futuro depende de Perú Libre. Cerrón no solo resiente el manejo económico de Castillo, o que no haya impulsado con vigor su programa en temas como la asamblea constituyente, sino que además lo dejara fuera de cargos que definen millonarios recursos.
Cuando asumió, Castillo contaba con los 37 legisladores de Perú Libre, partido que se ha fraccionado en el Bloque Magisterial (leal a él), Perú Democrático y Perú Bicentenario. Una demostración de la desafección de la bancada es que votara dividida en la reciente censura del ministro del Interior. Fue el cuarto ministro censurado, acusado de permitir la fuga del extitular de Transportes y los sobrinos del Presidente, en un caso de corrupción que tiene al propio Castillo en la mira de la justicia como supuesto "líder de una organización criminal".
El Congreso, por su parte, no deja escapar ocasión de perseguir al Presidente por casos como ese: se aprobó en la Comisión de Fiscalización un informe que recomienda acusarlo constitucionalmente por su presunto rol en la asociación criminal, colusión y negociación incompatible, el cual, de ser aprobado en el pleno, podría dar pie a una inhabilitación. Otra comisión estudia la inhabilitación de la vicepresidenta, lo que complica más las perspectivas del Ejecutivo. En estas condiciones, algunos analistas consideran que Castillo debería buscar una salida honrosa adelantando las elecciones generales.
Si en lo político no se ve el horizonte despejado, en lo económico Perú enfrenta dificultades considerables. La inflación ha azotado fuerte, llegando a su nivel más alto en 25 años. La última cifra, entregada ayer, marcó un 9,3 por ciento anual, siendo alimentos y transporte los ítems de mayor alza.
Para culminar su primer año, Castillo tendrá que lidiar ahora con un paro indefinido de los transportistas. A su vez, el conflicto en la minera china Las Bambas encontró solución preliminar mediante un acuerdo que permitió reiniciar la producción, pero quedan en el aire las advertencias del embajador de China en Lima: en una intervención reveladora del nuevo estilo de la diplomacia de Beijing y de cómo esta protege sus intereses, dijo que la empresa no seguirá dando dinero a los comuneros de la zona y que de lo contrario se afectaría la imagen de Perú, "porque no vendría ninguna inversión más".