Lunes, 29 de Abril de 2024

Eladio Zárate, el implacable tetragoleador paraguayo que fue feliz en Chile

ChileEl Mercurio, Chile 9 de noviembre de 2021

Era letal. El único extranjero cuatro veces máximo artillero del campeonato nacional. Jugó cinco años en Chile y convirtió 128 goles en el torneo mayor. Desde 1967 a 1970 militó en Unión Española y en 1971 en la U. Solo lo destronó "Pata Bendita" Castro en 1970. Hoy pasa sus días sin recuerdos en su tierra natal. Le gusta como juega Almirón, que el jueves recibe a la Roja en el Defensores del Chaco.

Eladio Zárate vivía en una residencial, manejaba un escarabajo, jugaba cartas y hacía goles. Simple.
"El paraguayo era cosa seria. Llegó de Argentina y acá quería jugar de volante, pero lo pusieron de centrodelantero. Es que era un 9 innato. Pelota que tenía, pelota que metía. No se farreaba ninguna", recuerda Sergio Navarro, compañero y amigo de Eladio Zárate apenas fue contratado por Unión Española en 1967 .
Esa misma temporada fue el máximo goleador del campeonato nacional, con 28 anotaciones.
María Dolores López de Zárate conoce bien la historia de su marido. "Salió a los 17 años de Olimpia rumbo a Argentina junto a otros cuatro jugadores jóvenes. El club los vendió a todos, unos a Boca Juniors, él a San Lorenzo. Con el dinero de esas transferencias, Olimpia construyó las gradas del estadio", afirma desde Lambaré, Paraguay.
Eladio Zárate está hoy en su casa, afectado por un Alzheimer avanzado. Tiene 79 años. "El 'alemán' empezó a seguirnos hace un tiempo, pero igual ha continuado viendo fútbol. Le gustan Messi, CR7 y Di María. De la selección prefiere a Almirón, de lo mejorcito que tiene Paraguay", comenta la señora del exfutbolista.
A los 21 años, Zárate jugó la Copa Libertadores 1963 con Olimpia (anotó uno a Boca en La Bombonera) y el Sudamericano del mismo año disputado en Bolivia, marcando 5 veces por la Albirroja, uno de ellos a Brasil.
"De San Lorenzo pasó a Huracán, donde hizo varios goles (19). Ahí lo vio Abel Alonso, dirigente de Unión Española que lo llevó a Chile. No le costó mucho convencerlo. No era difícil, ya vio que lo casé, jaja. Soy chilena. Yo jugaba vóleibol en la Unión, en Santa Laura y en la sede de calle Carmen, ahí lo conocí", completa María Dolores López.
Zárate vivía en una residencial en avenida Brasil. Y en su primer año en el país superó en goles a Carlos Reinoso (24, Audax), Osvaldo "Pata Bendita" Castro (22, La Calera), Pedro Araya (21, U. de Chile), Carlos Campos (18, U. de Chile) y Honorino Landa (15, Unión). Pura historia del fútbol chileno.
Esa temporada, a Magallanes le hizo un gol con un frentazo desde el borde del área grande. "Lo del paraguayo fue una verdadera proeza", escribió la revista Estadio en julio de 1967, torneo en que conquistó dobletes contra Colo Colo, La Calera, O'Higgins y la misma "Academia", además de tripletes a Santiago Wanderers y Green Cross.
En 1968 repitió el cetro de máximo artillero, entonces con 32 dianas. Y en 1969 se erigió trigoleador del fútbol chileno, con 22 festejos, siempre en Unión Española, con más gritos que Alberto Ferrero (20, Wanderers), Osvaldo González (18, Green Cross), Jorge Spedaletti (16, U. de Chile), Carlos Reinoso (15, Audax) y Carlos Caszely (13, Colo Colo).
Recién en 1970 lo pudo desbancar de la cima de fusileros el legendario "Pata Bendita" Castro, con 36 anotaciones. Ese año Zárate "solo" marcó 21.
No era un exquisito. No era un talentoso. Era simplemente un "pepero".
"Era fácil con el paragua . Le tirábamos centros con Pedro-Pedro Arancibia y lo sacábamos goleador del campeonato. Anticipaba al primer palo o cabeceaba al segundo. Había que aguantarlo porque era fuerte. No era tan rápido. Un centrodelantero neto, lo desperdiciabas si lo ponías al lado derecho o izquierdo", grafica Leonardo Véliz, compañero de Zárate en la tienda hispana desde 1968.
"Tenía ubicación, cabezazo y remate. Si chocabas con él, salías perdiendo y quedabas en el suelo. Buen físico. Era bueno para jugar a las cartas también. Su papá era croupier en los casinos de Asunción. Era tranquilo, simpático y buen amigo. Un año se fue de vacaciones por un mes a Paraguay y me dejó su auto", recuerda Navarro.
El fútbol corre por la familia, de lado y lado. "Mi tío era Juan Martínez que jugó en Rangers, y Eladio es tío de Diego Gavilán, seleccionado paraguayo en los mundiales (2002 y 2006). El segundo de nuestros hijos jugó fútbol también, Marcos se llama. El primero murió de leucemia a los 17 años. Jugaba en las inferiores de Guaraní. Es nuestra gran pena", lamenta la esposa de Zárate.
Artillero de raza
Jorge "Lulo" Socías, acérrimo hincha de Unión en su adolescencia, supo bien del paraguayo. "No jugué con él en la U porque llegué el '72 y él jugó hasta el '71 y no volvió, pero lo vi jugar mucho por Unión desde la galería. !Qué goleador¡ No era bueno, no era hábil, pero cosa que andaba en el área la echaba adentro. Era un cazador de goles, le pegaba de afuera del área de zurda o derecha", relata.
Zárate es el único extranjero que fue cuatro veces goleador del campeonato local. "Mi papá es uno de los extranjeros que más goles ha hecho en la historia del fútbol chileno, si no el que más", dice su hijo Marcos, delantero que pasó por el ascenso de España y que en 2003 vino a Chile junto a su padre a probarse en Unión.
Eladio Zárate se convirtió en tetragoleador del campeonato nacional en 1971, ya como jugador de la U. Ese año hizo 25, por encima de Fernando Espinoza (24, Magallanes), Julio Crisosto (21, UC) y Sergio Ahumada (17, Colo Colo).
En 1971 les anotó tripletes a Santiago Wanderers, La Serena y Concepción, pero su producción más recordada fue en el Estadio Nacional: le convirtió cuatro goles a O'Higgins ante poco más de tres mil espectadores.
"Eladio Zárate era como el 'Tanque' Campos, pero con un poco más de dinámica. No era hábil, no muy virtuoso, era goleador, un muy buen definidor. Estaba esperando el gol, tenía la portería dibujada en su mente. Controlaba la pelota con el pecho como Pelé", rememora Pedro Araya, que además de la U 1971, en 1972 jugó junto a Zárate en San Luis de Potosí, México.
En el fútbol azteca no lució. "No era bohemio, sino que era bueno para los naipes y las cenas, engordó mucho y listo, jeje. Fue un gran goleador y pienso que no es muy recordado por la gente, salvo por nosotros", completa el "Chico" Araya.
Zárate colgó las botas y se puso el buzo en 1974. Su cúspide fue en 1984, campeón con Guaraní como ayudante de Cayetano Ré.
Dirigió muchos clubes en el ascenso paraguayo y selecciones regionales hasta 2000. También tuvo sus negocios: una micro y cuatro taxis, uno de ellos lo manejaba él. Sus tiempos de goleador siguen vivos, aunque sus recuerdos ya no estén. "Él nació fuera de época, con los contratos de hoy sería otro cantar. Ahora está la mesa servida, antes uno se la tenía que servir. Una profesión ingrata, pero no tenemos absolutamente de qué quejarnos y puedo decirle -cierra María Dolores López de Zárate- que Eladio en Chile fue feliz".
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