Edificio pionero en Latinoamérica es un laboratorio de prueba para la construcción

Es un edificio vacío por dentro. En sus tres pisos no hay sillas, mesas ni escritorios, incluso, en algunas plantas, ni siquiera hay paredes divisorias. Y, cuando alguien habla, su voz resuena con un gran eco. Es que tiene que ser así.
Es el edificio IMA -laboratorio a escala real de infraestructura modular adaptativa-, el primer edificio reconfigurable de Latinoamérica y que hoy se inaugura en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica (UC).
"Sus paredes ahora están recubiertas de planchas de un material plástico, pero todo eso se puede desmontar y queda solo el marco de la construcción. La idea es que empresas, investigadores y otros actores del rubro de la construcción puedan venir a probar en las condiciones más reales posible productos y tecnologías antes de lanzarlos al mercado", dice Miguel Mora, gerente del Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable, CIPYCS. Este se creó como un centro tecnológico con financiamiento de Corfo en 2017.
Más productividad
"La Corfo detectó ciertos desafíos en la industria de la construcción, como son mejorar la productividad, apuntar a la incorporación de tecnologías y cómo la industria de la construcción puede contribuir al desarrollo sostenible del país", dice Sergio Vera, director de CIPYCS y del Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción en la UC.
Para cumplir con estas directrices, el CIPYCS ha creado distintas áreas de investigación como el EVI (ver recuadro), donde se experimenta con realidad virtual. Ahora lanza el edificio IMA, con el que ya comienza a relacionarse con los principales actores del rubro de la construcción.
"La industria necesita infraestructura para desarrollar la innovación, pero en Chile no existía. Cualquier empresa que quiere mejorar o validar sus productos ya puede venir y probarlos, sin tener que incurrir en el gasto de tener que construir algo especial", aclara Vera.
El edificio es como un Lego gigante que se arma y desarma a placer. Permite hacer prototipos, instalar fachadas completas, sistemas o módulos. "Las empresas tienen un espacio para probar, innovar y jugar. Y esto abarca nuevos materiales, tecnología constructiva, generación de módulos, sistemas de techo o fachada, y hasta equipos de climatización", aclara Vera.
"La idea de hacerlo en este espacio es que se pueden controlar variables además de hacer múltiples mediciones, ya que el laboratorio cuenta con sensores de temperatura, humedad, fuga de aire, luminosidad, cámara térmica, entre otros, que permiten llevar registro sobre parámetros ambientales dentro y fuera del edificio", aclara Mora. Varios de esos sensores son fabricados por los propios investigadores.
Así, pueden determinar el grado de aislación térmica de un material o si un tipo de celosía permite ahorrar en aire acondicionado, ya que mantiene una temperatura más controlada al interior del edificio.
Es que, para los investigadores, un área importante de experimentación es la del confort térmico y el ahorro energético.
"Esto es de suma importancia, ya que las investigaciones dicen que el 50% de la energía en un edificio se pierde producto de las infiltraciones, es decir, áreas que quedan mal selladas", dice Mora.
"El segundo piso está dedicado a la industrialización. La idea es probar en tamaño real lo que se puede hacer en un edificio, experimentar con nuevos productos y nuevas formas de trabajar e industrializar la construcción. Al probarlos, se pueden detectar y subsanar fallas que en terreno es muy caro hacerlo", dice Mora.
Una de las que compañías que testearon el edificio IMA antes de su lanzamiento fue Volcán, empresa chilena de soluciones constructivas. "La innovación tiene algo de incertidumbre; si no la tuviera, estaríamos copiando algo que ya existe. Sin embargo, probar esa incertidumbre en una obra puede tener un costo significativo. Acá (en IMA) podemos equivocarnos y también experimentar el paso a paso de una solución constructiva conociendo el comportamiento que va a tener y si va a cumplir con lo esperado, todo esto en un ambiente controlado", comenta Luis Carrasco, jefe de área Técnica y Acústica de Volcán.
En este segundo piso se pueden probar, por ejemplo, paneles prefabricados. "Ahora se puede hacer el módulo prefabricado de un baño o de una cocina completa, y probar cómo queda o si funcionan bien todas las conexiones, como las sanitarias o las eléctricas", agrega Mora.
En la terraza, tienen instalados paneles solares y flexibles que alimentan de energía al edificio. "Queremos investigar, por ejemplo, si hay gran diferencia entre poner los paneles en un ángulo mirando hacia el norte o ponerlos acostados en el techo de forma horizontal", aclara Mora.
Así, el espacio recién inaugurado queda disponible para "la experimentación de la industria, para que desarrolle nuevas tecnologías en un espacio controlado y con la ayuda de los profesionales de CIPYCS, todo esto con el fin de avanzar hacia una mayor productividad, innovación y eficiencia energética", concluye Vera.
Obra virtualOtra área de desarrollo en CIPYCS es el EVI LAB, en el cual se desarrollan experiencias inmersivas a través de realidad virtual, aumentada y mixta, usando distintos aparatos que van desde los cascos Oculus Quest 2, Holo Lens 2 y celulares. Acá es posible generar espacios en que se pueden ver recreaciones virtuales de construcciones proyectadas o ya existentes.
También permite la capacitación de trabajadores de las faenas en aspectos como la seguridad en la obra, en ambientes virtuales que recrean las mismas condiciones que las reales.
Uno de los primeros desarrollos es un sistema de capacitación para trabajadores que los orienta en el uso de los elementos de seguridad, como la correcta utilización de cascos, lentes, guantes y el arnés de seguridad en una construcción en altura.