Empresarios: solo un 10 % de turistas paga con bitcóin

Evelyn Machuca
El uso del Bitcóin fue solo "una fiebre", "una moda", "una bomba", "una emoción", afirmaron propietarios y gerentes de pequeños, medianos y grandes comercios en dos de las playas con mayor afluencia turística en La Libertad, la semana pasada.
Cuando el Gobierno del presidente Nayib Bukele anunció la legalización de la criptomoneda, a mediados del año pasado, los turistas se volcaron a querer usarlo, sobre todo los extranjeros, pero en cuestión de meses se les acabó el entusiasmo: "como era como una fiebre, algo nuevo, como cuando uno tiene un carro nuevo y quiere andarlo todos los días, o como cuando uno tiene un celular nuevo y quiere presumirlo, pues, algo así fue con el bitcóin, fue una moda, pero ya no. Solo fue un momento de emoción", expresó Josué Serrano, gerente operativo del Hotel Boca Olas, el primero al entrar a la playa El Tunco.
Para esas fechas, anotó, Boca Olas ya había superado los ingresos que tuvo durante 2019. Pasó de tener cuatro habitaciones ocupadas a tener solo cuatro vacías, de un total de 26. La ocupación fue de casi un 90 %, gracias a los torneos de surf organizados por el Gobierno. Sin embargo, el uso de la criptomoneda para pagar las estadías o en el restaurante "fue poco; honestamente, no hubo crecimiento", insistió Serrano, quien afirmó que para lo que resta de 2022 se espera que el negocio pueda superar inclusive 2021, porque "diciembre ya está todo vendido".
En el vecino Café Aloha Bocana, Rosa de Mejía, atajó que no acepta Bitcóin.
Antes de la pandemia, en 2020, el flujo de turistas rondaba el 70 %, recordó, y en la actualidad ronda el 80 % y muchos extranjeros preguntan si pueden usar la criptomoneda, pero ella no la acepta, porque le tiene desconfianza.
"El bitcóin no ha sido la gran cosa, al menos aquí no lo hemos manejado mucho los comerciantes. Muchos extranjeros preguntan si pueden pagar con Bitcóin, pero no todos lo aceptamos, porque existe mucha desconfianza", expresó, aunque admitió que llegaron desde instituciones gubernamentales a capacitar a comerciantes de la zona.
De Mejía recordó que el Gobierno escogió un hotel de la zona para que propietarios, gerentes, encargados de negocios, turistas y población en general acudiera a instruirse sobre cómo funciona la criptomoneda, pero solo acudió el que quiso, no era obligatorio.
Siempre en El Tunco, el gerente del Hotel Papayas, Jaime Delgado, también señaló que sintió temor de usar la criptomoneda, pero ante la demanda de los turistas extranjeros, se vio obligado a usarla: "Habemos quienes hemos tenido cierto miedo, pero en el camino me he dado cuenta que es una plataforma que mucho extranjero viene queriendo utilizarla; entonces, es necesario usarla", manifestó.
Según Delgado, el porcentaje de los turistas que pagan con bitcóin "es pequeño, pero obviamente está en crecimiento". La ventaja, agregó, es que ahora la billetera Chivo Wallet tiene una opción para convertir los bitcoines inmediatamente a dólares, por si la gente tiene desconfianza.
Además, dijo, en el hotel que gerencia se está cobrando una tarifa extra por si hay pérdidas. "Tenemos la ventaja de cobrar una comisión para que de alguna manera, si baja la moneda, tus ingresos no se violenten. Por ejemplo, si la habitación cuesta $100, cobramos $105 en bitcóin, por un tema también de transferencia. Y la gente lo acepta, no es algo impositivo, porque la gente sabe que ese movimiento o flujo siempre tiene un porcentaje la transacción", afirmó.
En la pizzería El Tunco Veloz, Rafael Maeda, a cargo del lugar, aseguró que del 50 % de comensales que pagaba con la criptomoneda en sus inicios, ese porcentaje se ha reducido al 10 %.
Unos kilómetros más adelante, en El Zonte, el propietario del Hotel Esencia Nativa, Alex Novoa, hizo énfasis en que el tema del bitcóin "está mal explicado". A su juicio, la gente no ha entendido que no debe usarse para pagar, sino para ahorrar a largo plazo, "pero el solo hecho de que El salvador era un país con el tema del bitcóin vino un montón de gente de todo el mundo a querer conocer", y eso agilizó el turismo y provocó un flujo de turistas mayor que previo a la pandemia por covid-19.
Sus palabras están en sintonía con las declaraciones del presidente Nayib Bukele en cadena nacional el 24 de junio del año pasado: "lo que se intenta con la Ley Bitcóin es conectar nuestro país con el resto de mundo; atraer divisas e inversiones y turismo, y dinamizar nuestra economía".
Y también están en sintonía con las de Yohalmo Álvarez, coordinador espiritual del proyecto Hope House, que realiza programas sociales como la educación en inglés y computación con las ganancias que se obtienen con la billetera Bitcoin Beach, creada en El Zonte.
"Es una labor de explicar. Nuestra idea es que la gente invierta para que pueda tener alguna ganancia sin tener que moverse a ningún banco, sino que es el dinero de cada quien y el riesgo de cada quien", anotó y explicó que gracias a los proyectos Bitcoin Beach y Hope House muchos microempresarios, desde vendedores de minutas, pasando por pequeñas tiendas y hasta grandes hoteles, ya no solo están usando el bitcóin para hacer transacciones de pago, sino para invertir. Sin embargo, muchos no tienen tanta paciencia, como Kevin, un socorrista de la zona: él comenzó a usar la criptomoneda porque le pagaban con ella, pero siempre terminaba sacando el dinero, porque lo necesitaba. "Si yo invertía, tenía que esperar, y eso no me gustó, no va conmigo", acotó.
"¿El uso del bitcóin? La verdad es que cuando está bajo, la gente no viene. Cuando comenzaron a legalizarlo era alto, al punto máximo; pero sí ha agilizado el turismo del surf y los bitcoiners".
"El uso del bitcóin está mal explicado, pero solo por el hecho de que era un país con el tema del bitcóin vino un montón de gente de todo el mundo".
"Al inicio, fue una bomba, no le voy a mentir. Todos buscando dónde usarlo, más que todo extranjeros. Ahora es menos. Al principio, 50 % de comensales pagaba con bitcoins, ahora quizá un 10 %".
"Habemos quienes hemos tenido cierto miedo, pero en el camino me he dado cuenta que es una plataforma que mucho extranjero viene queriendo utilizarla; entonces, es necesario usarla".
"El bitcóin no ha sido gran cosa. Al menos aquí (El Tunco) no lo han manejado mucho los comerciantes. No todos lo usamos, porque existe mucha desconfianza".
"Como era como una fiebre, algo nuevo, como cuando uno tiene un carro nuevo y quiere andarlo todos los días, pues, algo así fue con el bitcóin, fue una moda. Ya no, solo fue una emoción".